CASI NUNCA ESTAMOS SOLOS O
POCAS VECES. LO QUE LOS DEMÁS VEN DE NOSOTROS NO SOMOS NOSOTROS MISMOS EN
MUCHAS DE LAS OCASIONES.
NOS VEN RIENDO, SIGUIENDO
UNA CONVERSACIÓN, QUE ESTÁ PUDIENDO PARECERNOS ESTÚPIDA AL FRAGOR DE NUESTROS
PENSAMIENTOS, HABLANDO COMO SI LA VIDA INTERIOR, LO QUE NOS PREOCUPA Y ASOLA,
NO EXISTIESE. PERO EXISTE.
Ni nosotros mismos queremos
escuchar a esa voz que nos pone delante de la verdad. Posiblemente porque la
verdad sea un imposible o porque nos hemos alejado tanto de ella que la
distancia se hace insoportable.
TE HAS PARADO A PENSAR ¿QUÉ
OCURRE DENTRO DE TI? ¿QUÉ SUCEDE MIENTRAS LA VIDA VA PASANDO? O tal vez sea
mejor no saberlo y seguir la comedia de la existencia como un actor más
necesitado de un rescate.
Es importante escucharnos.
Más que oír, sentir lo que pasa por nuestras venas: el rugido de la pulsión del
corazón queriendo llegar al mar de los más profundos deseos.
Es importante quedarnos a
solas. Sin juicios. Sin condicionantes. Sin etiquetas ni opiniones. A solas con
nuestro silencio interior. Libres en la amplitud de nuestra conciencia. Siendo
uno con nuestra alma al desnudo.
Entonces ahí, en ese lugar
sin espacio y en ese momento sin tiempo, acariciar lo mejor que hayamos tenido;
lo mejor que seamos, lo más puro que esté vivo en nosotros. Respirar profundo y
dejar que nuestra conciencia se expanda tan ampliamente que lleguemos a
olvidarnos de que la vida sigue su curso lejos de ese centro dulce y suave que
solo nosotros conocemos.
Hagamos este ejercicio
alguna vez en el día. No hay experiencia más grata.
SÉ CONTIGO LO QUE QUIERAS,
DONDE QUIERAS Y POR LO QUE QUIERAS. SUCEDERÁ DENTRO. NADIE HA DE VERLO. A SOLAS
CON LO MEJOR DE TI.
NO PUEDES CAMBIAR NI BORRAR
NADA DE LO QUE TE HA PASADO, PERO A VECES DESEARÍAS AVISARLE DE CIERTAS COSAS A
ESE YO MÁS JOVEN E INEXPERTO. ¿QUÉ LE DIRÍAS? ¿LE ADVERTIRÍAS DE ALGUNA
REALIDAD PARA QUE EVITARA COMETER CIERTOS ERRORES?
CUALQUIERA QUE PONGA LA
MIRADA EN EL RETROVISOR DE SU EXISTENCIA SIEMPRE ENCUENTRA UNA MOTA, UN
DEFECTO, UNA GRIETA QUE LE GUSTARÍA CORREGIR.
Es cierto que hemos
aprendido infinitas cosas, que hay vivencias que no cambiaríamos ni por todo el
oro del mundo. A pesar de ello, el pinchazo de ciertos arrepentimientos
despierta en nosotros un sutil deseo…
A la mayoría nos gustaría
volver al pasado y advertirnos sobre ciertas realidades, darnos algún consejo y
susurrarnos al oído determinadas informaciones. Algo así nunca sucederá; al fin
y al cabo, aún no disponemos de un DeLorean con condensador de flujo ni la
elegante máquina del tiempo descrita por H.G. Wells, pero eso no quita que
dicho pensamiento sea una constante en el ser humano.
Tanto es así que la ciencia
ha puesto la atención en esta clásica cuestión. Lo ha hecho instada también por
factores de salud mental. SON MUCHAS LAS PERSONAS QUE VIVEN MÁS EN SU
PASADO QUE EN SU PRESENTE. Lejos de sintonizar con ese «aquí y ahora»
donde se sitúan las mejores oportunidades, viven anclados en el ayer. En ese
fragmento de tiempo en el que habita la nostalgia y el dolor emocional.
*NOS PASAMOS TODA LA
VIDA SOÑANDO CON DESEOS INCUMPLIDOS, RECORDANDO CICATRICES, CONSTRUYENDO
ARTIFICIAL Y MENTIROSAMENTE LO QUE PUDIMOS HABER SIDO*-Mario Benedetti-
A menudo, nos sorprendemos a
nosotros mismos pensando en cómo sería nuestra vida si hubiéramos sabido en el
pasado lo que sabemos ahora.
Decía OSCAR WILDE que «el
único encanto del pasado consiste en que es pasado». Es cierto, sin embargo, el
cerebro humano parece tener obsesión por ese tipo de encanto, porque casi
siempre nos encontramos en dicho plano.
Nos pasamos el día recordando cosas:
dónde hemos puesto las llaves, de qué conocemos a cierta persona, rememorando
ese momento feliz del ayer o lamentando no haber hecho aquello otro.
La vida son recuerdos, pero
en ocasiones los recuerdos duelen y nos hacen desear volver al pasado para
aconsejar a ese yo más joven.
