sábado, 17 de noviembre de 2018

RECURSOS INTERNOS CONTRA EL MIEDO “AL FUTURO” (REFLEXIONES PARA EL FIN DE SEMANA)

COMENZAMOS EL SIGLO XXI BAJO EL SÍNDROME DEL FAMOSO “EFECTO 2000” QUE OCUPÓ PÁGINAS Y PÁGINAS EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE TODO EL MUNDO SEMBRANDO LA INCERTIDUMBRE, LA INSEGURIDAD Y EL MIEDO EN LA MENTE DE TODOS LOS CIUDADANOS DE LA TIERRA A LOS QUE LLEGABA LA NOTICIA.

Se presentaba como una gran amenaza para la civilización, con problemas insalvables cuando los sistemas informáticos de todo el mundo llegaran a la fecha 00. Las noticias eran alarmantes y, puesto que todo nuestro mundo estaba organizado y dirigido por ordenadores, dibujaban un panorama en el que múltiples desgracias se producirían a partir del momento en el que el reloj marcase el primer minuto del 1 de enero del 2000.

¡Y pasó ese minuto, y el siguiente, y el siguiente…! Y aquí seguimos. Pero –como decía antes- aquel episodio marcó una tendencia que se sigue manteniendo por inercia:

LA SOCIEDAD CIVIL SOMETIDA A LOS DICTADOS DEL MIEDO. CUYA SEMILLA PLANTADA SIGUE SIENDO ALIMENTADA Y REGADA POR UN SISTEMA PERVERSO QUE SABE QUE UNA PERSONA CON MIEDO ES ABSOLUTAMENTE MANIPULABLE.

Hoy no hay efecto 2000 pero aquella amenaza ha sido sustituida por otras: las informaciones sobre el peligro de las tormentas solares siguen circulando libremente por las autopistas de las redes sociales… Los más alarmistas plantean un mundo en el que nada va a funcionar pues las interferencias que las emisiones del Sol causarán afectarán a los sistemas eléctricos, informáticos y de comunicación de todo tipo.

Y cuando hay una tregua en la generación de esas noticias nos llegan otras sobre bacterias (que algunos aseguran creadas en laboratorios) que causan enfermedad y muerte además de cuantiosas pérdidas económicas por las “medidas preventivas” que los gobiernos ponen en marcha para proteger a la ciudadanía.

O nos inducen –empleando campañas de información absolutamente sesgada- a vacunaciones masivas preventivas de males mayores que van a venir.

Además, tenemos el telón de fondo que nos muestra diariamente nuevas imágenes sobre la crisis económica que nos ahoga un poco más que ayer pero menos que mañana.

Y por si eso fuera poco las decisiones que toman los gobiernos y las instituciones, para dar respuesta a todos esos problemas planteados de forma abierta, NOS SUMEN EN UNA COMPLETA INCERTIDUMBRE, SORPRESA E INSEGURIDAD.


Los gobiernos –sean del signo político que sean- están sometidos a los intereses del mercado, a la rentabilidad del capital, a la especulación de los “valores” (que circulan de unas bolsas a otras buscando más dinero para los inversores). Y por si eso fuese poco, se inyecta dinero a las entidades financieras para seguir manteniendo un sistema que está condenado a morir.

Los servidores públicos (políticos) se han olvidado de que deben trabajar para la sociedad, que su trabajo y dedicación deben ir dirigidos a cubrir las necesidades humanas y no a pagar la deuda al Banco Mundial o al Fondo Monetario Internacional.

CABRÍA LLEGADO ESTE MOMENTO PREGUNTARNOS ¿HACIA DÓNDE VAMOS?

La mente humana es –en estos tiempos- especialmente inestable. Se ve sometida a los vaivenes de las emociones, a las presiones del exterior, a los retos que se le presentan a la persona –que son de una naturaleza desconocida- Todos los expertos y analistas de cualquier sector de la sociedad coinciden en que nos encontramos a las puertas de un cambio de proporciones inimaginables, tal vez comparable a la revolución Neolítica.

Los sistemas políticos, religiosos, económicos, científicos y de toda índole han hecho crisis y están abocados a una auténtica revolución. Y el problema es que como nunca se había producido una situación similar, los protocolos de actuación que se aplicaban antes ahora no sirven.

Una mente dominada por el miedo no encuentra salida a las dificultades cotidianas, no es capaz de generar soluciones, no accede al potencial creativo que toda persona lleva dentro… una mente dominada por el miedo sucumbe ante los problemas y entonces el desánimo, la desesperanza, la falta de confianza y la inseguridad medran a sus anchas generando somatizaciones que desembocarán en enfermedades tanto físicas como psicológicas.

