MÁS ALLÁ DE LO QUE ERES O DE
LO QUE OTROS HAYAN DICHO DE TI, ESTÁ LO QUE TÚ PUEDES LLEGAR A SER Y DEMOSTRAR
AL MUNDO CON TU POTENCIAL Y DETERMINACIÓN.
PORQUE AL APLICAR UNA
MENTALIDAD DE CRECIMIENTO ROMPES MOLDES Y CONDICIONAMIENTOS PARA AVANZAR CON
MAYOR CONFIANZA Y OPTIMISMO. POCAS ESTRATEGIAS PUEDEN AYUDARTE TANTO A
PROMOVER EL CAMBIO EN POSITIVO PARA ALCANZAR EL BIENESTAR.
Hay quien dice que las
personas, al igual que cualquier organización, se caracterizan por dos enfoques
diferentes. Por un lado, están quienes aplican la mentalidad de
crecimiento y quienes, por otra parte, hacen uso de una mentalidad
fija. Cuando nos define la primera dimensión, nos constituimos como
entidades que confían en que su talento puede mejorar y desarrollarse más aún.
Es despertar el propio potencial a través del trabajo, la constancia y la
innovación para alcanzar el éxito o el bienestar.
“SI CREES TOTALMENTE
EN TI MISMO, NO HABRÁ NADA QUE ESTÉ FUERA DE TUS POSIBILIDADES”. -Wayne Dyer-
En su contra, tenemos una
dinámica bastante común; esa donde uno entiende “que ya tiene todo lo que
necesita”. Al aplicar esta perspectiva, esta mentalidad fija, esquivan cualquier
intento de cambio o de mejora. Cierran las puertas al desafío, al ir más allá,
puesto que prefieren quedarse en suelo firme y seguro alimentando las mismas
pautas, las mismas estrategias obsoletas. Así, y por curioso que nos parezca,
esta última artimaña la aplicamos a diario muchos de nosotros y, sin duda, un
sinfín de empresas.
Así, cuando menos lo
esperamos asoma en nuestra mente esa voz que nos dice aquello de:” no
cambies, no hagas nada, mejor quédate donde estas. Si te es conocido este
diálogo interno es momento de descubrir cómo nos puede beneficiar hacer uso del
auténtico enfoque del desarrollo personal: la mentalidad de crecimiento.
MENTALIDAD DE CRECIMIENTO:
MÁS ALLÁ DEL SER ESTÁ EL POTENCIAL
Todos sabemos que nuestras
mentes tienen capacidad de influir de forma directa en nuestras vidas. Somos lo
que pensamos y lo que nuestros pensamientos nos hacen sentir. Aún más, lo
que verdaderamente influye sobre nuestra realidad es lo que pensamos sobre
nosotros mismos; de hecho, ahí está la auténtica clave de todo.
Esto último es precisamente
lo que pudo ver la doctora Carol Dweck, de la Universidad de Stanford, una de
las investigadoras más renombradas en el campo de la personalidad y la
psicología social, y quien acuñó el término “MENTALIDAD DE CRECIMIENTO”
Tras una investigación que
duró más de 30 años, la doctora Dweck demostró que aquello que los estudiantes
piensan sobre su propia persona afecta de forma directa a su rendimiento. Esta
idea en la que todos podemos estar de acuerdo tiene importantes matices que es
necesario comprender.
- Si
se elogia a un alumno exclusivamente por sus habilidades
o inteligencia, no siempre asumirá desafíos o retos personales. ¿La
razón? Temerán no estar a la altura en algún momento y preferirán quedarse
en su zona de confort, esa donde ir a lo seguro reforzando sus propias
competencias ya adquiridas. No basta, por tanto, con decirle a un
niño “pero qué inteligente eres”. Hay algo más
importante.