El doctor Robin Kowalski,
profesor de la Universidad de Clemson, quiso investigar esta misma propuesta. En
vista de que dicho deseo es casi un resorte persistente en nuestro universo
mental, decidió realizar una investigación que fue publicada en el Journal of
Social Psychology. Estos son los datos que pudo obtener.
TODOS NOS ARREPENTIMOS DE
ALGO
El deseo de volver al pasado
viene motivado por el peso de los arrepentimientos. Una
variable que es bastante común entre nosotros. La investigación se basó en una
encuesta aplicada a una muestra de 400 personas mayores de 30 años que
coincidieron en bastantes aspectos:
La mayoría desearía darse consejos al
respecto de las oportunidades educativas perdidas, las malas decisiones
tomadas, el dinero despilfarrado y los riesgos no asumidos.
Asimismo, no faltaron tampoco los
clásicos comentarios al respecto de esas relaciones afectivas que
preferían no haber iniciado. Advertirse sobre no enamorarse o casarse con
ciertas personas es un factor muy extendido en este aspecto.
Si miras al pasado de forma crítica,
es porque has obtenido un valioso aprendizaje que te ha convertido en quién
eres ahora.
SI ERES DE LOS QUE DESEARÍA
VOLVER AL AYER, RECUERDA ESTO…
¿Cómo negarlo? Hay infinitas
vivencias que nos hubieran gustado que fueran de otro modo. Todos albergamos el
lastre de más de un arrepentimiento, de un hecho que, a nuestro parecer, truncó
parte de nuestros sueños y nos llevó hacia otro destino menos
luminoso. Nos duelen los errores cometidos y los riesgos no asumidos.
No podemos volver al pasado,
pero lo deseamos para enmendar todas esas hebras sueltas del ayer que, tal vez,
trazaran un mejor presente. Sin embargo, ¿de verdad es cierta esta premisa?
Una investigación de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos,
destaca algo al respecto.
Nos arrepentimos más de las
oportunidades que dejamos pasar que de los errores cometidos. Esa
sensación distorsiona un poco nuestro «yo ideal», haciéndonos creer que el
presente no es más que el resultado de muchas de esas puertas que no nos
atrevimos a cruzar. Ahora bien, si esta es tu percepción, si das veracidad a
esta idea, es interesante que reflexiones en una serie de ideas.
EN EL PASADO NO TENÍAS LA
EXPERIENCIA QUE TIENES AHORA
La mayoría somos muy
críticos con nuestro yo pasado.Rechazamos a ese
adolescente, a ese adulto joven algo impulsivo que no tomó las mejores
decisiones en más de un área vital.
Sin embargo, debes entender
que tu yo del pasado no tiene la sabiduría y la experiencia que tienes en el
presente. Es más, todos esos traspiés del ayer te han permitido obtener los
conocimientos que tienes ahora.
SÉ MÁS AMABLE CONTIGO MISMO
¿Por qué volver al pasado si
las mejores oportunidades acontecen aquí y ahora? ¿Por qué fustigarse por cada
error y criticarte por cada oportunidad perdida? La persona que vive
lamentándose de cada mala decisión, lo único que hace es invalidarse,
alimentar la autocrítica y el desprecio hacia sí mismo.
Evítalo, mira a tu
yo más joven con compasión para entender que nadie es infalible.Trátate
con mayor amabilidad y deja de situar la mirada en un lugar que ya no tiene
sentido ni trascendencia. Importa tu yo actual en este momento presente,
aprovecha tu experiencia y ve a por aquello que deseas.
DEBEMOS DESARROLLAR UN
ENFOQUE MÁS TRANQUILO Y AMABLE SOBRE NOSOTROS MISMOS, EVITANDO LA AUTOCRÍTICA
QUE DESGASTA Y QUE INVALIDA.
¿QUÉ LE DIRÍAS A TU MEJOR
AMIGO SI SIEMPRE SE LAMENTARA DE LOS ERRORES DEL AYER?
No vale la pena volver al
pasado, nada nuevo crece allí, es como el papel quemado que se lleva el viento.
Pero que, a veces, nos obsesionamos en retener entre las manos. Las personas
con depresión suelen focalizar con frecuencia la mirada en este
plano, alimentando las tristezas, los rencores y los arrepentimientos.
Si te sientes identificado,
haz lo siguiente. ¿Qué le dirías a tu mejor amigo si siempre estuviera
lamentándose del pasado? ¿Qué consejo le darías? ¿Qué palabras le dirías?
¿Cómo la apoyarías? Piénsalo bien, porque nada es tan necesario como tratarnos
a nosotros mismos del mismo modo que tratamos a los que más queremos.
COMO DICE UN PROVERBIO
ÁRABE, «EL PASADO YA HA HUIDO, LO QUE ESPERAS ESTÁ AUSENTE, PERO EL
PRESENTE ES TUYO…».
ES MUY DIFÍCIL CAMBIAR. NOS
ACOMODAMOS, REORIENTAMOS LA CONDUCTA, NOS ADAPTAMOS A LAS CIRCUNSTANCIAS,
APROVECHAMOS OPORTUNIDADES PARA RECOLOCARNOS; SIN EMBARGO, HAY DEBILIDADES,
VICIOS OCULTOS O SECRETOS INCONFESABLES QUE SIGUEN AHÍ.
