A LOS SERES HUMANOS BUENOS
TAMBIÉN LES SUCEDEN COSAS MALAS. PORQUE EL DESTINO TIENE SUS PROPIAS LEYES, EL
MUNDO CIEGO Y EL EGOÍSMO A VECES MUY AFILADO. SIN EMBARGO, LAS PERSONAS
NOBLES JAMÁS RENUNCIAN A SU ESENCIA, A SER ELLOS MISMOS A PESAR DE LAS
DECEPCIONES, PORQUE QUIEN PIENSA CON EL CORAZÓN NO ENTIENDE DE DESPRECIOS NI DE
FRÍAS RAZONES.
Todos conocemos personas con
este perfil.
Es más, cada vez que vemos un acto de nobleza,
de altruismo desinteresado o de heroicidad la mayoría nos sentimos
inspirados o incluso reconciliados con el propio mundo.
“UN GRAMO DE BONDAD VALE MÁS
QUE UNA TONELADA DE INTELECTO” Alejandro Jodorowsky
¿QUÉ ES MEJOR? ¿SENTIRSE
BIEN O HACER EL BIEN?
La pregunta puede resultar
un tanto extraña: ¿Qué puede ser mejor? ¿Invertir en el propio bienestar
o priorizar el bienestar ajeno?
Es muy posible que muchos seres humanos se digan a sí mismos que la respuesta
es sencilla, puesto que algo tan simple como hacer el bien ya
revierte en el propio equilibrio y satisfacción personal.
Sin embargo, esta conclusión
no está tan clara para los expertos.
De hecho, esta misma idea ha intrigado durante varios años a los especialistas
en el comportamiento humano.
LO QUE NOS DICE LA
INVESTIGACIÓN VEAMOS:
LOS INVESTIGADORES DE LA
UCLA (UNIVERSIDAD DE CALIFORNIA) REALIZARON UN
INTERESANTE ESTUDIO DONDE CONCLUYERON QUE EXISTEN DOS TIPOS DE
PROPÓSITOS VITALES EN EL SER HUMANO, Y QUE CADA UNO DE ELLOS TIENE
IMPLICACIONES BIOLÓGICAS.
Estos serían los datos:
1.- En primer lugar,
estarían las personas que se caracterizan por aspirar hacia un BIENESTAR
HEDÓNICO. Es decir, un tipo
de felicidad que tiene su origen exclusivo en la auto gratificación,
en la búsqueda vital del propio bienestar.
2.- Por otro lado, también
se definió lo que se conoce como «BIENESTAR EUDAIMÓNICO». Se
trata de otro tipo de propósito mucho más profundo y elevado, ahí donde
uno mismo intenta desarrollarse y crecer como persona para dar lo mejor de sí a
los demás.
CONCLUSIONES
En el estudio se descubrió
que las personas con una clara disposición eudaimónica (tienen a los
demás en uno de los lugares más altos de sus escalas de prioridades), gozaban
de un sistema inmunitario más fuerte.
Se comprobó
que desarrollaban menos inflamaciones y que tenían un mayor número de
anticuerpos, sinónimo de un sistema inmunológico más fuerte.
Asimismo, a nivel
psicológico se pudo demostrar que eran perfiles de fuertes convicciones.
No importaba las veces que la vida les hubiera golpeado, las decepciones
vividas o las pérdidas sufridas.
Seguían pensando con el corazón, seguían priorizando a los demás y confiando en
la propia nobleza del ser humano.
Por su parte, los
individuos hedónicos demostraron tener un menor número de anticuerpos, un
sistema inmunitario más débil y un carácter más errático, voluble y
variable.
La única decepción que me
permito es conmigo
La decepción cuando viene de otros escuece, pero cuando viene de dentro arde
y se irrita. Está en nosotros que
no nos hunda y aprender de ella. A pesar de todo, pensar y actuar con el
corazón vale la pena y vale la alegría
Es muy posible que muchos de
nosotros hayamos pasado por una época en la que nuestra aspiración vital fuera
puramente hedónica.
Lejos de verlo como el claro reflejo de un acto egoísmo, hemos de entenderlo
como una etapa más de nuestro crecimiento personal.
A veces, somos simples exploradores. Queremos experimentar, dejarnos abrazar
por la vida, aspirarla, gratificarnos y consumirla a grandes bocados.
“EL ÚNICO SÍMBOLO DE
SUPERIORIDAD QUE CONOZCO ES LA BONDAD” Beethoven
Sin embargo, poco a poco
vamos ascendiendo en la pirámide de nuestras necesidades hasta
comprender que SOMOS UN TODO INTERCONECTADO, UN
MARAVILLOSO Y COMPLEJO ENTRAMADO INTERRELACIONADO DONDE NUESTROS ACTOS
REVIERTEN EN LOS DEMÁS.
Hacer el bien, actuar con el
corazón es aportar armonía en el caos, es ser un faro en medio de la oscuridad
o del desastre.
LO CREAMOS O NO, SER BUENA
PERSONA NO EXIGE QUE SEAMOS HÉROES, NO DEMANDA QUE NOS IMPLIQUEMOS EN REALIZAR
ARRIESGADAS ACCIONES POR LOS DEMÁS NI PIDE QUE CONGRACIEMOS A TODA LA HUMANIDAD
CON EL PLANETA.
LA GENTE BUENA ACONTECE CADA
DÍA, ES DISCRETA PERO LUMINOSA, SILENCIOSA PERO ALEGRE, HUMILDE PERO
INMENSA, COMO SU PROPIO CORAZÓN.
Sembremos de bondad y de
respeto nuestros actos cotidianos, pongamos nuestras miradas en las cosas más
pequeñas.
Así, cuando llegue la oportunidad de realizar grandes cambios la inercia que
hemos creado nos ayudará.
ES EN ESTE HORIZONTE DE
TRABAJO DIARIO DONDE EL BIENESTAR EUDAIMÓNICO ESTÁ
POR ENCIMA DEL SIMPLE HEDONISMO Y DONDE PODREMOS SER ESA FUENTE DE INSPIRACIÓN
QUE CONTAGIE AL MUNDO.
ENSEÑEMOS QUE SIN BONDAD LA
INTELIGENCIA ES CIEGA Y TORPE
LA BONDAD SE TRANSMITE MEDIANTE LA CARICIA QUE RECONFORTA, EL GESTO QUE
EDUCA Y EL EJEMPLO QUE GUÍA.
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