lunes, 27 de junio de 2011

¿CUÁL ES EL CAMINO?

Que las cosas no nos salgan como esperamos, no es motivo para arrojar la toalla y si para la reflexión y meditación, de que estamos haciendo mal para que no salga todo como habíamos previsto.

¿Quizá que no lo hemos intentado el número de veces necesario?

¿Quizá que no hemos hecho el esfuerzo y trabajo necesario que requiere aquello que queremos conseguir?

¿Quizá que no estamos preparados lo suficiente para conseguirlo aun?

¿Quizá lo que nos hemos propuesto sobre pasa nuestros límites?

Quizá…….quizá……….quizá, hay tantos quizás que podríamos valorar, pero lo importante es que cuando hagamos esa reflexión y meditación profunda, no nos engañemos a nosotros mismos.

La clave para obtener las respuestas que en todo momento necesitamos, es la sinceridad con nosotros mismos.
A partir de ese punto lo demás es sencillo, basta con hacer lo que con sinceridad nuestra conciencia nos ha dicho.

El momento actual no facilita la sinceridad, en ningún aspecto de nuestra vida ni en nuestra convivencia diaria con los demás.
Para conseguirlo solo basta, querer ya sabemos que querer es poder.
Pero los seres humanos, solemos hacer lo más cómodo. Y cuando se trata de remar en contra, es fácil dejar caer los brazos y soltarnos a la deriva.

Sin embargo, conocemos el camino cuando no luchamos. Todo aquello que constituye la razón de nuestros desasosiegos y malestares interiores se vuelve con más fuerza contra nosotros y comenzamos a parecer rocas de arenisca que se desgranan en pedazos en cada choque con la corriente.

Sin fuerzas, sin confianza en nosotros mismos, sin ilusión por salir del oscuro agujero y sin algo que tire de nuestra conciencia para avanzar...comenzamos la dolorosa tarea de nuestra muerte en vida.

¿HAY ALGO PEOR QUE VIVIR MURIENDO?

¿REALMENTE NADA SE PUEDE HACER POR DESPERTAR DEL LETARGO Y SEGUIR EN EL CAMINO?

Estamos siempre dispuestos para la pena, la insatisfacción y la queja. Es algo que de forma muy sencilla pasa adelante de la puerta que abrimos y se instala para quedarse en nuestro corazón como si lo hubiésemos estado esperándolo todo el tiempo.

¿POR QUÉ NO HACEMOS LO MISMO CON LA ALEGRÍA, LA ESPERANZA, LA CONFIANZA O EL VALOR PARA SALIR DE LA OSCURIDAD INTERIOR?


HAY QUE COMENZAR POR LAS COSAS PEQUEÑAS.

Esas rutinas simples que nos ayudan a entender que podemos sentir el sol en nuestra piel, la primavera volver a brotar, la brisa fresca en una tarde calurosa...o la sonrisa de una persona que se cruza, aún desconocida, agradeciendo nuestro pasó.

Es lo simple de la vida, su día a día, lo que puede rescatarnos de la depresión, la ansiedad o el desasosiego mortal. Pero sobre todo, lo que realmente juega a nuestro favor es la acción. No podemos dejar de remar.

No podemos morir en la quietud. Debemos participar, se parte, implicarnos con todas nuestras ganas en vivir día a día y en ese sereno acto de inundarnos de vida, encontrar pequeñas ilusiones que justifiquen nuestra existencia.

Vivir es vibrar. Si sientes que no vibras, que nada te conmueve, que no hay ningún motivo que te emocione, que viertes la mirada al horizonte y todo se llena de gris...entonces estás obligado a volver la vista a quienes saben que su vida se termina de inmediato y aún así luchan sufriendo tratamientos tortuosos, a quienes no pueden comer porque apenas tienen acceso a lo necesario, a quienes no pueden abrir su frigorífico y sacar lo que les apetece, a quienes no compran ropa en cada temporada, a aquellos que no pueden tender su mano porque no hay otra al lado, a quienes lloran sin consuelo y nadie seca sus lágrimas...a tantos y tantos que quisieran para sí la situación que creemos tan insalvable y que nos hace tan infelices.

Y si no es suficiente pensar en ellos, atrévete y vive junto a ellos tan solo por unos días...cuando regreses a casa...todo lo que tienes te gustará de nuevo y no volverás a quejarte sin antes recordar que lo que tu desprecias, otro lo desea.

CUÁL ES EL CAMINO ENTONCES

NO ES LA FE, NI LAS CREENCIAS, NI EL CONOCIMIENTO, NI SIQUIERA LA PAZ, LA ARMONÍA, LA ALEGRÍA............

CUANDO EMITES AMOR, CUANDO LO DAS CON TODO TU SER Y TU CUERPO Y TU MENTE, LO SIENTEN, TE VACÍAS DEL TODO.

NO HAY CONFLICTO, NO HAY DOLOR SÓLO HAY ... ... ... ... VACÍO.

Y EN ESE VACÍO ESTÁ EL CONTENIDO DE TODO EL UNIVERSO, AL VACIARTE AL DAR TU AMOR NO TIENES PAZ, ALEGRÍA O ARMONÍA SINO QUE ERES LA PAZ, LA ALEGRÍA Y LA ARMONÍA.

EN ESE MOMENTO NO NECESITAS NADA, NO DESEAS NADA, Y TAMPOCO NECESITAS SABER QUIÉN ERES, PORQUE EN ESE MOMENTO ERES.

NO SE TRATA DE SENTIR QUE EL AMOR ESTÁ EN MI CORAZÓN, SINO DE SENTIR QUE SOY YO EL QUE ESTÁ EN EL CORAZÓN DEL AMOR.

NINGÚN SER PUEDE VIVIR SIN AMOR, PORQUE EL QUE NADA AMA YA HA MUERTO Y EL QUE AMA NO SÓLO VIVE SINO QUE ES LA VIDA.

BUENO QUERIDO LECTOR TE DARÁS CUENTA, QUE SÓLO HAY UN CAMINO EL……. AMOR

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