Hay una formación del
esqueleto conductual de la persona, de su armazón emocional que se gesta en la
infancia.
Las ausencias y las
presencias, las palabras dichas o las silenciadas; los gestos, las actitudes,
las miradas, la agresividad, las revanchas o los malos modos son, nada más ni
menos que el molde del que saldrá la persona adulta que crece en ese niño.
HAY DEBILIDADES QUE CUESTAN
UN ALTO PRECIO. HAY FORMAS DE SER Y ESTAR EN LA VIDA QUE TRAEN DE CABEZA A LOS
DE ALREDEDOR.
Personas que tienen el
blanco en sí mismos, que poco les importan las consecuencias de lo que hacen y
que si alguien les pone frente a sus acciones las obvian o desvían
responsabilidades, con efecto rebote, hacia quienes les increpan.
Hay debilidades
incorregibles. Se aceptan o no. Se aguantan o no. Se soportan o no, porque la
experiencia nos dice que no son negociables, que se repiten idénticas ante
circunstancias semejantes y que por mucho que nos prometan cambios, estos nunca
llegan porque están pegadas a la piel.
Ante lo que no nos gusta de
los demás solamente cabe retirarnos porque si pretendemos cambiarlo, ni es sano
ni es posible.
Cada uno tiene hecho sobre
sí su propio edificio, con sus alturas y sus sótanos. Con sus azoteas y sus
cloacas.
Adentrarnos por la puerta
grande es equivocarnos de dirección si tenemos expectativas que no encajan con
la arquitectura humana que llevamos dentro como propia.
TODOS TENEMOS DEBILIDADES; ALGUNAS
MUY DIFÍCILES DE CORREGIR.
HAY ETAPAS DE LA VIDA
EN LAS QUE TODO PARECE IR MAL. EN LAS QUE SE SUCEDEN LAS DESGRACIAS O EN LAS
QUE POR NO HABER NADA QUE NOS SACUDA, NI SIQUIERA ELLAS APARECEN.
Hay momentos difíciles en
los que hay que resistir. Encontrar nuestras fortalezas, apoyarnos en nuestras
creencias, sean estas las que sean, relativizar los daños y enfocarnos en el
instante presente para no rememorar desgracias o adelantar las que aún no han
venido.
Hay instantes en los que
quisiéramos que nos tragase la tierra y dejar así de sufrir. Sin embargo, la
verdadera conquista está en no claudicar, en seguir, en estar presente otro
rato, en continuar un minuto más, unas horas más, unos días más…
Hay situaciones que parecen
propias de un mal sueño, pero aún de las pesadillas se despierta. Todo pasa. Lo
primero que nunca debes olvidar es que tú mismo/a vas a desaparecer, con más
tiempo, con menos pero igualmente lo harás.
Entonces todo se suaviza,
todo es más relativo, más simple, todo menos inmediato y destructivo. Y
mientras te serenas en la desesperación, va apareciendo la calma que siempre da
paso a nuevas situaciones.
OTRAS DISTINTAS EN LAS QUE
YA SABRÁS CÓMO ACTUAR. OTRAS EN LAS QUE TENDRÁS HERRAMIENTAS SUFICIENTES PARA
PARAR TU MENTE ACELERADA Y LLEVARLA TAN CERCA DE LA ESPERANZA COMO TUS DESEOS
DE ALCANZARLA TE INVADAN.
CIERRA LOS OJOS. RESPIRA
PROFUNDO. SUELTA LA ANGUSTIA. SIGUE…
LO QUE MÁS LE CUESTA AL SER
HUMANO ES LO QUE LLEVA EN SÍ MISMO LA SOLUCIÓN, PUES HAY QUE ESFORZARSE,
TRABAJAR Y ARRIESGAR. TEMEMOS A LAS ADVERSIDADES, A LAS CRISIS, A LOS CAMBIOS,
PERO SIN ELLOS NO HABRÍA CRECIMIENTO, CREATIVIDAD NI AVANCE SOCIAL, NI
PERSONAL.
Para todo esto rescatamos
una palabra que apenas era conocida y que está en pleno vigor hoy en día se
trata de LA PALABRA RESILENCIA.
Se define como la capacidad
para afrontar la adversidad. Es algo así como la ductilidad de un mineral, o
cualquier otra sustancia, para romperse o adaptarse.
El término “resilencia”
viene de la palabra resilio, que significa “rebotar”, en el sentido de
coger impulso ante una caída.
Es una capacidad que se
aprende, no es necesariamente innata y que depende de la actitud, de la
voluntad, de la creencia en uno mismo y sus posibilidades, del afán de no
ahogarse en los problemas.
El verdadero caos en la vida
las personas, viene en numerosas ocasiones dado por la pereza que les asiste
para encontrar soluciones. Es más fácil dejarse llevar tobogán abajo.
Gran parte del éxito en
nuestra relación con la adversidad es LA “ACEPTACIÓN”, EN PRIMER LUGAR, DE LO
INEVITABLE. A veces esto lleva un tiempo. Otorguémonos ese espacio temporal.