PARA ELIMINAR EL MIEDO Y ALCANZAR LA ESTABILIDAD MENTAL ES PRECISO QUE EL SER HUMANO ENCUENTRE PUNTOS FIJOS QUE LE SIRVAN DE REFERENCIA. 

¿Dónde se pueden encontrar, entonces, esos puntos de referencia?

EN EL ÚNICO LUGAR POSIBLE, ES DECIR EN EL CORAZÓN DEL SER HUMANO PORQUE ALLÍ SE ENCUENTRA EL PROGRAMA DEL ESPÍRITU QUE ES INAMOVIBLE POR DEFINICIÓN.

Para afrontar todos los miedos que aparecen y seguirán apareciendo ensombreciendo nuestra vida cotidiana es necesario volver la vista hacia el interior y buscar apoyo en las referencias que se encuentran en el corazón del ser humano. Y eso se puede hacer en dos fases:

EL PRIMER PASO es buscar en el cofre de los valores internos Es importante, que cada ser humano sea consciente de sus valores, del marco ético que rige su vida y que va a condicionar su manera de entender la realidad, sus relaciones y su escala de valores. Y es que a pesar de todos los condicionantes el ser humano tiene intactos sus valores intrínsecos: la libertad, la verdad, la justicia, la paz y el amor. Estos valores sólo se pueden generar desde el corazón.  
EL SEGUNDO PASO es la identificación de sus recursos internos, de las capacidades y habilidades que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra experiencia de vida para echar mano de ellos y utilizarlos para responder a las demandas y retos que se nos presentan. 

Cada vez más personas, en cualquier lugar del mundo, empiezan a demandar más transparencia y participación en las cuestiones que incumben a su vida. Piden que su participación cuente y se escuche su voz.

TODAS ESAS DEMANDAS IRÁN EN AUMENTO PORQUE LA CRISIS SEGUIRÁ AGRAVÁNDOSE Y CRECIENDO Y ESO HARÁ QUE UNA MULTITUD DE SERES HUMANOS EN TODO EL MUNDO NO AGUANTEN MÁS Y LUCHARÁN POR UN MUNDO MEJOR FAVORECIENDO UN REPARTO JUSTO DE LOS RECURSOS QUE TENEMOS, ESO SI, SERÁN MOVIMIENTOS PACÍFICOS QUE TRATARÁN DE REVERTIR EL ACTUAL ESTADO DE COSAS A NIVEL PLANETARIO.


martes, 13 de noviembre de 2018

LA EDUCACIÓN EMOCIONAL…. CLAVE DE LA COMUNICACIÓN


PARA QUE SE DÉ UNA BUENA COMUNICACIÓN CUANDO NOS RELACIONAMOS A TODOS LOS NIVELES, ES NECESARIO CONECTAR CON NUESTRAS PROPIAS EMOCIONES Y CON LAS DE LOS DEMÁS.

Quizás estén de acuerdo conmigo en que, muchas veces, la forma que tenemos de comunicarnos con los otros nos separa más que nos une. La mala comunicación muchas veces hace que muchas parejas se separen, que exista un clima enrarecido en nuestros trabajos, que hayan conflictos entre padres e hijos, entre hermanos, entre amigos. Y una solución a esto pasa por incluir una buena educación Emocional en nuestro sistema de comunicación.

Una parte importante de la EDUCACIÓN EMOCIONAL consiste en aprender a tomar conciencia de tus emociones y de las emociones de todas las personas con las que te relacionas normalmente.

Esto último, el tomar conciencia de las emociones de los demás, es un elemento muy importante si queremos comunicarnos de forma más respetuosa y más comprensiva con los demás. Si logramos comunicarnos de esta forma, conectando con las emociones, estaremos desarrollando una excelente comunicación emocional.

Veamos algunos beneficios de una buena educación emocional en nuestra comunicación:  

1.- Evitamos discusiones cargadas de emociones negativas.

2.- Llegamos a acuerdos, tendiendo puentes a través de las emociones, promoviendo el acercamiento en lugar del distanciamiento.

3.- Aprendemos a no reprimir las emociones y a expresarlas sin agresividad.

