EL AUTO ENGAÑO ES UN RECURSO
QUE EL SER HUMANO TIENDE A RECURRIR A ÉL, CUANDO LO QUE SIENTE, VE O PERCIBE NO
ES DE SU AGRADO Y NO SABE CÓMO CAMBIARLO.
Auto engañarse siempre
aporta negatividad. Es como si nos negásemos a nosotros mismos no queriendo ver
la realidad para no sufrir.
Cuando aludimos a este
término, todo parece de ficción. Nos vemos sumidos en la debilidad, impregnados
de timidez ante nosotros mismos y desesperados por reconocer la venda que
ponemos en los ojos para no ver lo que seguramente hemos visto ya hace mucho
tiempo.
Recurrir al engaño propio
tiene sus beneficios (pocos la verdad), pero necesario a veces. Supone poder
con situaciones de dolor inevitable e incluso, nos lleva a sobreponernos ante
desgracias ineludibles que llegan sin previo aviso y que no se pueden evitar.
Entre lo negativo del
autoengaño está la falsa realidad que creamos para defendernos del dolor que
sabemos o intuimos. Un marco demasiado estrecho para permanecer en él por mucho
tiempo.
En realidad, cuando se
produce esta situación estamos construyendo el sabotaje a nuestra dignidad, a
la capacidad para imponer la cordura o para evitar la locura.
CREEMOS QUE TODO NOS IRÁ
BIEN SI NO VEMOS “LO MALO”, PERO NO ES ASÍ PORQUE LO QUE ESTÁ MAL SIGUE
ESTÁNDOLO y tarde o temprano llamará a nuestra puerta para despertarnos, de
nuestra falsa realidad.
Es mejor ver la realidad tal
cual es. Saber qué terreno pisamos. Conocer dónde está el conflicto. Entender y
encarar las dificultades para tener la
opción de utilizar nuestras propias herramientas emocionales con las que poder
salir airosos ante nuestros propios ojos. LO CUAL NOS DARÁ UN AUMENTO DE
NUESTRA AUTO-ESTIMA.
Porque la mirada de los
demás nunca debe condicionarnos; nunca cambiar nuestro rumbo, nunca comportarnos
de otra forma a cómo lo hacemos desde nuestro interior.
Por algo elemental “nadie
nos conoce mejor que nosotros mismos”………….las opiniones y los juicios de los
demás, carecen del conocimiento necesario sobre nosotros, para tenerse en
cuenta y generalmente solo son meras proyecciones internas de la persona que
opina o juzga.
No es sano, para nuestra
salud mental, ni física, ni emocional distorsionar la realidad para que parezca
otra.
PODEMOS
Y DEBEMOS, ESO SÍ, SER COMPASIVOS CON NOSOTROS.
No emplear el juez riguroso
que desde dentro nos acusa y condena y mecernos la caricia de nuestro propio
consuelo para resistir y poder cambiar, todo lo que en nuestra vida no es cómo
nos gustaría.
Eso está dentro de nuestro
poder, como lo está no querer ver.
LO MÁS RECOMENDABLE PARA UNA
VIDA FELIZ, PERDONAR Y PERDONARNOS, ASÍ………………………TODO SERÁ MÁS FÁCIL.
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