Será necesario para recomponer el mapa de nuestra mente y nuestra alma.
REVISEMOS “NUESTRO DIÁLOGO
MENTAL”, en él hay muchas trampas en las que caemos muy fácilmente. ¿Nos engañamos,
nos perdonamos con demasiada facilidad y también nos culpamos con demasiada rapidez?
Hagamos una revisión de este
continuo dialogo con la mente.
Paremos a descansar. LAS
ADVERSIDADES SON TRAUMÁTICAS Y REQUIEREN UNA PARADA. Tomemos aliento. Separémonos
de ellas. Observémoslas sin implicarnos (aunque nos impliquen); pensemos que le
han sucedido a otra persona y decidamos qué actitud tomaríamos en ese caso.
Salgamos a dialogar con
ellas desde una actitud constructiva. ¿Qué me enseña el dolor que estoy
pasando? ¿Para qué me sucede? ¿Qué tengo que aprender de esta experiencia? ¿Cómo
debe ser el siguiente paso?
Debemos poner mucha atención
al paso que está por dar, y que será el primero de una nueva situación, debemos
encontrarnos con nuestra fortaleza interior y recomponernos junto a otras
personas de valor que sean significativas para nosotros.
LA VERDADERA CRISIS ES LA
CRISIS DE LA DISOLUCIÓN DE NOSOTROS MISMOS EN LO QUE DUELE. NO ES MOMENTO DE
PERDERNOS, SINO DE ENCONTRARNOS DENTRO.
TODO ESTÁ EN NOSOTROS.
FUERA, ESO QUE LLAMAMOS REALIDAD NO ES MÁS QUE LOS PENSAMIENTOS Y LOS JUICIOS
QUE HEMOS CONSTRUIDO DENTRO.
NO HAY CRISIS INSERVIBLES. NO
HAY ADVERSIDAD QUE NO SEA UNA MAESTRA.
LA REALIDAD EMPIEZA Y
TERMINA CON CADA UNO. TODO DEPENDE DE LA ACTITUD CON QUE ENFRENTEMOS LAS
SITUACIONES ADVERSAS.
REFLEXIÓN FINAL
EL ODIO
HAY QUE COMPENSARLO CON AMOR, SI SE COMPENSA CON ODIO, SIEMPRE QUEDA ODIO
SOBRANTE, POR ESO LOS SABIOS NO RECHAZAN AL CULPABLE, NO LE ACUSAN, NO LE
JUZGAN, DEJAN SIMPLEMENTE QUE EL AMOR ACTÚE.
LA
VIDA ES MÁS GRANDE O MÁS PEQUEÑA SEGÚN LAS GANAS QUE LE ECHES Y EL AMOR QUE LE
PONGAS. TIENE UNA FORMA U OTRA, SEGÚN LA LIMES, LA MOLDEES Y LA VAYAS
AMASANDO.
Los
frutos no son los mismos para todos: cada uno nace con la semilla que debe
desarrollar…. cultivarla bien lleva al éxito.
No
envidies la de nadie, porque en todas se puede dar anchura, espacio y
plenitud. En todos los campos hay malas hierbas, sequías, tramos
pedregosos, arenosos, inseguros, pero en ninguna falta un roció diario, un sol
que caliente y una lluvia que nutra.
LA
CONFIANZA EN TI MISMO, UNIDA AL ESFUERZO Y EL TRABAJO CONTINUADO, TE SACA DEL
APURO…¡SOLO NECESITAS ECHARLE GANAS!
Cuando
uno hace lo que le gusta, sólo cuenta el avance, no las horas que le dedica;
sólo cuenta que su objetivo va cuajando, no el esfuerzo y el tiempo que entero
en él; sólo cuenta la semilla que lleva dentro para desarrollar, no la clase de
árbol que se le ha destinado.
Cuando
te gusta lo que haces, no percibes el tránsito del tiempo, que siempre te
parece corto, ni el vuelo de las horas, que siempre parecen bien empleadas.
Casi
siempre soñamos ser lo que no llegaremos a ser nunca, pero en medio está el
motor de la esperanza que nos impulsa y el aliciente que nos aguijonea la vida.
Debes
saber penetrar con ojo de águila en la realidad que te rodea y a la vez saber
volar sobre ella y mirar desde arriba dónde debes posarte.
ÉCHALE
GANAS A LA VIDA, AUNQUE ALGUNOS MIREN MÁS LA HUELLA DE TUS FRACASOS QUE LA
EXCELENCIA DE TUS LOGROS.
Te
encontraras que la vida se cansa de presentar los mismos hombres y los mismos
acontecimientos... pero nosotros nunca acabamos de entender. Parece que
sólo se aprende en la derrota, se adquiere sabiduría en las guerras perdidas y
habilidad en la realidad y los escollos.
Échale
ganas a la vida, aunque no sea fácil, y a veces parezca que nada puedes
conseguir y nada vale la pena. Vive tus sentimientos, expresa tu verdad,
despójate de prejuicios, asimila los hechos y adórnalo todo con la imaginación.
Ordena
tus ideas, aléjate del pensamiento que te tortura y de los lastres que te
hunden, desecha todo eso que le roba belleza a la vida. Mírate como en el
fondo de un estanque y líbrate de tu propia basura.
