TODOS HEMOS INVERTIDO
ENERGÍA EN ALGÚN COMBATE PSÍQUICO ALIMENTADO POR NUESTRAS DUDAS. ¿QUÉ HACER
CUANDO TODO SON MIEDOS E INCERTEZAS?
¿Te cuestionas con
frecuencia? ¿Eres de los que cuando tiene un proyecto motivador se queda
paralizado por las dudas? Lo cierto es que pocas cosas son más molestas que
vivir con esa voz interna que nos repite una y otra vez frases como: «¿y
si te equivocas?, ¿y si haces el ridículo?, ¿qué pasará si no eres lo bastante
competente para esa tarea?».
Las dudas no se desterrarán
del todo de nuestro universo mental. Siempre estarán ahí, latentes,
invitándonos a la cautela y recortando con frecuencia la mecha de nuestros
impulsos. Ahora bien, el problema llega cuando los miedos pesan en exceso y
entonces se desvanece la confianza que tenemos con nosotros mismos.
Vivir con un exceso de dudas
veta nuestro potencial y vuelve incompetente a la persona brillante. Cuando
nos subestimamos, y el mundo entero se llena de dudas, nos convertimos en
alguien que no nos gusta. ¿Qué hacer en estos casos? ¿Hay alguna estrategia que
nos pueda ayudar?
«SI ESCUCHAS UNA VOZ DENTRO
DE TI QUE DICE QUE NO PUEDES PINTAR, ENTONCES PINTA, Y ESA VOZ SERÁ
SILENCIADA». -VINCENT VAN GOGH-
Poner en duda nuestras
capacidades o pensar que nadie nos tendrá en cuenta, son fenómenos comunes en
el ser humano.
¿CUÁL ES EL ORIGEN DE
ESAS DUDAS QUE TANTO NOS LIMITAN?
La duda es la sombra de la
incertidumbre que se cierne sobre nuestra verdad. Es
como quedar en un punto intermedio desde el que nada avanza y todo parece
temblar bajo nuestros pies. Dudar de uno mismo es poner en tela de juicio desde
nuestras competencias hasta nuestros pensamientos, creencias y emociones.
Comprender la raíz de esas
dudas nos permitiría mejorar nuestra capacidad de logro, y hasta nuestro
bienestar.
Uno de los principales
desencadenantes de la duda hacia uno mismo es el entorno en el que hemos
crecido. Una familia excesivamente crítica, autoritaria y
exigente merma y boicotea nuestro autoconcepto. Por tanto, resulta muy
complicado confiar en nuestras capacidades cuando nos han educado haciéndonos
sentir falibles.
*La ansiedad es otro factor que impulsa la duda persistente, los miedos y la inseguridad.
*La baja autoestima es ese
sustrato que alimenta de forma continuada esta percepción (la de que uno
fracasará, hará el ridículo o se pondrá en evidencia su -supuesta-
incompetencia si intenta casi cualquier cosa). Por ejemplo, el síndrome del
impostor tiene como base esa estima débil hacia uno mismo.
*Asimismo, las personas
inseguras, las que siempre han evidenciado un patrón de baja autoconfianza,
timidez y miedo a defraudar a los demás, también demuestran esta
característica.
*Cabe destacar, como
curiosidad, un trastorno poco conocido vinculado a esta realidad. La
aboulomania es una condición que afecta a las capacidades volitivas de la
persona, sumiéndola en una incapacidad constante para tomar decisiones.
Las únicas personas que rara
vez dudan de sí mismas son aquellas que evidencian un trastorno de la
personalidad narcisista.
CÓMO ACTUAR CUANDO
DUDAS DE TI MISMO
Ninguno de nosotros somos
inmunes a la duda, a ese boicoteo que merma fortalezas, que disuelve
habilidades y virtudes. Son experiencias incómodas que
imponen límites más allá de nuestra capacidad para alcanzar metas. También
contribuyen a que creemos una visión de nosotros mismos poco luminosa y
debilitante.
¿Qué hacer, entonces, cuando
dudas de ti mismo? Hay una serie de pautas en las que deberíamos reflexionar.
1. SÉ COMPASIVO CONTIGO
MISMO
Entiende que la duda forma
parte del ser humano. El hecho de sentirla puntualmente no te
hace más débil ni más falible. Comprende que esa sensación de no estar seguro
de algo es un mecanismo de defensa. Gracias a él, aplicamos una mirada más
reflexiva y analítica a toda situación. «es normal que te sientas inseguro;
no es malo sentir miedo. Pero confía en tus habilidades, confía en ti y si
fallaras, recuerda que no pasa nada. Puedes intentarlo de nuevo».
2. DESARROLLA EL VALOR
PROPIO INCONDICIONAL
En los momentos de duda,
intenta tomar conciencia del efecto que dicho enfoque mental tiene en ti. Después,
te será útil activar el valor propio incondicional. Esta competencia consiste
en algo muy elemental. Tu valor como persona no depende de factores externos,
ni de si tienes éxito o fracasas, de si alguien te trata bien o te trata mal.
MÁS ALLÁ DE LO QUE PUEDA
PASAR, HAY UN FACTOR QUE SIEMPRE DEBE SER INCONDICIONAL: TU AMOR
PROPIO Y LA CONFIANZA EN TI.
3. «DUDA DE TUS DUDAS», RACIONALÍZALAS
¿Qué es una duda? No es más
que un pensamiento dominado, con frecuencia, por un miedo irracional. Cuando te
asalte esta sensación, cuando la inseguridad te movilice y no te permita
avanzar, duda de tus pensamientos y pásalos por el filtro del análisis y la
crítica compasiva.
4. RECUERDA TUS LOGROS DEL
AYER
Si sitúas la mirada en el
retrovisor de tu vida, descubrirás aspectos asombrosos. Has logrado muchas
cosas, has conquistado más de una cima y tus habilidades te han abierto muchas
puertas.
Ten presente tus logros del
ayer porque son como trampolines que te impulsarán en esos días en que las
dudas te pesen en exceso.
5. EVITA COMPARARTE CON
OTRAS PERSONAS
Si te preguntas qué hacer
cuando dudas de ti mismo, usa un mantra: «lo haré lo mejor que pueda y
eso es suficiente». Puede parecer una frase algo fácil, pero en
realidad es efectiva. Las personas solemos derivar a menudo en la
comparación social. Tememos hacer ciertas cosas porque alguien es un
experto, porque otros parecen más eficientes, porque tememos ser juzgados o
ponernos en evidencia.
MUCHAS DE NUESTRAS DUDAS SON
PRODUCTO DE LA PRESIÓN SOCIAL Y LA COMPETITIVIDAD.
RECUÉRDALO, ERES LA ÚNICA
PERSONA A QUIEN DEBES DEMOSTRARLE ALGO, ASÍ QUE OCURRA LO QUE OCURRA, ESTARÁ
BIEN, LLEGUES DONDE LLEGUES, SERÁ SUFICIENTE. LO HABRÁS HECHO LO MEJOR POSIBLE.
REDUCE LA VOZ DE LA AUTOEXIGENCIA Y DISFRUTA DEL PROCESO, AVANZA SIN MIEDOS…
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