MUCHO SE HA ESCRITO DESDE QUE BRUCE LIPTON PUBLICÓ SU LIBRO: “LA BIOLOGÍA DE
LA CREENCIA” SOBRE EL EFECTO DE LOS PENSAMIENTOS, LAS EMOCIONES Y LAS CREENCIAS
EN LA EVOLUCIÓN BIOLÓGICA DEL SER HUMANO.
ESTE BIÓLOGO RESCATABA UN
TÉRMINO IMPORTANTE EN NUESTROS DÍAS: LA EPIGENÉTICA PARA EXPLICAR QUE NUESTRO
ADN NO DETERMINA NUESTRO COMPORTAMIENTO CELULAR, SINO QUE SON LAS PROTEÍNAS (EN
FUNCIÓN DEL ENTORNO Y DE LA INTERPRETACIÓN QUE LA PERSONA HACE DE LA REALIDAD
QUE LE RODEA) LAS QUE AFECTAN A NUESTRAS CÉLULAS.
Así pues, lo que pensamos
acerca de lo que nos pasa es fundamental. La interpretación que nuestra mente
hace de cada cosa que vivimos, la forma en que reaccionamos ante lo que sucede
en nuestro entorno, las creencias que hemos ido almacenando en nuestra psique
fruto de experiencias anteriores que se conservan en nuestra memoria y a veces
en nuestro inconsciente, nos hacen tener determinados posicionamientos,
actitudes y comportamientos que terminan finalmente afectando a nuestra salud.
Igualmente, las investigaciones han demostrado que en un ambiente tóxico las
células enferman y mueren. Así pues, es conveniente cuidar el ambiente que nos
rodea, ver si es saludable o no, si mantenemos el contacto con la naturaleza,
si tomamos el sol, si la alimentación es la adecuada, si descansamos, si
evitamos los ambientes insanos en cualquier aspecto, etc.
Eso nos lleva a prestar atención tanto a nuestro interior (lo que pensamos,
creemos y sentimos), como a nuestro exterior (el entorno donde vivimos y todas
las influencias que nos rodean).
SOMOS LAS ÚNICAS CRIATURAS
EN LA SUPERFICIE DE LA TIERRA CAPACES DE TRANSFORMAR NUESTRA BIOLOGÍA MEDIANTE
LO QUE PENSAMOS Y SENTIMOS.
Tus células están constantemente observando tus pensamientos y siendo
modificadas por ellos.
Un ataque de depresión arrasa tu sistema inmunológico. Sin embargo, serenarte,
mantener la calma, emitir confianza, generar amor y cualquier emoción o
pensamiento positivo lo fortifica tremendamente.
La alegría, la coherencia y la actividad armoniosa te mantienen saludable y
prolongan tu vida.
El recuerdo de una situación negativa o triste libera en ti las mismas hormonas
y sustancias biológicas destructivas que el estrés.
Tus células están constantemente procesando todas tus experiencias y
metabolizándolas de acuerdo con tus puntos de vista.
En tu cuerpo, la producción de neurotransmisores se altera, el nivel de
hormonas varía, tu ciclo del sueño es interrumpido, la superficie externa de
tus células se torna más viscosa y más propensa a formar grumos y hasta tus
lágrimas contienen trazas químicas diferentes al de las lágrimas de alegría.
Todo este perfil bioquímico será drásticamente modificado cuando te sientes
tranquilo, y hasta tu proceso de envejecimiento se neutralizará y ralentizará
cada día.
Shakespeare no estaba siendo metafórico cuando a través de su
personaje Próspero, dijo: “Nosotros estamos hechos de la
misma materia que los sueños”.
¿QUIERES SABER CÓMO ESTÁ TU CUERPO HOY? ENTONCES RECUERDA LO QUE
PENSASTE Y SENTISTE AYER.
¿QUIERES SABER CÓMO ESTARÁ TU CUERPO MAÑANA? OBSERVA TUS
PENSAMIENTOS Y EMOCIONES HOY.
AL ABRIR TU CORAZÓN Y TU MENTE EVITARÁS QUE ALGÚN CIRUJANO LO HAGA POR TI.
LA MEDICINA ESTÁ EN TI Y TÚ NO LA USAS. LA ENFERMEDAD VIENE DE TI MISMO Y NO TE
DAS CUENTA.
RECUERDA, NO SOMOS LO QUE CREEMOS SER, SINO LO QUE PENSAMOS Y SENTIMOS SIN
SABERLO.
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