EL
ALMA SE LIMPIA CON AMOR, LA VIDA SE ENDEREZA RECTIFICANDO Y UNO SE HACE HOMBRE
TOCANDO EL ALMA DE LAS PERSONAS.
No
le busques a la vida metas definitivas, porque todo es evolutivo,
transformable, susceptible de mejoría.
Échale
ganas a la vida, y corre sobre ella como si llevaras la fuerza en los estribos,
la acción en las manos, la convicción en la frente y el fuego en el corazón.
MUCHAS
VECES GUARDAMOS EN NUESTROS CORAZONES LA ESPERANZA DE QUE UNA SITUACIÓN VAYA A
FINALMENTE TOMAR EL RUMBO QUE NOSOTROS QUISIÉSEMOS, PERO SIN EMBARGO,
SABEMOS DE ANTEMANO QUE LAS PROBABILIDADES ESTÁN EN CONTRA Y SENCILLAMENTE
AQUELLO QUE ESPERAMOS NO OCURRIRÁ.
LA VIDA ES TAN SENCILLA O
TAN COMPLEJA COMO NOS LO PROPONGAMOS,
aún las situaciones de mayor demanda emocional pueden simplificarse a través de
una buena actitud.
ESTAMOS AQUÍ PARA SER
FELICES,
para aprender, para crecer, pero podemos fácilmente entorpecer con nuestras
decisiones los caminos más iluminados que nos permiten estar en armonía con
nuestro bienestar.
La
paciencia definitivamente es una excelente calidad humana, quien goza de buen
uso de ella, es capaz de transitar sin mayor agonía todas las vivencias a las
que se ve expuesto. La paciencia debemos cultivarla, porque nos da paz mientras
las cosas que queremos que ocurran, finalmente se manifiestan.
Sin
embargo, cuando esperamos algo que tenemos la impresión de que no llegará, e
incluso la seguridad de que no va a llegar, estamos desperdiciando tiempo y
energías valiosas y probablemente estemos dejando pasar oportunidades que
pudiesen resultar para nosotros fructíferas y gratificantes, ya que estamos tan
extrañamente enfocados en que algo llegue que no somos capaces de apreciar las
infinitas posibilidades que se abren ante nosotros.
Utilizar
la intuición es realmente útil cuando debemos tomar decisiones que impliquen esperar
pacientemente o dejar ir. Cuando nuestra intuición se inclina por dejar ir,
debemos soltar las amarras que nos atan a una situación, debemos evaluar la
situación, aprender lo necesario y liberarnos de la posibilidad de esperar.
POR QUÉ QUEDARNOS ESPERANDO
ALGO QUE NO LLEGARÁ
El
ser humano tiende a cerrar los ojos ante lo que le resulta doloroso, puede ser
que a corto plazo se logre un ahorro en el malestar generado, pero a la larga,
resultará más doloroso haber cerrado los ojos ante una realidad. La vida se disfruta mejor desde la valentía,
la entereza de reconocer cuándo algo ha llegado a su fin, cuándo no hay vuelta
a atrás, cuando debemos subir anclas y zarpar y cuando algo no llegará.
Las
razones para aferrarnos a una fantasía responden a muchos factores: amor por
alguien más, escaso amor propio, problemas de merecimiento, miedo, costumbre,
disociación con la realidad, esperanzas ciegas, etc.… esto dependerá de la
persona y de la situación, pero se mantiene el factor común en todo esto: LAS FANTASÍAS PUEDEN HACERSE REALIDAD, ES
CIERTO, PERO SI DAMOS POR HECHO QUE NO SERÁ ASÍ, ES JUSTAMENTE PORQUE UNA PARTE
DE NOSOTROS MANEJA ESA VERDAD.
Hacernos
conscientes de la realidad, internalizarla y ponerla bajo el foco de la
iluminación, nos ayudará a liberarnos de las cadenas autoimpuestas que nos
colocan en la penosa y frustrante situación de esperar aquello que no
vendrá.
SOMOS LIBRES DE TOMAR EL
RUMBO DE NUESTRAS VIDAS Y
ES NUESTRA RESPONSABILIDAD ALINEARNOS CON NUESTRO BIENESTAR Y DENTRO DE ÉL SE
ENCUENTRA ESE NIVEL DE CONSCIENCIA QUE NOS PERMITE DECIDIR Y PONER LAS COSAS EN
ORDEN Y ARMONÍA EN NUESTRA MENTE Y NUESTRO CORAZÓN.
CUANDO
LA COMPRENSIÓN SUCEDE, TODAS LAS PIEZAS ENCAJAN.
Comprender
no es entender, pues el entendimiento, opera tan solo en la mente conceptual.
La comprensión es como un relámpago súbito de ampliación y globalidad
manifiesta, es la base del cambio, y cada día se puede hacer algo por
encontrarla.
LA
COMPRENSIÓN ES VER DESDE EL CORAZÓN, ALGO QUE SUCEDE TAN SOLO A PARTIR DEL
ADENTRAMIENTO DEL ALMA.
Más
tarde, las cosas no serán igual aunque parezca que se repitan. Conviene estar
dispuestos a rendirse a la idealización de los egos y soltar exigencias.
