“DICEN LOS SABIOS, QUE NO
SOMOS RESPONSABLES DE LOS PENSAMIENTOS QUE TENEMOS, PERO SI LO SOMOS DE LOS QUE
SE QUEDAN EN NUESTRA CABEZA”
A VECES, NO PODEMOS CAMBIAR
LA REALIDAD QUE NOS RODEA. PERO LO QUE SÍ ES POSIBLE ES TRANSFORMAR NUESTROS
PENSAMIENTOS PARA MANEJAR ESA SITUACIÓN CON OTRO ENFOQUE, CON OTRAS
PERSPECTIVAS Y NUEVOS ÁNIMOS. TUS PENSAMIENTOS CORRECTOS TE LLEVAN A TENER UNA
BUENA CALIDAD DE VIDA.
Nos lo dicen con frecuencia:
si quieres mejorar tu vida aprende a pensar de manera diferente. Suena bien, lo
tenemos claro, pero ¿Cómo se hace eso? ¿Mediante qué tipo de alquimia mental
puedes cambiar tus pensamientos? La verdad es que no es tan fácil, el cerebro
no es como una habitación donde uno pueda, de un día para otro, quitar unos
muebles para poner otros.
Todo nuestro universo
psicológico es tremendamente resistente. Tampoco funciona de manera tan rápida
eso que tantas veces nos recomiendan de «transforma tus pensamientos negativos
en positivos».
LOS ESQUEMAS MENTALES SON
PROFUNDOS, RÍGIDOS Y MUY POCO DADOS A LA TRANSFORMACIÓN ESPONTÁNEA POR
MUCHO QUE UNO LO DESEE.
Todo ello requiere de un
profundo trabajo por nuestra parte, de una delicada artesanía en la cual ir
rompiendo patrones y desactivando enfoques mentales.
Por otro lado, hay algo que
conviene entender primero: los pensamientos, por sí mismos, no tienen poder
sobre nosotros. En realidad, no son más que experiencias mentales fugaces que
van y vienen. Ahora bien, en ocasiones tendemos a reforzar unos por encima
de otros, damos relevancia a una serie de ideas que no siempre nos benefician.
Es así como surge la ansiedad y así como se van edificando las
depresiones.
PENSAR BIEN ES VIVIR
BIEN. Aprender a hacerlo supone caminar hacia un cambio notable en nuestra
realidad inmediata, gracias al cual podremos experimentar por fin eso que tanto
hemos echado en falta: LA FELICIDAD.
Cómo aprender a cambiar tus pensamientos,
Fue Frederic Charles Bartlett profesor de psicología experimental de la
Universidad de Cambridge, quien habló por primera sobre algo que sería decisivo: EL
PENSAMIENTO Y EL RECUERDO SE PUEDEN RECONSTRUIR.
Ahora bien, tal y como
señalábamos al inicio, ese viaje de transformación no es sencillo. No puedes
cambiar tus pensamientos de una semana para otra. La mente humana es obstinada,
no es fácil convencerla de que interprete determinadas cosas de otro modo,
que sea capaz de ver la cara amable de la vida y no ese reverso en el que
solo se contienen la preocupación y la negatividad.
Asimismo, tampoco podemos
dejar de lado un hecho: EMOCIÓN Y PENSAMIENTOS SIEMPRE VAN DE LA MANO, SE
RETROALIMENTAN. Es muy complicado decirle a la mente «tómate las cosas
de otro modo y piensa en nuevas soluciones» cuando estamos atrapados
por el miedo, por la angustia o la tristeza. ¿Qué podemos hacer en
estos casos?
La mente deja correr los
pensamientos de manera frenética. Es como un torrente
de agua que fluye a toda velocidad. No siempre somos conscientes de lo que
ocurre en nuestro interior.
La estrategia que debes
seguir para cambiar tus pensamientos es detectar, en primer lugar, cuáles son
precisamente los que deben ser transformados. Es decir, debes convertirte
en un cazador de las ideas negativas e irracionales que contaminan el
océano de tu universo psíquico. Para ello, lo mejor es relajarnos, calmar la
mente, coger una libreta y describir esos pensamientos que nos perturban.
Una vez detectados esos
pensamientos negativos hay que analizarlos. ¿Qué
significa esto? Que tendremos un diálogo con nosotros mismos para pasar esas
ideas por un filtro, uno donde preguntarnos: “¿tiene lógica este
pensamiento?”, “¿me sirve de algo?”, “Si me genera sufrimiento, ¿por qué lo
estoy reforzando?”, “¿Qué es lo que debería hacer con él?”.
EL ÚLTIMO PASO ES EL MÁS
DECISIVO Y TAMBIÉN EMOCIONANTE. CAMBIAR TUS
PENSAMIENTOS PARA TRANSFORMAR TU DESTINO.
Es aquí donde se eleva
nuestro compromiso y responsabilidad con nosotros mismos. Al
fin y al cabo, el proceso para cambiar tus pensamientos requiere ponerte cara a
cara contigo mismo para descubrir que llevas mucho tiempo saboteándote.
Es tomar conciencia de que
has estado alimentando pensamientos destinados a mermar tu autoestima y
a limitarte oportunidades vitales que te hubieran permitido ser un poco más
feliz. No obstante, siempre estás a tiempo.
LA ÚLTIMA ETAPA EN ESTA
TAREA IMPLICA REFORMULAR ESAS VIEJAS Y DAÑINAS IDEAS POR UNAS MÁS LIMPIAS,
OPTIMISTAS, REALISTAS Y ÚTILES. ES DESINFECTAR LA NEGATIVIDAD PARA DEJAR
PASO A LA ESPERANZA. ES CAMBIAR EL ENFOQUE PARA DESCUBRIR DE PRONTO QUE CON ESA
VARIACIÓN EL MUNDO CAMBIA Y TAMBIÉN TÚ CAMBIAS.
PORQUE TE SIENTES MÁS LIBRE,
MÁS SEGURO PARA TOMAR NUEVAS Y MEJORES DECISIONES. NO DUDEMOS, POR TANTO,
EN APRENDER A PENSAR MEJOR PARA VIVIR COMO MERECEMOS.
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