4.- Mejora nuestra salud física, mental y emocional, evitando los trastornos somáticos, porque expresamos las emociones adecuadamente, sin agresividad ni sumisión. Evitamos que nos salgan eczemas en la piel, dolores de cabeza, tensiones musculares, insomnio, problemas de estómago, etc. Nos ahorramos las visitas al médico y a la farmacia.

5.- No nos sentimos culpables por el comportamiento del otro.  

6.- Mejoramos el conocimiento que tenemos de las emociones y del comportamiento del otro y esto nos ayudará a prevenir futuros malentendidos.

7.- Los que se relacionan con nosotros, se sienten más y mejor comprendidos porque hemos sabido leer sus emociones más allá de sus palabras y de su lenguaje no verbal. 

8.- Mejora nuestra “CONFIANZA SOCIAL” Y “NUESTRA AUTO-ESTIMA” porque nos sentimos más capaces de comunicarnos y de resolver conflictos con los demás. 

Como veis la educación emocional en la comunicación tiene muchos beneficios. A diferencia del sistema de comunicación convencional que únicamente tiene en cuenta al emisor, al receptor y al mensaje, la comunicación emocional tiene en cuenta, además, la relación emocional: cómo conecto yo con mis emociones y cómo conecto con las emociones del otro.

Para entenderlo un poco mejor veamos algunos ejemplos:

Alguna vez, a lo largo del día se han preguntado: ¿cómo me sentí cuando aquel amigo/amiga me habló de forma tan cortante? ¿Cómo me sentí hoy cuando mi pareja me amenazó diciéndome tal, tal y tal? ¿Qué sentí cuando mi jefe me anunció aquella promoción? ¿Qué sentí cuando me ridiculizaron delante de mis compañeros de trabajo? Estas preguntas nos ayudan a conectar con nuestras emociones y nos permiten conocernos y comunicarnos mejor con nosotros mismos. 

Además, podemos aprender a tener conciencia de las emociones del otro, intuyéndolas a través de su lenguaje verbal y no verbal.

Por ejemplo, ¿alguna vez, estando en su trabajo, algún compañero/a les ha puesto mala cara o se ha mostrado ausente, sin ganas de hablar? ¿Qué han pensado sobre él o sobre ella? Se han preguntado: ¿cómo se siente esta persona?, ¿estará triste o enfadado/a por algo?

Alguna vez si mi pareja llega a casa y me fijo en su rostro y en su lenguaje no verbal (cansancio) y en sus palabras (monosílabos, tono de voz apagado, sin ganas de conversar), ¿qué es lo que hacemos normalmente? Lo que solemos hacer es hablarle aceleradamente para ver si así reacciona o le exigimos que me hable y sonría porque yo no me merezco que él/ella me mire así o me hable con esa desgana.

Esta respuesta nuestra dificulta mucho la comunicación con el otro, conseguimos todo lo contrario, incomunicación y que el otro se ponga a la defensiva.

Pero si lo que quiero es fomentar la comunicación con el otro, es necesario que comprenda cómo se siente y comunicarme con él/ella desde sus emociones, permitiéndole que se tome su tiempo, adaptándome a su ritmo en ese momento.

ESTÁ MUY BIEN COMUNICARNOS CON UNA BUENA EDUCACIÓN EMOCIONAL, PERO NO OLVIDEMOS OTRO COMPONENTE FUNDAMENTAL PARA UNA EXCELENTE Y MARAVILLOSA ………… COMUNICACIÓN EMOCIONAL ……………………. EL AMOR EN SUS DOS MÁXIMAS EXPRESIONES, A UNO MISMO Y A LOS DEMÁS.



sábado, 10 de noviembre de 2018

NO SEAS UNO MÁS…….. SE TÚ MISMO (REFLEXIONES PARA EL FIN DE SEMANA)

“Dedicarse a servir cervezas o llevar pizzas no te quita dignidad. Tus abuelos lo llamaban de otra forma: oportunidad”……..Bill Gates


TODOS ADMIRAMOS ESAS HISTORIAS EN LAS QUE UN SER HUMANO ES CAPAZ DE ROMPER CON TODAS LAS FUERZAS QUE LE EMPUJAN A SER UNO MÁS Y EMPIEZA SU PROPIO CAMINO. EMPIEZA A SER ÉL.

Nos gusta ver cómo el ser humano se lanza a la aventura, cómo da la vuelta al mundo con su pequeña cámara de fotos y cómo, tras años de trabajar en una vieja cafetería o estudiar a la luz de una vela, es capaz de ver realizada su ilusión. En libros y películas, nos encanta topar con personajes sumergidos en hazañas y proezas, pero después, en la vida real, renunciamos con facilidad a convertirnos en nuestros propios héroes. 