Hagamos espacios de silencio e investiguemos en el ser, desde lo más hondo de
la consciencia.
LA
ACEPTACIÓN ES UN ACTO SUBLIME por el que uno toma conciencia de que a otro
nivel, todo lo que acontece es perfecto, incluidas nuestras ganas de que las
cosas sean de otra forma.
La
aceptación no debemos confundirla con la resignación, ya que no tienen nada que
ver la una con la otra.
LA
ACEPTACIÓN BROTA DESDE EL SILENCIO Y NACE DE LA VISIÓN AMPLIADA DE LAS LEYES
QUE GRAVITAN DETRÁS DE LOS ACONTECIMIENTOS Y SUS CAUSAS.
Cada
toma de consciencia sobre lo que en realidad nos pasa, conlleva abrazar el
dolor y aprender a no sufrir por el mal uso de una mente anticipativa,
victimista y adicta a la queja.
Aceptemos
nuestra vida y la partida que nos toca jugar en ella. Abracemos activamente lo
que sucede y dejémonos encontrar por la paz que somos, manteniéndonos atentos y
en total presencia.
LA
AUTENTICIDAD ES LA BASE DE UNA VIDA PLENA. La autenticidad es un antídoto para
el miedo, así como el canal por donde el amor fluye. Decir la verdad y ponerse
un día rojo, es mejor que arrastrar cien días en naranja. La autenticidad es el
camino para florecer y hacer madurar ese ego que en multitud de ocasiones nos
aprisiona. Para poder vivir y generar autenticidad, soltemos expectativas y
escuchemos la voz de nuestra alma y el consejo del corazón.
LA
AUTENTICIDAD NOS PIDE VIVIR AL DÍA, SIN APLAZAR ASUNTOS PENDIENTES, AL TIEMPO
QUE CONTEMPLAMOS EL CIELO ESTRELLADO QUE BRILLA EN LA NOCHE DE NUESTRO MUNDO
INTERNO.
LLEGADOS
ESTE PUNTO TE PREGUNTARAS: ¿QUÉ PUEDO HACER PARA ASIMILAR LO EXPUESTO Y COMPRENDERLO
MÁS ALLÁ DE LA PRESIÓN PSICOLÓGICA A LA QUE ESTAMOS SOMETIDOS EN NUESTRO DÍA
DÍA?
LA RESPUESTA ES
SENCILLA……………….INVESTIGA, MEDITA Y AMA.
UNO DE LOS ESTADOS DESEABLES
POR EXCELENCIA ES LA PAZ. LO QUE NO SIGNIFICA LA INMOVILIDAD, EL ASCETISMO O EL
AISLAMIENTO.
PAZ ES EQUILIBRIO. ARMONÍA.
AUSENCIA DE RUIDO. SENSACIÓN DE BIENESTAR. SERENIDAD EN LA AGITACIÓN. QUIETUD
EN LA MOVILIDAD.
Se puede estar en paz en
medio de la guerra. Se puede lograr la paz a pesar de que te rodee el infierno.
Se puede crear paz a partir de las cenizas de la batalla. Porque la paz nace y
emana de una actitud honesta, bondadosa y compasiva.
¿Hay algún lugar de paz en
el que te encuentres así? ¿Es tu propio cuerpo un lugar de paz? ?Hay paz en tus
ojos, en tus manos o en tu boca?.
No estamos en un mundo
propicio para la paz. La prisa nos devora. La agitación justifica la magnitud
de las tareas. Lo “movido” es lo que triunfa. El quieto, lo parado, el
silencio, la lentitud…se han asimilado a lo tonto, lo estúpido, lo ineficaz,
aquello sin resultados, en definitiva, el camino más rápido hacia la
desaparición.
Hemos dejado de lado el
mundo del sosiego. Todo lo que se relaciona con la observación, con la toma de
contacto con lo que hay detrás de lo que parece real, con la verdad que tiembla
tras la rapidez, no sirve.
No nos damos cuenta de que,
en lo lento, en el dejar tiempo para reposar el pensamiento o dejarlo pasar
está precisamente el estado de bienestar que nos regala la paz.
PREGÚNTATE DE
NUEVO. ¿DÓNDE Y DE QUÉ MODO ESTÁ EN MI LA PAZ? O, POR EL CONTRARIO,
¿SOY UN PERFECTO MODELO DEL DIBUJO MAL DELINEADO DEL MUNDO ACTUAL?
TÚ TIENES LA RESPUESTA.
CUANDO TE RESPONDAS NO OLVIDES QUE SIEMPRE, Y EN CUALQUIER MOMENTO, PUEDES
VOLVER A ELEGIR.
«SI HICISTE TODO CUANTO
SABIAS Y NO SALIÓ, LLORA. PERO HAZLO A LA VEZ QUE SONRÍES».
Esta es una de esas frases
que cuando la escuchas o la lees por primera vez, te invita a una reflexión
profunda por su contenido y hoy la comparto con todos vosotros/as.
HAY ALGO MUY SENCILLO Y ES
COMPORTARSE FIEL A TUS PRINCIPIOS A TU FILOSOFÍA PROFUNDA A TUS VALORES CUANDO
NADIE TE VE, CUANDO ESTAS A SOLAS CONTIGO MISMO.
