Cuantas veces a lo largo de nuestra vida nos hemos hecho preguntas como, ¿qué hago yo aquí ¿ ¿ para qué sirve todo esto ¿ ¿ qué significado tiene vivir ¿
Y resolver estas incógnitas para muchos de nosotros no es fácil, pero apliquemos un proceso racional, a una pregunta sobre nuestra trascendencia, en matemáticas para despejar una incógnita en un sistema de ecuaciones hay tres formas de hacerlo, por sustitución, por igualación y por comparación, bien pues emplearemos esta ultima, es decir despejaremos la incógnita de ¿ Para que Vivimos ¿ por “ comparación?”
Imaginemos que nos hallamos en la misma situación que los pasajeros de un inmenso barco, que hubiesen nacido, crecido y adquirido ciertas experiencias durante un largo viaje. Supongamos que varias generaciones de pasajeros se sucediesen dentro del gran barco, transmitiendo a sus descendientes las experiencias conquistadas a lo largo de sus vidas, mientras la embarcación seguía navegando hacia su destino.
Los viajeros del barco conseguirían, con el tiempo, aprender mucho acerca del barco y acerca del inmenso océano por cuyas aguas navega. Pero los pasajeros ignorarían todo el itinerario e incluso la parte del mundo en que se encuentra el mar por donde navega su barco. Ellos podrían llegar a conocer minuciosamente su realidad relativa, el barco. Conociéndose ellos también, hasta un cierto limite.
Podrían formular hipótesis adecuadas a su situación particular, incluso aquella concerniente a su destino, pero difícilmente tendrían certeza absoluta acerca de una realidad mayor, o sea, el Universo en que viven, o del destino exacto a donde se encaminan.
Supongamos que algunos de esos pasajeros consiguiesen comunicarse, gracias a cualquier medio desarrollado por ellos, con personas que habitan en las tierras firmes de los continentes, que hablen su lengua y conozcan su condición de viajeros.
Digamos además que los “ comunicadores “ continentales ya hubiesen pasado por condiciones similares a las de los pasajeros. Esta claro que los habitantes del barco podrían entenderse con los de afuera en todo aquello que se relacionara con su limitada realidad, la de la embarcación.
Para ellos, las ideas referente a casas árboles, planicies, automóviles, etc.…sonarían como cosas sin sentido. Más sin sentido aun seria la perspectiva de hablar del porvenir, de ciudades o países con sus problemas típicos, tales como atascos de tráfico, inflaciones económicas, guerras, y otros acontecimientos típicos de la sociedad humana.
Dentro del barco, surgirán los incrédulos que pondrán en duda las informaciones obtenidas por los compañeros que consiguiesen las comunicaciones. Serian los propios “ comunicadores “ del barco los que tendrían las mayores dificultades para convencer a sus propios compañeros de viaje, de la existencia de los “ continentales “ .
Peor seria, aún, la situación de unos pocos pasajeros que por suerte pudiesen abandonar temporalmente la nave, visitar una región continental y volver otra vez a la nave, Ellos no solo se sentirían imposibilitados de dar una información correcta a sus compañeros de viaje, sino que correrían el riesgo de ser malentendidos e incluso tachados de locos.
Nuestra situación se asemeja a la de los ocupantes del barco, aquí nacemos, vivimos, morimos, volvemos a nacer y vamos aprendiendo cada vez mas, acumulando conocimientos, y se lo transmitimos a las generaciones que nos suceden. Sin embargo nuestro conocimiento estará siempre limitado por las circunstancias en que nos encontramos, siendo el conocimiento de una realidad particular.
Supongamos que cuando se acerquen al puerto de destino y comiencen a observar los primeros
signos de tierra firme, algunos tripulantes, subirán al puesto de vigía, aumentando axial su
radio de visión, verán colinas, planicies árboles etc.. y algunos pocos viajeros se irán convenciendo que la “ Realidad – Barco “ es apenas una parte de la realidad mayor que nos rodea.
