NO HAY QUE CONFUNDIR “LA
FELICIDAD” CON “SER FELIZ”.
“SER FELIZ”, IMPLICA UN
ESTADO CONTINUO, AUNQUE NO SE MANIFIESTE CONTINUAMENTE.
¿SOY FELIZ? ¿POR QUÉ NO SOY
MÁS FELIZ? ¿TE HAS HECHO ALGUNA VEZ ESTAS PREGUNTAS?
LO PRIMERO:
No hay que confundir ser
feliz –que es un estado interior, profundo, asentado, inamovible- con los
estados temporales como la alegría –que es una manifestación no continua-, la
risa –siempre breve y limitada-, los placeres –duran lo que duran, pero luego
desaparecen y sólo dejan un recuerdo-, o los momentos de satisfacción y
bienestar –que son tranquilamente radiantes, pero carecen de intensidad y
totalidad-.
Ni siquiera estar en paz es
ser feliz, aunque para muchas personas ya es suficiente.
LO SEGUNDO:
No
hay que confundir “la felicidad” con “ser feliz”.
La felicidad es un estado
pasajero. Aparenta ser que si uno tiene momentos de felicidad es feliz, pero no
es lo mismo.
“Ser
feliz”, implica un estado continuo, aunque no se manifieste continuamente.
Si uno es feliz, es feliz
aun cuando llora, cuando está dormido, y cuando no piensa en ello.
Forma parte de la naturaleza
propia.
La diferencia está en que la
felicidad, y el hecho de ser y saberse feliz, es un asunto que no se produce
por cosas que vienen “de fuera”, sino que ya está, y no se altera por las
circunstancias exteriores y temporales, como el hecho de tener un enfado, o que
no salga una cosa como se esperaba, o tener lo que se dice “un mal día”, o
atravesar un momento de mal humor… nada de ello modifica el hecho de ser feliz,
si uno realmente lo es.
CADA PERSONA ES FELIZ DE UN
MODO DISTINTO.
Algunos son verdaderamente
felices estando tumbados y ociosos, y otros son verdaderamente felices en una
actividad frenética.
Lo que es imprescindible es
darse cuenta y averiguar CUÁNDO y POR QUÉ uno es REALMENTE FELIZ.
Lo que es bueno es darse
cuenta de ello, observarse, evaluarse, y llegar a esa conclusión: SOY FELIZ.
Aunque sea MODERADAMENTE FELIZ. Suficiente.
Feliz a pesar de no estar
riéndome siempre, a pesar de mi situación precaria, de que no me salen todas
las cosas bien, de que no se han cumplido casi ninguno de mis sueños, de que no
soy un triunfador a los ojos de la sociedad…
Feliz porque tengo la oportunidad de estar vivo y sé apreciar la vida, porque disfruto de una familia o unos amigos, porque dispongo de cinco sentidos para sacarle jugo a las cosas que me rodean, y veo cosas maravillosas, escucho músicas bellas y palabras agradables, degusto lo que como, toco la mesa, un árbol y otras pieles…
Feliz porque tengo un
corazón que bombea amor y late con una urgencia muy agradable cuando una
emoción placentera me altera; feliz porque me considero un hijo de Dios o
porque he tenido la dicha de conocer y vivenciar cosas muy hermosas a lo largo
de mi vida…
Es muy interesante conocer
cuáles son las cosas que nos ayudan a descubrir que somos felices, para
reforzar el sentimiento o la seguridad de que lo somos.
OBSERVAR: ¿QUÉ ME HACE DARME
CUENTA DE QUE SOY FELIZ? Y PROMOVERLO MÁS A MENUDO.
La acumulación de momentos
de felicidad puede hacernos creer que somos felices. No está mal. De tanto
repetirnos, o hacernos ver o creer que somos felices, eso va a conseguir asentar
la convicción de que lo somos.
Es buena la confirmación
positiva cuando uno se da cuenta de que YA es feliz. Repetirse “soy feliz” es
una buena práctica.
Pero, cuidado: no poner
trabas a la felicidad.
Que ser feliz no nos cree
remordimientos, o nos haga pensar que estamos retando a la maldición
inexistente de que tenemos que sufrir.
Si cierras los ojos y te preguntas
“¿Soy feliz?” y notas que una muy leve sonrisa se insinúa en tus labios, o que
un suspiro liviano, casi imperceptible, responde a la pregunta antes que tu
mente (que va a hacer un inventario y una rigurosa evaluación antes de
contestar), o que no tienes necesidad de responder a la pregunta porque ya
disfrutas en tu interior de la respuesta afirmativa, quédate tranquilo porque
sí eres feliz.
Porque puedes ser feliz,
aunque no lo sepas y aunque no lo hayas dicho nunca en voz alta.
RECUERDA: LA FELICIDAD ES EL
RESULTADO DE LO QUE UNO SE PERMITA SER, Y NO DEPENDE DE LOS OTROS.
EN DEFINITIVA:
HAGAMOS TODO AQUELLO QUE NOS
HACE SENTIR O ESTAR FELICES, Y NO SÓLO NO NOS PRIVEMOS SINO QUE GENEREMOS TODO
LO QUE PODAMOS, LAS CONVERSACIONES QUE NOS EMOCIONAN, LOS ENCUENTROS QUE NOS
LLENAN EL CORAZÓN, LAS PUESTAS DE SOL, LA INOCENCIA DE ALGUNAS MIRADAS, LAS SONRISAS
QUE ATRAVIESAN LOS SENTIDOS, LA BELLEZA DONDE QUIERA QUE ESTÉ Y SE
MANIFIESTE, LOS RECUERDOS QUE NOS ALIMENTEN DE COSAS AGRADABLES, EL AMOR
DE LOS SERES QUERIDOS, EL AMOR HACIA LOS SERES DESCONOCIDOS, VIVIR, SABER QUE
UNO ESTÁ VIVO, LAS MARAVILLAS Y LAS DELICIAS DE LA VIDA, Y TODO LO QUE A CADA
UNO LE HAGA SENTIRSE FELIZ.
No hay comentarios:
Publicar un comentario