ENTRENAR AL CEREBRO PARA
QUE ADOPTE UN ENFOQUE MÁS OPTIMISTA NOS AYUDA A MITIGAR LAS CONSECUENCIAS DEL
ESTRÉS Y LA ANSIEDAD. AL MISMO TIEMPO, TRANSMITIR ESPERANZA A QUIENES
NOS RODEAN PROMOVIENDO UN CONTEXTO MÁS SEGURO Y RICO DESDE UN PUNTO DE VISTA
EMOCIONAL.
Es posible entrenar el
cerebro para el optimismo. Siempre es un buen momento para cambiar,
para iniciar una revolución mental y emocional, para sumar nuevos patrones de
pensamiento con los que abrirnos paso en el presente, utilizando las mejores
herramientas. No podemos olvidar un aspecto: fortalecer esta capacidad
contribuye directamente a nuestra salud mental.
Otro factor, no menos
importante, es que no solo debemos ser buenos para mantener viva la esperanza y
aumentarla, sino que también es recomendable transmitirla a los demás.
Por tanto, ha llegado
el momento de considerar también a otros. El tiempo para cultivar
ciertas habilidades psicológicas con las que mejorar la calidad de vida en
general y crear contextos estimulantes para todos. Despertar el optimismo
es probablemente el valor y el recurso emocional más importante en este
momento. Averigüemos cómo hacerlo.
ESTRATEGIAS PARA
ENTRENAR EL CEREBRO PARA EL OPTIMISMO
El psicólogo Dacher Keltner,
profesor de la Universidad de Berkeley, es uno de los principales expertos en
el tema de la esperanza desde un punto de vista neuropsicológico. En sus
libros, como Born to be good, explica el mecanismo que tanto afecta
el bienestar y la felicidad, así como la salud mental.
Keltner sostiene que
las personas están biológicamente predispuestas al optimismo. Este
hecho, que en sí mismo puede resultar fascinante, tiene una explicación: es un
mecanismo de supervivencia. El cerebro siempre dará prioridad al
optimismo, la evolución, la resiliencia ante la derrota, y esto es así porque
si no fuera así no continuaremos en el camino de la vida.
A las ideas de Keltner se
suman varios estudios de investigación como los realizados por la
Universidad de Sichuan en China, que nos muestran que el optimismo es un
antídoto contra el estrés y la ansiedad. Después de la resonancia
magnética, se observó que, gracias a la terapia psicológica y algunas
estrategias, el cerebro cambia.
Este cambio da como
resultado un aumento de la actividad en áreas como la corteza orbitofrontal
medial bilateral y una reducción de los niveles de cortisol en
sangre. Esto provoca más motivación y confianza en uno mismo y en el
futuro. Entonces, averigüemos qué estrategias pueden ayudarnos a fortalecer
esta dimensión.
ES MÁS FÁCIL SER OPTIMISTA
SI ESTÁ HACIENDO PROYECCIONES A CORTO PLAZO.
Se desconoce qué pasará
después de un año y centrarse en ese vacío puede generar malestar. Aquí lo
ideal es establecer metas realistas, que se pueden lograr en pocos
días. Un ejemplo podría ser decirnos a nosotros mismos que la semana que
viene queremos ver a amigos o conocidos para compartir algunas ideas sobre
nuestro proyecto de trabajo.
DAR SENTIDO A LAS PEQUEÑAS
COSAS COTIDIANAS
El entrenamiento del cerebro
para el optimismo solo es posible encontrando significados vitales. Nuestro
cerebro necesita cosas, dimensiones y personas a las que aferrarse para
encontrar certezas. Recordar lo que nos apasiona o lo que nos gustaría lograr
en la vida nos ofrece un punto de apoyo para sentirnos seguros y un faro con el
que iluminar el futuro.
Dar sentido a las pequeñas
cosas cotidianas es dejar de mirar en el espejo retrovisor de la vida para
entrenar tu cerebro para el optimismo
Si miras hacia atrás,
enfermarás de nostalgia. Al fijar la mirada en el espejo retrovisor de la
vida, la mente se concentrará demasiado en el ayer que se ha escapado y que no
permite avanzar. ENTRENAR AL CEREBRO PARA MANTENER VIVA LA ESPERANZA
TAMBIÉN SIGNIFICA TENER CONTROL SOBRE LA ATENCIÓN Y LOS PENSAMIENTOS.
No es bueno mirar a un
futuro demasiado lejano, en el que nada es seguro, en el que solo hay hipótesis
que pueden inflamar la ansiedad. Asimismo, es imprudente volver a ese
pasado que ya no existe y que hemos dejado atrás.
ENTONCES, ¿CUÁL ES LA
ELECCIÓN MÁS SABIA? CENTRARSE EN EL PRESENTE Y EL FUTURO A CORTO PLAZO. SOBRE
NUESTRA SUPERVIVENCIA Y TAMBIÉN EN OCASIONES. ESTA ÁREA DEBE SER SEMBRADA
CON NUEVAS DECISIONES PARA QUE LAS METAS PUEDAN FLORECER. TAMBIÉN ES UN
ESCENARIO EN EL QUE SE ESCONDEN NUEVAS OPORTUNIDADES QUE NO DEBEMOS DEJAR
PASAR.
EL MERO HECHO DE ALCANZAR
METAS AUMENTA NUESTRO OPTIMISMO Y NOS DA MÁS CONFIANZA. NO DEBEMOS OLVIDAR
QUE EL OPTIMISMO TIENE UN IMPACTO DIRECTO EN NUESTRA SALUD
MENTAL. TRABAJAR EN ELLO ES MÁS IMPORTANTE HOY QUE NUNCA. IGUAL QUE PARA
TRANSMITIRLO A OTROS. TENGAMOS ESO EN CUENTA.
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