LOS MOMENTOS QUE EN LA
ACTUALIDAD VIVIMOS LOS SERES HUMANOS, SON MUY COMPLEJOS Y LLENOS DE CONCEPTOS
NUEVOS, ESO UNIDO A LA CANTIDAD DE INFORMACIÓN DE TODO TIPO QUE RECIBIMOS, DA
COMO RESULTADO, EL VIVIR SOMETIDOS A UNA FUERTE PRESIÓN PSICOLÓGICA.
LA PRESIÓN
PSICOLÓGICA ES UNA SENSACIÓN PSÍQUICA, PRODUCTO DE DOS FUERZAS MENTALES
QUE TIRAN EN SENTIDOS OPUESTOS.
Estas fuerzas pueden tener
naturalezas muy distintas, como deseos u obligaciones contraídas. Hablamos de
una situación que provoca malestar. Así, en principio, podría pensarse que se
trata de algo negativo y, sin embargo, no siempre lo es.
Todos hemos vivido alguna
vez una situación de presión psicológica. Además, también todos hemos tenido la
sensación de que era necesaria para que diéramos un paso hacia delante al que
nos resistíamos en alguna ocasión. Otras veces, esa presión no aportó nada.
Veamos los diferentes tipos de presión psicológica a los que nos podemos ver sometidos:
1.- POSITIVA
La presión psicológica
positiva es aquella que nos aporta iniciativa. La forma más típica de esta es
el “tú puedes, hazlo”. Tiene lugar cuando las dudas o el miedo hacen de
freno y es necesaria una dosis extra de energía para actuar.
La principal característica
de la presión positiva es que favorece la ejecución o el rendimiento. Se trata
de situaciones que una persona debe superar para estar mejor y la función de la
presión es motivarla para que lo logre.
2.- NEGATIVA
Hay presión psicológica
negativa cuando se intenta persuadir u obligar a alguien para que
actúe de una forma que puede ser destructiva para sí misma. Lo usual es que
quien presiona se pase en su insistencia, llegando a saturar al receptor.
La presión negativa también
puede ser ejercida por una circunstancia. Por ejemplo, cuando alguien se ve
obligado a vender su casa para pagar deudas pendientes. O cuando el desempleo
es muy alto y esto obliga a conformarse con salarios más bajos. En estos casos,
lo más adecuado es resistir de forma activa o buscar un camino rápido por
el que esta presión se pueda disminuir.
3.- INTERIOR
La presión psicológica
interior es aquella que nace de la propia persona que la experimenta. Por lo
general, tiene que ver con el sentido del deber. Sin embargo, también puede
estar dictada por la angustia, el miedo, la ira y otras emociones o estados de
ánimo. En este caso, su característica esencial es el hecho de que surge en la
mente de quien la sufre.
LA PRESIÓN INTERIOR PUEDE
SER POSITIVA O NEGATIVA.
ES POSITIVA CUANDO NACE DE
LA CONCIENCIA PERSONAL. En ese caso, la persona ve la realidad con cierta
objetividad y sabe que es conveniente exigirse para lograr algo que desea,
o mantener algo que valora. Así las cosas, no hay incompatibilidad entre la
presión y el deseo.
Este tipo de presión PSICOLÓGICA SE
TORNA NEGATIVA CUANDO NACE A PARTIR DE UN DESEO NEURÓTICO O UN ESTADO DE ÁNIMO
EXACERBADO. Por ejemplo, cuando una persona se presiona para ser perfecta o
alcanzar logros que en realidad no desea, pero que pueden satisfacer a otros.
El resultado de ejercer esa presión es un conflicto interno.
4.- EXTERIOR
AL IGUAL QUE OCURRE CON LA
INTERIOR, LA PRESIÓN EXTERIOR TAMBIÉN PUEDE SER POSITIVA O NEGATIVA.
Todo depende del contexto en
el que se produzca y del horizonte hacia el cual se dirija. Uno de los rasgos
básicos de este tipo de presión es que la persona que la recibe también tiene
el poder de darle significado.
Una situación común que
ilustra esto se produce cuando a alguien se le exige que entregue un trabajo un
determinado día o a determinada hora. El reloj y el calendario no tienen nada
que ver con cómo viva o actúe esa persona. Son estímulos neutros y es el
individuo quien los convierte en un elemento constructivo o destructivo.
Hay quienes convierten la
presión externa en una limitante absoluta. Otros la asimilan y la incorporan,
de tal modo que no genere efectos negativos.
COMO PODEMOS VER, TODO
DEPENDE DE CÓMO SE GESTIONA Y NO DE LA PRESIÓN EN SÍ MISMA.
CONCLUSIÓN
ES EVIDENTE QUE LA PRESIÓN
PSICOLÓGICA ESTÁ PRESENTE EN NUESTRO DÍA A DÍA EN MAYOR O MENOR GRADO.
POR ESO ES CONVENIENTE
APRENDER A IDENTIFICAR EL TIPO DE PRESIÓN, O PRESIONES PSICOLÓGICAS, QUE NOS
AFECTAN YA QUE EN OCASIONES PODEMOS ESTAR SOMETIDOS A UNA O VARIAS
SIMULTÁNEAMENTE, PARA UNA VEZ IDENTIFICADA, PODER PONER LA SOLUCIÓN ADECUADA.
CON ELLO, CONSEGUIREMOS
VIVIR UNA VIDA MÁS PLENA.
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