Sus hipótesis acerca del mundo serán en consecuencia más amplias y se aproximaran mejor a la verdadera realidad. Sin embargo, aun así, estarán lejos del modelo ideal, de la imagen correcta de su alrededor.
Lo que ya conquistamos como conocimiento científico es valido, sin duda, pero no es definitivo, aunque nos sirva y mucho para cubrir las necesidades de la vida de dentro del barco En nuestra situación de viajeros del espacio infinito ocupando la inmensa nave tierra donde a lo largo de millones de años efectuamos, nuestro día a día evolutivo.
Por eso es lógico que dentro de nuestra “ embarcación “ los problemas de subsistencia y de convivencia tomen proporciones gigantescas, al punto de reducir casi completamente, los problemas más importantes como son todo lo relacionado con la realidad circundante.
Las dificultades y los conflictos entre nosotros los “ los pasajeros “ nos hacen insensibles a las informaciones y orientaciones obtenidas por los “ comunicadores “ . Pero de vez en cuando surgen oportunidades para llamar la atención de los viajeros a tales cuestiones. Es verdad que a primera vista las advertencias y consejos de los “ continentales “ no resolvería, inmediatamente los graves problemas que convulsionan nuestro “ barco “.
Pero bien es verdad que si sus recomendaciones hubiesen sido oídas y seguidas desde el principio, nos harían el viaje mucho más tranquilo y agradable
Si usted, ha leído este articulo hasta aquí, y ve que lo expuesto hasta ahora, tiene visos de credibilidad, probablemente tendrá una respuesta diferente para la pregunta inicial “Para que Vivimos “. Parece claro que hay una finalidad para la vida, además de aquella que percibimos exclusivamente bajo el punto de vista material. Y esta finalidad debe ir más allá, mucho mas allá de lo que nuestros sentidos orgánicos nos piden y con lo que son satisfechos por la vida.
En vano, querido amigo, usted procurara huir de la fatalidad biológica que propicio su ingreso en el caudal de la vida. Usted es la “ Causa y el Efecto de sí mismo “. Usted es una partícula de la “ Gran consciencia cósmica “ , que inicio sus primeros pasos en la senda de la vida, en el primitivo y tibio seno de lo arqueozoico, o bajo la forma de una proteína, o quizás como un virus. Y después de la fantástica trayectoria que duro cerca de tres billones de años , aquella misma partícula llego al punto que usted esta, usando un cerebro maravilloso, conquistado por usted mismo y por sus compañeros de especie. Por medio de ese cerebro, usted calcula, siente y expresa sus pensamientos y emociones. Su cuerpo es igualmente una conquista suya y del resto de su especie.
Volver a tras es imposible, pues la fuerza vital a la que usted esta atado lo empuja de nuevo al camino de la vida .Recuerde que usted es aun esa partícula de “ Consciencia Cósmica “.
Así pues, iremos mudando nuestros “ Estados de Conciencia “a medida que subamos cada nivel de evolución. Iremos ascendiendo grado a grado a costa de la experiencia adquirida a lo largo de las encarnaciones sucesivas. Cada existencia será una lección aprendida dando igual que dicha existencia sea buena o mala, feliz o infeliz. Los errores cometidos y sus consecuencias serán nuestros propios maestros y lo que limara las aristas de nuestro espíritu, aun rudo e imperfecto.
¿ para que vivimos entonces ¿Vivimos para alcanzar, un día los altos niveles de ESPIRITUALIDAD que fue la meta escogida por nosotros mismos cuando, aun como partículas de “ Consciencia Cósmica “dimos el primer paso en el camino de la vida. Es este un destino al que nadie ESCAPARA
“ NACER, MORIR, RENACER Y PROGRESAR, ESA ES LA LEY
E.P.L.
Bibliografía.
“ Muerte Renacimiento Evolución “
( Una Biología Transcendental ) de Hernani Guimaraes Andrade
“ Cerebro y Pensamiento “ de Ernesto Bozzano
“ El Libro de los Espíritus “ de Allan Kardec
“ Del Inconsciente al Consciente “ de Gustavo Geley
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