miércoles, 22 de septiembre de 2021

LA TEMPLANZA UNA VIRTUD CLAVE PARA MOMENTOS DIFÍCILES

 



LA TEMPLANZA ES UNA VIRTUD HUMANA FUNDAMENTAL. NOS PERMITE MANTENERNOS CALMADOS Y CENTRADOS EN LOS MOMENTOS O CIRCUNSTANCIAS DIFÍCILES, QUE LA VIDA NOS PRESENTA. ES PONER LOS PENSAMIENTOS, EMOCIONES Y CONDUCTAS A NUESTRO FAVOR EN CUALQUIER CIRCUNSTANCIA Y CONTEXTO. LO CUAL NOS PROPORCIONA UN GRAN BIENESTAR PSICOLÓGICO.

Hay virtudes y fortalezas humanas que todos deberíamos desarrollar mucho más. LA TEMPLANZA, ENTENDIDA COMO LA CAPACIDAD DE AUTOCONTROL Y AUTORREGULACIÓN DE UNO MISMO ante los devenires de la vida, es un punto cardinal del bienestar. Es esa brújula interna que nos guía para hallar la calma en mitad de la tormenta, ese enclave psicológico que permite gestionar el estrés, el miedo o la angustia.

Decía Santo Tomás que la templanza es una disposición de la mente que contiene los impulsos. Para Aristóteles, gran analista del alma, era el componente que debía acompañar a la inteligencia. Esta dimensión, a veces olvidada por el mundo de la psicología, pero muy explorada por la filosofía, contienen valiosas herramientas humanas que vale la pena promover.

En tiempos de cambios, incertidumbres y presiones constantes, es bueno tener un amarre interior. Mantenernos templados va más allá de ser moderados o de contener determinadas reacciones. Es, por encima de todo, una perspectiva, un enfoque de bienestar tan interesante como válido.

“NO HAY DIFERENCIA ENTRE CONOCIMIENTO Y TEMPLANZA; PORQUE QUIEN SABE LO QUE ES BUENO Y LO ABRAZA, QUIEN SABE LO QUE ES MALO Y LO EVITA, ES CULTO Y TEMPLADO” …..Sócrates

La templanza psicológica, es un campo de interés muy reciente en la psicología. Los primeros en hablar de esta dimensión fueron Martin Seligman y Christopher Peterson. Fue en su ya clásico Manual de Virtudes y Fortalezas del Carácter donde incluyeron, entre el conjunto de seis virtudes, a la templanza.

Con anterioridad, destaca sobre todo el enfoque que había aportado Aristóteles, al vincular esta dimensión con la prudencia, la justicia y el valor. Rasgos de carácter todos ellos que conformaban la muestra ineludible de inteligencia en la persona. Asimismo, cabe señalar que los filósofos medievales veían en la templanza a LA MADRE DE TODAS LAS VIRTUDES.

La trascendencia de este término es más importante de lo que pensamos. AL FIN Y AL CABO, LA PERSONA TEMPLADA DEMUESTRA UN TALENTO INELUDIBLE PARA MANEJAR LA COMPLEJIDAD DE LA VIDA. Y eso es algo a lo que todos nos gustaría aspirar. Es poder afrontar las cosas desde el sosiego, pero manteniendo abierta la perspicacia. Es controlar el impulso, pero sin perder la sensibilidad.

Sabiendo todo esto, comprendemos por qué la psicología muestra ahora mismo un interés particular en esta área. Desarrollarla puede ser clave para el bienestar cotidiano. 

LA TEMPLANZA ES DE GRAN UTILIDAD EN NUESTRAS RELACIONES CON LOS DEMÁS.

Hace solo unas semanas, la revista Frontiers in Psychology publicaba una investigación realizada por cinco universidades de gran prestigio internacional. ¿La finalidad? Demostrar que, en la actualidad, el ser humano cuando desarrolla la templanza obtiene un equilibrio psicológico con todo lo que le rodea.

Uno de sus beneficios es poder habilitarnos en mejores competencias en las relaciones sociales y afectivas. La templanza es una virtud humana que se constituye por una serie de componentes muy concretos:

A.- La capacidad para perdonar. La persona templada es aquella que sabe restar rencores mediante el perdón para avanzar de manera serena, libre de odios, resquemores y astillas internas.

B.- La humildad que reviste la templanza. Así es, el enfoque humilde es aquel que no se vale de artificios para relacionarse. Ser humilde aporta armonía a todo vínculo.

Si la templanza es mediadora en nuestras relaciones, se debe también al ejercicio de la paciencia. Esa actitud para vivir en el aquí y ahora, orientando la mirada y el corazón hacia lo que es relevante en cada circunstancia, es clave de bienestar.

Dominar el arte de la paciencia nos permitiría, además, amortiguar el peso del estrés y la inquietud de “lo quiero ya”, lo que nos permitirá fluir de manera más gratificante en nuestras relaciones.

LA MENTE TEMPLADA, APORTA EL ENFOQUE GUIADO POR EL AUTOCONTROL

¿Por qué es tan importante el autocontrol para el bienestar psicológico? Por varias razones. La primera y más evidente, para no arrepentirnos de cada cosa que hacemos. La segunda, para vivir en armonía en nuestro entorno y en cada situación, adaptándonos mejor a cada circunstancia.

Pensemos en ello. La persona con una adecuada templanza es aquella que logra regular sus emociones e impulsos para promover comportamientos más eficaces. Es poder disciplinar la mente para conquistar con solvencia todo objetivo propuesto. ¿Quién no desearía algo así?

 LA TEMPLANZA, ES LA MEJOR ALIADA DE LA INTELIGENCIA

Es bueno siempre, recordar algo evidente. La vida tiene partes muy oscuras y no siempre podemos huir de ellas. En ocasiones, estamos obligados a transitar por túneles oscuros, por hondonadas y caminos tortuosos.

LA TEMPLANZA ES UNA GRAN COMPAÑERA EN ESOS DÍAS DE PENUMBRA. ES LA MEJOR ALIADA DE LA INTELIGENCIA PORQUE LE OTORGA SERENIDAD, PERSPECTIVA Y CALMA.

MESURA PARA DECIDIR MEJOR. CLARIDAD PARA ATISBAR MEJOR LAS COSAS. LUZ PARA GUIARSE SIN PRISAS. AUTOCONTROL PARA DOMINAR IMPULSOS, EMOCIONES Y FRUSTRACIONES.

EMPECEMOS HOY MISMO A DESARROLLARLA, A HACER DE LA TEMPLANZA NUESTRA MEJOR VIRTUD.

 



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