En ese momento no hay que
adornar nada, ni utilizar trucos que no hacen magia, ni que recordar lo que se
dijo y no corresponde a lo que pasó, ni ir y venir desde la comedia al drama.
NO HAY QUE HACERNOS LAS
VÍCTIMAS, NI SER VERDUGOS DE OTROS. NO HAY QUE ECHAR BALONES FUERA, NI PONER LA
CULPA EN UNA TERCERA MANO QUE NO ES LA NUESTRA.
Tener una actitud sana te
libera. Te hace mirar al frente sin miedo y al pasado sin angustia. Te lleva
hacia la amplitud de un espacio abierto lleno de posibilidades.
Te hace sentir sereno,
tranquilo y a gusto contigo mismo. Te define en la armonía de saber que lo que
estás haciendo es lo correcto. Y decir correcto es sinónimo, en este caso, de
decir bueno para ti y malo para nadie.
Tener una actitud sana te
acerca a los demás porque no hay motivos de alejamiento por errores de cálculo,
ni por mentiras piadosas que nunca lo son.
LO SENCILLO ES PASAR POR LA
VIDA ROZANDO LO MEJOR DE TI, EXPANSIONÁNDOLO Y MULTIPLICÁNDOLO.
Lo más excelente, sentir que
eres tu mejor versión cada día y que sin agobios, sin prisa, pero sin dilación
conectas más rápido y de mejor forma con la esencia de bondad que a todos nos
constituye y que olvidamos a lo largo de nuestra existencia cuando creemos que
es más rentable presentarnos en el mundo con una careta.
LLENA TU VIDA DE ACTITUDES
SANAS. GANARÁS TÚ. MEJORARÁ TU ENTORNO. CRECERÁN LAS COSAS BUENAS DE TU MUNDO.
TODO IRÁ MEJOR.
EL AUTO ENGAÑO ES UN RECURSO
QUE EL SER HUMANO TIENDE A RECURRIR A ÉL, CUANDO LO QUE SIENTE, VE O PERCIBE NO
ES DE SU AGRADO Y NO SABE CÓMO CAMBIARLO.
Auto engañarse siempre
aporta negatividad. Es como si nos negásemos a nosotros mismos no queriendo ver
la realidad para no sufrir.
Cuando aludimos a este
término, todo parece de ficción. Nos vemos sumidos en la debilidad, impregnados
de timidez ante nosotros mismos y desesperados por reconocer la venda que
ponemos en los ojos para no ver lo que seguramente hemos visto ya hace mucho
tiempo.
Recurrir al engaño propio
tiene sus beneficios (pocos la verdad), pero necesario a veces. Supone poder
con situaciones de dolor inevitable e incluso, nos lleva a sobreponernos ante
desgracias ineludibles que llegan sin previo aviso y que no se pueden evitar.
Entre lo negativo del
autoengaño está la falsa realidad que creamos para defendernos del dolor que
sabemos o intuimos. Un marco demasiado estrecho para permanecer en él por mucho
tiempo.
En realidad, cuando se
produce esta situación estamos construyendo el sabotaje a nuestra dignidad, a
la capacidad para imponer la cordura o para evitar la locura.
CREEMOS QUE TODO NOS IRÁ
BIEN SI NO VEMOS “LO MALO”, PERO NO ES ASÍ PORQUE LO QUE ESTÁ MAL SIGUE
ESTÁNDOLO y tarde o temprano llamará a nuestra puerta para despertarnos, de
nuestra falsa realidad.
Es mejor ver la realidad tal
cual es. Saber qué terreno pisamos. Conocer dónde está el conflicto. Entender y
encararlas dificultades para tener la
opción de utilizar nuestras propias herramientas emocionales con las que poder
salir airosos ante nuestros propios ojos. LO CUAL NOS DARÁ UN AUMENTO DE
NUESTRA AUTO-ESTIMA.
Porque la mirada de los
demás nunca debe condicionarnos; nunca cambiar nuestro rumbo, nunca comportarnos
de otra forma a cómo lo hacemos desde nuestro interior.
Por algo elemental “nadie
nos conoce mejor que nosotros mismos”………….las opiniones y los juicios de los
demás, carecen del conocimiento necesario sobre nosotros, para tenerse en
cuenta y generalmente solo son meras proyecciones internas de la persona que
opina o juzga.
No es sano, para nuestra
salud mental, ni física, ni emocional distorsionar la realidad para que parezca
otra.
PODEMOS
Y DEBEMOS, ESO SÍ, SER COMPASIVOS CON NOSOTROS.
No emplear el juez riguroso
que desde dentro nos acusa y condena y mecernos la caricia de nuestro propio
consuelo para resistir y poder cambiar, todo lo que en nuestra vida no es cómo
nos gustaría.
Eso está dentro de nuestro
poder, como lo está no querer ver.
LO MÁS RECOMENDABLE PARA UNA
VIDA FELIZ, PERDONAR Y PERDONARNOS, ASÍ………………………TODO SERÁ MÁS FÁCIL.