- Ahora
bien, si elogiamos a un alumno por el esfuerzo que realiza, le inculcamos
el valor del trabajo y le hacemos ver sus logros y avances, este
tendrá una imagen muy positiva sobre sí mismo. No temerá por ejemplo
probar nuevas tareas o asumir retos, porque estos son un modo de
desafiarse a sí mismo y comprobar hasta dónde puede llegar.
La mentalidad que
inculquemos a nuestros niños y adolescentes se reflejará de forma directa en su
rendimiento. Esta la conclusión a la que llegó la
doctora Carol Dweck .
La mentalidad de
crecimiento es algo que va más allá de la motivación, es encender esa chispa
donde dar a entender a alguien que es capaz de mucho más, que su potencial no
está limitado. Que en la vida no basta con ser: hay que demostrar,
esforzarse, ser constantes y optimistas…
Las personas estamos
acostumbradas a las etiquetas. Hay quien tiene (Trastorno por Déficit
de Atención e Hiperactividad) otros depresión o ansiedad, otros son
introvertidos, demasiado sensibles, algunos solitarios, los hay negados para
las matemáticas, otros obsesivos y algunos hasta increíblemente inteligentes.
Cuando alguien nos dice lo
que somos, bien como un simple comentario o como resultado de una prueba
clínica, hay quien dice aquello de “bien, pues ya está, esto es lo que soy y
así es como voy actuar “. Esto es algo que vemos por ejemplo de forma
habitual en las aulas: muchos niños quedan condicionados por aquello que los
adultos dicen de ellos. Nadie les ha enseñado a ellos (y a nosotros
tampoco) a enfocar las cosas de otro modo.
Aplicar la mentalidad de
crecimiento es decirnos “bien, los síntomas están ahí. Soy más nervioso
de lo habitual, o muy inteligente o torpe para las mates, o tendente a la
depresión, está claro. Sin embargo, una etiqueta no define lo que soy. Me
define mi comportamiento, así que si empiezo a pensar de manera diferente,
puedo mejorar mi realidad y hacer que las cosas cambien a mejor”.
LA DOCTORA CAROL DWECK NOS PROPONE EN SU CONOCIDO LIBRO “MINDSET: LA ACTITUD DEL ÉXITO” que aprendamos a aplicar las siguientes estrategias en nuestro día a día para favorecer esa mentalidad de crecimiento:
- ENTIENDE
QUE CADA CUAL PUEDE LLEGAR AL MUNDO CON UNAS DETERMINADAS HABILIDADES. SIN
EMBARGO, EL AUTÉNTICO TALENTO SE HACE, SE PRACTICA, SE TRABAJA A
DIARIO.
- ASUME
NUEVOS DESAFÍOS, RÉTATE A DIARIO.
- APLICA
UN ENFOQUE POSITIVO.
- VALORA
LAS CRÍTICAS QUE SEAN ÚTILES, LAS QUE TE AYUDEN A CRECER. IGNORA LAS
DEMÁS.
- TEN
DISCIPLINA, CONSTANCIA Y APERTURA. El éxito no es
casual, todo triunfo o todo cambio implica trabajo, persistencia y
confianza en uno mismo.
PARA CONCLUIR, LA MENTALIDAD
DE CRECIMIENTO REQUIERE SIN DUDA QUE NOS ACEPTEMOS A NOSOTROS MISMOS, PERO, A
SU VEZ, QUE SEAMOS CAPACES DE VERNOS NO COMO ENTIDADES FIJAS Y REALIZADAS, SINO
COMO PERSONAS ORIENTADAS AL CAMBIO. EL SER HUMANO, POR SÍ MISMO ES CAMBIO
Y MOVIMIENTO, ES EVOLUCIÓN, APERTURA Y APRENDIZAJE CONTINUO.
MOVÁMONOS, POR LO
TANTO, CON ESA MENTE LISTA Y DISPUESTA PARA EL DESAFÍO Y EL CRECIMIENTO
CONSTANTE.
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