¿POR QUÉ DEJAR QUE LAS GESTAS SIEMPRE PERTENEZCAN A LOS DEMÁS?

Cuando alguien termina sus estudios o cuando descubre qué es aquello que le apasiona, lo más probable es que no disponga de unas capacidades lo suficientemente desarrolladas como para poder ganarse la vida con ello. Sin embargo, y como suele decirse, «de algo hay que comer». Es en este momento en el que, por buscar un trabajo que cubra las necesidades básicas, el riesgo de abandonar una ilusión, un deseo se hace más elevado. Pero deberíamos preguntarnos, ¿Por qué un trabajo nutricional y una ilusión han de ser incompatibles?

“DE NADA SIRVE QUE ALIMENTEMOS NUESTRO ESTÓMAGO SI NOS OLVIDAMOS DE ALIMENTAR NUESTRAS ILUSIONES Y DESEOS”.

Entre las biografías de grandes seres humanos, es sencillo encontrar historias en las que sus autores relatan cómo antes de convertirse en lo que habían soñado, tuvieron que trabajar repartiendo periódicos, cortando el césped o vendiendo palomitas. Estos seres humanos que de alguna manera han influido o transformado nuestro mundo tenían algo en común: NO DEJARON QUE UN TRABAJO DE TRANSICIÓN SE INTERPUSIERA EN SUS SUEÑOS.

Si trabajas ocho horas en una pizzería y al terminar te pones a pintar, no eres pizzero, eres pintor. ERES LO QUE AMAS, NO LO TE QUE DA DINERO.

Es posible que lo que te apasiona, lo que te ilusiona, tarde en darte dinero, y que hasta que eso ocurra tengas que buscar un trabajo nutricional o de mantenimiento.

No importa si este no tiene ninguna relación con lo que tú deseas o incluso si no está muy bien visto a ojos de los demás. Lo que importa es que cuando termines tu jornada TE ENTREGUES CON ENTUSIASMO Y DEDICACIÓN A ESA ACTIVIDAD QUE TE ENAMORA.

En ocasiones, vale más apoyarse en un trabajo que no tenga nada que ver con nuestro sueño y al terminarlo poner todo nuestro corazón en lo que amamos que asentarse en uno que se parezca y quedarse ahí. AL FINAL, ESO ES LO QUE DIFERENCIA AL SER HUMANO QUE TRIUNFA Y HACE QUE SUS ILUSIONES SE CUMPLAN, DEL QUE SE ACOMODA Y NO LUCHA Y SE ESFUERZA EN SER ÉL MISMO.

Pensamos que trabajar en un empleo que requiere baja formación es rebajar nuestra categoría. Ambicionamos el cielo e infravaloramos el suelo, ignorando que ambos son parte de una misma cosa.

ES POR ESTE MOTIVO QUE MUCHAS PERSONAS SE QUEDAN EN LA ZONA MEDIA: COMO NO UTILIZAN EL SUELO, NO PUEDEN SALTAR; Y COMO NO PUEDEN SALTAR, NO ALCANZAN EL CIELO.

Lo que convierte a una historia en hazaña no son los pasos que damos sobre un camino recto y asfaltado, sino los puentes que construimos sobre los ríos y desniveles. Es posible que mientras construimos el puente hacia nuestro sueño tengamos la sensación de que no avanzamos o de que lo hacemos a poca velocidad.

POR ESO, ES IMPORTANTE RECORDAR QUE CADA UNO DE LOS MADEROS, CUERDAS Y CLAVOS QUE PONEMOS EN NUESTRO PUENTE NO SON UNA PÉRDIDA DE TIEMPO, SINO UNA PARTE IMPRESCINDIBLE DEL PLAN.


lunes, 5 de noviembre de 2018

VIVIR Y MORIR



Solo tenemos una cosa segura cuando nacemos y no es otra que algún día moriremos.

Casi siempre la muerte constituye un acontecimiento doloroso, así como un tema de difícil trato, debemos profundizar respecto de ella y su condición de inevitable y cierta; su trascendencia no puede ser ignorada por aquél que tiene el deseo vehemente de conocer y respetar el universo, ya que instituye ésta una realidad intrínseca de todo ser vivo, mientras algunos fallecen otros nacen, sustentándose así vida y muerte.  

