LA EMPATÍA Y LA COMPASIÓN NUNCA
DEBEN CONFUNDIRSE: AUNQUE EN APARIENCIA SEAN ALGO SIMILAR, EXISTE
UNA PROFUNDA DIFERENCIA ENTRE LOS DOS.
LA EMPATÍA ES LA
«CAPACIDAD DE COMPRENDER EL ESTADO MENTAL Y LA SITUACIÓN EMOCIONAL DE OTRA
PERSONA, DE MANERA INMEDIATA, PRINCIPALMENTE SIN RECURRIR A LA COMUNICACIÓN
VERBAL»
LA COMPASIÓN ES EL
«SENTIMIENTO DE PIEDAD HACIA AQUELLOS QUE SON INFELICES, HACIA SUS DOLORES, SUS
DESGRACIAS, SUS DEFECTOS».
La empatía y la compasión son diferentes porque
generalmente los que son empáticos se mueven con una mayor sensibilidad
que los que son compasivos: la empatía conduce a una sincera
participación e identificación íntima con los demás y sus
experiencias; sin embargo, la compasión es una comprensión
más fría, distante, a veces formal o falsa.
Las personas empáticas son realmente
cercanas a los demás; la gente compasiva, no pocas veces, simulan
amigos y en lo profundo del corazón se regocijan en los fracasos,
sufrimientos y dolor de los demás.
LA EMPATÍA CONDUCE A
LA COMPRENSIÓN, une y crea relaciones interpersonales
cariñosas y sensibles.
LA COMPASIÓN, SIN
EMBARGO, CONDUCE AL DESAPEGO, ya que no prevé la reducción de las
distancias.
La empatía es verdaderamente
constructiva y puede aumentar la calidad de vida en cualquier
área. Incluso a nivel de trabajo, con las mismas habilidades, lo
que hace la diferencia entre dos profesionales es la empatía. Por ejemplo,
si quienes ejercen profesiones que inevitablemente tienen que lidiar con los
problemas de otros (médicos, enfermeras, trabajadores humanitarios y sociales,
abogados) manifiestan empatía a nivel humano, reciben el consentimiento y
la admiración de los demás, lo que aumenta sus posibilidades de
éxito. Obviamente, aquellos que practican una profesión de
ayuda nunca deben exagerar en la participación que de otro modo
podrían llegar a ser fuente de estrés y enfermedades como el
síndrome de burnout.
CÓMO SER EMPÁTICO
La empatía comienza con una
suposición de perspectiva: ponte en el lugar de la otra persona
reconociendo su punto de vista y sus sentimientos legítimamente. En
lugar de juzgarla o criticarla, trata de sentir lo que ella siente con
ella. Muéstrale esta cercanía haciéndole entender que no está
sola. Conéctate con ella, poniendo en juego esa parte de ti que conoce
el sentimiento de comprensión típico de la empatía.
Incluso confiar en la simpatía
para minimizar podría estar fuera de lugar; la simpatía, de hecho,
deshumaniza, ya que tiende a la piedad, y a nadie le gusta que le
tengan lástima.
Si alguien comparte algo
delicado contigo, dile que aprecias su apertura hacia ti, incluso si no
sabes qué agregar en ese momento. Por otro lado, lo que sea que digas
ciertamente no podría aliviar el dolor. Tal vez limitado a un abrazo
o un gesto; en estos casos, de hecho, es mucho mejor confiar en comunicación
no verbal en lugar de verbal. Solo la conexión humana y su
demostración sincera pueden mejorar las cosas, no las palabras.
Pero la empatía no
es solo la capacidad de conectarse emocionalmente con los demás en momentos de
desesperación, también es la capacidad de compartir la experiencia
positiva, saber regocijarse sinceramente por los éxitos de los demás.
ENTRE LA EMPATÍA Y LA
COMPASIÓN, ELIGE EL CAMINO HACIA UNA VIDA MÁS PLENA.
SER EMPÁTICO ES UNA OPCIÓN:
PUEDES ELEGIR DELIBERADAMENTE ENTRE
EMPATÍA Y COMPASIÓN EN CUALQUIER RELACIÓN SOCIAL. COMO SIEMPRE, ES MEJOR TOMAR
DECISIONES CONSTRUCTIVAS Y POSITIVAS PARA TU CRECIMIENTO PERSONAL.
SIGUIENDO EL CAMINO DE LA
EMPATÍA, SU VIDA SERÁ MÁS PACÍFICA Y RENTABLE.
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