MANTENEMOS DE FORMA EQUÍVOCA
LA CREENCIA DE QUE NO TENER COMPAÑÍA EN LA VIDA ES ALGO TERRORÍFICO. HAY POCAS
COSAS QUE NOS INSPIREN TANTA TRISTEZA Y COMPASIÓN COMO CONTEMPLAR A ALGUIEN “EN
SOLEDAD”.
DE HECHO, PARECE QUE DESDE
LA MÁS TIERNA INFANCIA ESTO NOS RESULTA CHOCANTE, PERO LO CIERTO ES QUE DE
NIÑOS SABÍAMOS APRECIAR ESOS RATOS CON LA ÚNICA COMPAÑÍA DE UNO MISMO.
“Hay personas que tienen pareja,
pero se sienten tan solas y vacías como si no las tuvieran.
Hay otras que por no
esperar deciden caminar al lado de alguien equivocado y en su egoísmo, no
permite que ese alguien se aleje aun sabiendo que no le hace feliz.
Hay personas que
sostienen matrimonios o noviazgos ya destruidos, por el simple hecho de pensar
que estar solos es difícil e inaceptable. Hay
personas que deciden ocupar un segundo lugar tratando de llegar al primero,
pero ese viaje es duro, incómodo y nos llena de dolor.
SIN EMBARGO, HAY
OTRAS PERSONAS QUE ESTÁN SOLAS Y VIVEN Y BRILLAN Y SE ENTREGAN A LA VIDA DE LA
MEJOR MANERA. Personas que no se apagan, al
contrario, cada día se encienden más y más. Personas que aprenden a disfrutar
de la soledad porque las ayuda a acercarse a sí mismas, a crecer y a fortalecer
su interior.
Esas personas son las
que un día sin saber el momento exacto ni por qué se encuentran al lado
del que las ama.
Hay personas que no saben,
no quieren o no conocen la posibilidad de no tener pareja o de caminar solas
por la vida, por lo que se asustan ante la gente que prefiere caminar sola. En
verdad, la necesidad y el miedo a estar solo se, se palpa.
NO ENTIENDEN QUE LA
COMPAÑÍA DE UNO MISMO ENSEÑA A DISCERNIR LO QUE UNO QUIERE Y LO QUE NO EN SU
VIDA, ASÍ COMO A RESPETARTE Y DEFENDERTE. Esto favorece que el amor llegue
de una forma extraordinariamente diferente que el que llega cuando uno no se
cultiva a sí mismo.
Así, las personas que aman
por necesidad se esclavizan a sí mismas obligándose a mantener relaciones
que están intoxicadas desde el principio. Tristemente esta necesidad abunda, es
un virus que nos amenaza de forma permanente, creando dependencias absolutamente
letales para el amor propio.
SABER DISFRUTAR DE LA
COMPAÑÍA DE UNO MISMO, ES DE VITAL IMPORTANCIA Y NOS HACE SENTIR PLENOS.
Es por esto que encontrar
la compañía en uno mismo es un maravilloso tesoro. No se trata de pensar que
somos autosuficientes en todos los aspectos porque, aunque en realidad solo nos
necesitamos a nosotros mismos para respirar, el aspecto socioemocional es
verdaderamente importante para mantenernos equilibrados, ya que el ser humano
como sabemos es un ser social.
Lo que sí podemos decir es
que no necesitamos a nadie, pero sí que preferimos ciertas compañías que
sintonicen con nuestro interior, aunque haya personas que no lo entiendan. Este
asunto de la independencia emocional lo podemos resumir en una simple
frase: ES MUCHO MEJOR QUE TE NECESITEN PORQUE TE QUIERAN Y NO TE
QUIERAN PORQUE TE NECESITEN.
La soledad elegida es
grandiosa porque te ayuda a conocerte a ti mismo, a valorarte y a confiar
en ti como burbuja de protección. No es necesario no tener pareja para elegir
la soledad, puedes tener una vida relacional totalmente plena, pero necesitar
reservarte unos minutos al día o a la semana para ti.
Se trata de gozar de
momentos de intimidad más que de soledad. Y no solo es una opción, sino que
resulta verdaderamente recomendable para todo el mundo.
Frecuentemente nos
equivocamos pensando que la soledad elegida y la soledad obligada son lo mismo,
siendo la dureza de la última la que identificamos con facilidad.
La soledad obligada, en la
que añoras y te sientes aislado ante tu dolor, es un sentimiento que rompe al
ser humano. Además, cuando estamos inmersos en este tipo de
soledad, erramos buscando mostrar indiferencia pensando que eso nos
protegerá y enmascarará nuestra desolación, pero con ella solo conseguimos
destruir nuestro amor.
Sin embargo, esto no
pasa cuando la soledad es elegida, cuando necesitamos que ella
nos aconseje y nos ayude a encontrar esa parte de nosotros mismos que hemos
perdido.
Acompañarse a uno
mismo y disfrutar de esos momentos de intimidad personal nos ayuda a pensar y a
ejercitar nuestra mente.
Pasamos media vida
pretendiendo ser y hacer a los demás felices, creándonos una obligación
constante de satisfacer lo que los demás demandan sin pensar en nuestro mundo
interno. La soledad elegida o autonomía es la experiencia más cercana a la
libertad que podemos experimentar.
SIN DUDA, A PESAR DE LO QUE
LA SOCIEDAD NOS DICE, ACOMPAÑARNOS A NOSOTROS MISMOS ES ALGO
EXTRAORDINARIAMENTE DESEABLE Y, DESDE LUEGO, LA ÚNICA VÍA
PARA ALCANZAR EL EQUILIBRIO INTERIOR.
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