André Luiz, esa entidad
inspiradora de una serie de valiosos libros que nos ilustran sobre numerosos
aspectos de la realidad espiritual, declara que a este plano inferior lo
denominan en el Más Allá El Umbral. Dice, además, que existe un subnivel
aún más terrible, donde moran aquellos que fundamentaron toda su existencia
exclusivamente en sí mismos, al que conocen como Las Cavernas. Y todas
las fuentes coinciden en una cosa: lo que lleva a los seres a estos planos
inferiores es, sobre todo, el apego a las cosas del mundo, los sentimientos
crueles y destructivos y el egoísmo exacerbado.
Por otra parte, en los planos
espirituales muy evolucionados las condiciones, situaciones y actividades de
sus moradores, aún siendo en parte análogas a las que conocemos, son de una
naturaleza, profundidad y amplitud tales, que nuestro lenguaje no tiene
palabras apropiadas para expresarlas. Parece ser que una de sus ocupaciones
fundamentales consiste en ayudar a los seres que se encuentran en etapas
inferiores en la escala de la evolución.
Otra circunstancia
mayoritariamente aceptada y reafirmada por fuentes del más dispar origen, es
que por traspasar la frontera de la muerte nadie se vuelve omnisciente. Cada
cual lleva consigo su propio sello; es decir, aquello que es íntimamente: sus
conocimientos y su ignorancia, sus tendencias y sus instintos; en suma, su
grado de conciencia. Tras desencarnar nadie se vuelve mejor o peor de lo que
fue en la vida física, con el importante factor a tener en cuenta que en dichos
planos no podemos ocultar lo que somos, no valen las apariencias, ahí cada cual
revela de diversos modos lo que lleva en su interior y verdaderamente es.
Al morir no cambia nuestra
apariencia externa, mantenemos esencialmente la forma y aspecto que teníamos en
la última vida física - incluyendo la diferenciación sexual con que nos
manifestamos en la última vida - y, en principio, el de la edad, aunque con
algunas salvedades y diferencias de detalles, como veremos.
En los seres más evolucionados,
después de un tiempo de reposo y adaptación - en estos casos normalmente
breve-se van manifestando en la forma
externa las cualidades morales adquiridas: en la expresión, en la mirada, en
cierta suavización de los rasgos, y sobre todo, en la luminosidad y color de su
cuerpo espiritual.
Además, ocurre un proceso
curioso, si desencarnó a una edad avanzada rejuvenece paulatinamente en su
aspecto exterior, adquiriendo la apariencia de la edad con la que interiormente
cada ser se siente más identificado psicológicamente.
OTRA
LLAMATIVA CIRCUNSTANCIA, SORPRENDENTE PARA QUIEN NO HAYA TENIDO HASTA AHORA
NOTICIA DE ELLO, ES QUE LOS SERES QUE DESENCARNAN SIENDO NIÑOS, SI NO
REENCARNAN PRONTO CONTINÚAN SU DESARROLLO NORMAL EN EL MÁS ALLÁ HASTA ALCANZAR LA
ETAPA DE SU PLENITUD FÍSICA Y PSICOLÓGICA
QUIEN NOS RECIBE
Familiares, amigos, guías especializados en atender a los
recién desencarnados, mentores y nuestro guía espiritual, que nos acompañan
hasta una vez hecho el transito.
Luego seremos llevados en función de cómo nos
encontremosa las distintas dependencias
que en el mundoespiritual, existen para
cada caso.
Y tras un tiempo variable, la entidad desencarnada
se ve impelida a ingresar en un plano concordante con su situación espiritual,
que equivale a un particular estado de conciencia. El cuerpo espiritual de cada
ser tiene, por decirlo así, una determinada "densidad" o
"vibración", lo cual hace que por "gravitación" recale
ineludiblemente en el plano que se corresponde con su estado evolutivo.
PODEMOS PREPARAR NUESTRA MUERTE
La actitud, el estado de
conciencia con el que lleguemos a la muerte, son determinantes para pasar,
mejor o peor, esa frontera. La mayor parte de los sufrimientos que pueden y
suelen darse en los moribundos obedecen a las tergiversadas ideas y miedos
provocados por una falsa educación espiritual y no al proceso desencarnatorio
en sí mismo. Las entidades espirituales nos dicen que es mucho más duro y
problemático para ellas el nacimiento que la muerte.
LA DR. E. KÜBLER-ROSS lo resume así: "LA
MUERTE PUEDE SER DOLOROSA; MORIR, PROPIAMENTE, NO LO ES".
LA TOMA DE CONCIENCIA POR UN NÚMERO CRECIENTE DE
PERSONAS SOBRE LO QUE ES Y ENTRAÑA EN VERDAD EL PROCESO LLAMADO MUERTE, SOBRE
LA REALIDAD DEL PLANO ESPIRITUAL Y LAS DIFERENTES SITUACIONES QUE EN ÉL SE DAN
EN FUNCIÓN DE LO QUE SOMOS Y HACEMOS CON NUESTRAS VIDAS, ES UNA DE LAS CLAVES
QUE ESTÁN FAVORECIENDO, QUE EL SER HUMANO CADA VEZ MÁS CONSCIENTE, TENGA UNA
PARTICIPACIÓN CADA VEZ MAYOR EN SU PREPARACIÓN, PARA EL MOMENTO DE SU DESENCARNACIÓN.