No sería coherente evitar reflexionar sobre la muerte, ya que a través de nuestra vida las reglas de nuestra experiencia personal nos van generando conciencia respecto de la misma en el reflejo de nuestro propio envejecimiento, y en la observación de la muerte de nuestros semejantes; lo que nos conduce a convencernos y aceptarla de manera íntima y emotiva, ya que nuestra capacidad de raciocinio nos permite adquirir conciencia del nacimiento y de la muerte, siendo aptos de concebir nuestra propia existencia, es decir en nuestra experiencia vivencial SOMOS, VIVIMOS Y EXISTIMOS, ya que tenemos una experiencia dinámica al razonar y juzgar, por lo que comenzamos a morir una vez nacemos, ya que lo único que nos distancia de la muerte es el tiempo y ésta última se encuentra presente en la vida.

Resulta precisamente la experiencia respecto de la muerte, la que nos revela la temporalidad de la vida respecto de nuestra individualidad, más sin embargo, su permanencia constante en el universo; es lo que nos motiva a determinar nuestras acciones, en la persecución de un modo de vida deseado, y la evidencia de la existencia e inmortalidad del alma, nos hace más llevadera la vida, observando con menor temor tanto la muerte ajena como la propia, siendo conscientes de que vida y muerte son dos estados de manifestación de la materia, la vida es considerada presencia y por el contrario la muerte generalmente se entiende como la ausencia o despersonificación del ser humano.

La condición de morir resulta inherente a la misma vida, más sin embargo, generalmente dejamos que tan importante acontecimiento nos resulte imprevisto, siendo tan importante el nacer en buenas condiciones como preparar la muerte en las más dignas y felices circunstancias posibles.

Con el fin de evitar el temor y la angustia ya que de cualquier forma se vive muriendo y se muere viviendo, hagámoslo de tal manera que resulte digno haber vivido;

"Si tenemos miedo de morir, es que también tenemos miedo de vivir".


viernes, 2 de noviembre de 2018

EL MIEDO A QUEDARSE A SOLAS CON UNO MISMO (REFLEXIONES PARA EL FIN DE SEMANA)

UNA REFLEXIÓN EN FORMA DE PREGUNTA, QUE A LO LARGO DE NUESTRA EXISTENCIA NOS HACEMOS ES: ¿LA VIDA SE NOS ESCAPA A CADA MOMENTO? ¿O SOMOS NOSOTROS LOS QUE LA DEJAMOS ESCAPAR?

Dentro del ser humano, en su interior siempre hay ruido mucho ruido interno pero detrás de todas nuestras ocupaciones, y detrás de nuestro infatigable quehacer diario, lo que se esconde es, el mayor miedo que tiene el ser humano, que no es otro que nuestro miedo a quedarnos a solas con nosotros mismos, con nuestra realidad personal, y a enfrentarnos con nuestros sentimientos más íntimos, pues en el fondo intuimos lo vacía que realmente está nuestra vida y por ello rechazamos toda posibilidad de reflexión sobre nosotros mismos, y sobre nuestros anhelos y deseos.

POR ESO TENEMOS LA EXTRAÑA SENSACIÓN QUE UNAS VECES ES LA VIDA LA QUE SE NOS ESCAPA A CADA MOMENTO Y OTRAS SOMOS NOSOTROS LOS QUE DEJAMOS QUE SE NOS ESCAPE.

Lo que nos ocurre es que tenemos demasiadas ocupaciones, ¿Verdad?

Es curioso este modo habitual de actuar en el que no valoramos ni apreciamos la vida en todo su esplendor y grandeza, ni tampoco a nosotros mismos, porque tal vez el sentido último de la vida sea aprender a convivir con uno mismo, admirarnos dentro de nuestras propias limitaciones, cuidarnos y llevar hasta el extremo el amor a los demás y también, fundamentalmente, el amor por uno mismo.

Darnos cuenta de las cosas (que es el paso previo necesario para poder resolverlas después) requiere un tiempo de observación eso sí sin autoengaños ni juicios y la posterior aceptación de lo que se descubra en esa observación.

Pero normalmente ocurre que no es de nuestro agrado mucho de lo que observamos. Y no es porque no haya algo agradable que encontrar, que siempre lo hay, sino porque siempre nos fijamos en primer lugar en aquello que no nos gusta de nosotros. 

Quizá por eso nos cuesta tanto perdonarnos y en numerosas ocasiones nos tratamos injustamente al seguir reprochándonos cosas del pasado.

Es importante el diferenciar que no es lo mismo el miedo a la soledad que el miedo a quedarse a solas con uno mismo.

Los momentos de soledad son enriquecedores (e imprescindibles) es muy útil la soledad cuando uno trata de conectar con su propia esencia, con la auténtica naturaleza de nuestro ser, ya que el personaje que estamos viviendo continuamente relega a un segundo plano lo que somos realmente.

Las comparaciones se presentan a menudo en nuestra mente, y eso es lo que nos desconcierta.

Compararse con los otros sólo es bueno si eso se convierte en una motivación que impulsa a mejorar, pero quedarse sólo en la desazón o la envidia por lo que el otro ha conseguido, se convierte en otra pesada e incómoda carga con la que tenemos que seguir viviendo.

Por otra parte, tenemos la errónea tendencia a idealizar la vida de los otros que, sin duda, no es tan perfecta o idílica como aparenta o como imaginamos.

Y sobre todo, que cada quien es cada quien. Y la vida se vive con las posibilidades personales, intelectuales, o sociales, que cada uno tiene en cada momento.

EVITARSE CONTINUAMENTE A SÍ MISMO, IMPEDIRSE LOS MOMENTOS DE ESTAR A SOLAS, O NO PROPICIARLOS, ES UNA EQUIVOCACIÓN.

NO TIENE SENTIDO TRATAR DE ESTAR EVITÁNDOSE CONTINUAMENTE.

Lo negativo y lo cierto, que tienen este tipo de huidas es que vayas donde vayas te encontrarás contigo mismo. Es así. Huir es inútil porque te sigues a todos lados. No hay lugar en el que ocultarse de uno mismo. 

QUEDARSE A SOLAS CON UNO MISMO ES UN EJERCICIO DE AMOR.

Es algo que debiera ser inaplazable y que, increíblemente, aplazamos. Antes o después, y es mejor antes, ha de suceder la reconciliación incondicional con uno mismo; amarse a pesar de todos los pesares; comprenderse, aceptarse y darnos un gran abrazo con la promesa de que el resto de la vida será de otro modo más sereno y comprensivo. 

Bastante tiene uno con ser como es, o como a decidido ser, como para encima tener que estar enfrentándose a sí mismo continuamente en un conflicto irreconciliable, y que acabe convirtiéndose en una relación tensa en la que la mala cara sea lo que más destaque, cuando debiera ser un encuentro que cada vez nos proporcione una mayor felicidad.

Es imprescindible la reconciliación. Hacer cuanto sea necesario para que estar a solas sea grato, sea un placer, sea algo que busquemos con la mayor asiduidad posible para disfrutarlo, y que no sea el momento que se aprovecha para auto-reprocharse, para echarse en cara asuntos atrasados.

¿Hay algo más absurdo que la hostilidad contra la única persona que ha permanecido contigo en todo instante y te va a acompañar hasta el final, o sea, tú?

Sería bueno exigirse cada día un momento de calma, y cumplirlo; un momento todo lo amplio que sea posible y en el que uno sea el único protagonista; un momento para decir “Soy yo”, o “Estoy aquí”, o “Soy el principal motivo de mi vida”… cualquier cosa que a uno le sirva para reconectar con quien de verdad es.

La soledad y estar a solas con uno mismo, deben ser un bálsamo para el alma donde podamos sentirnos cada vez más próximos a nuestro Ser Completo.

NI SIQUIERA TÚ TIENES DERECHO A JUZGARTE 

Lo que creo que hacemos mal es juzgarnos desde nuestro hoy, al que hemos llegado a base de trompicones la mayoría de las veces, y que nos permitamos juzgar cualquier momento de nuestro pasado, que con la mejor voluntad, o con la única opción que nos quedó libre o que fuimos capaces de encontrar, hicimos lo que hicimos.

Ni siquiera tú tienes derecho a juzgarte. O cuanto menos, no tienes derecho a juzgarte con un aire de superioridad, presenciando desde la experiencia de hoy la inexperiencia de antes.

Quien fuiste antes –hace años o hace unos minutos- se merece comprensión y consideración. Se merece respeto más que injusticia.

Ni siquiera tú tienes derecho a juzgarte. Sólo tienes derecho a mirarte de un modo tolerante, a ser generosamente comprensivo, a darte abrazos, a agradecer a todos los “yoes” de tu pasado que han contribuido a llegar hasta el que eres hoy… y a seguir adelante.

Siempre adelante con la idea muy clara de que te vas a seguir equivocando. Pero con el deseo y la voluntad de no encontrar en ti a una persona llena de amor que desea compartirlo con quienes le rodean.