UNA BUENA FORMA DE COMENZAR
ESTE ARTICULO ES QUE HAGAMOS UNA REFLEXIÓN:
“LA CASUALIDAD NO EXISTE,
TODO ES CAUSAL”
ES DECIR, TODO LO QUE OCURRE
TIENE UN ¿POR QUÉ? Y UN ¿PARA QUÉ? O LO QUE ES LO MISMO TODO TIENE UN “MOTIVO”
Y TODO TIENE UNA “FINALIDAD”.
Por eso es fundamental que
los seres humanos analicemos cada situación que vivimos, que nos quiere enseñar
y hacia donde nos lleva.
El refranero castellano lo
dice bien claro “LAS APARIENCIAS ENGAÑAN” recuerden la frase del blog “NADA ES
LO QUE PARECE”
Acostumbrémonos a escuchar
varias y diferentes opiniones de diferentes formas de pensar, recuerden nadie
esta en posesión de la verdad absoluta, pero todo tenemos un poco de esa verdad
que debemos compartir, para llegar a ella.
Lo dicho hay vida después de
la televisión, que no deja de ser una conductora de masas al servicio de quien
la dirige y nunca dice la realidad de las cosas.
Recuerden algo muy
importante:
“ES MÁS FÁCIL ENGAÑAR A
ALGUIEN QUE CONVENCERLE DE QUE HA SIDO ENGAÑADO”
¿Acaso todavía creemos que hay tan solo una crisis?
¿Qué está pasando en realidad?
Si indagamos y afinamos la
intuición, podemos afirmar que una formidable expansión de consciencia está
aconteciendo en el ser humano de nuestro tiempo.
Se trata de una “AMPLIACIÓN” que conlleva la
retirada de los viejos modelos y la progresiva aparición de lo Nuevo. Y todo
esto, al igual que el nacimiento de un bebé o el baile hormonal de la
adolescencia, supone una revolución de dimensiones sumergidas e insospechadas.
Sucede que la alarma
televisiva que vemos en el día a día no refleja más que la punta de un iceberg.
La montaña de gráficos que está apareciendo ante los ojos humanos, que tan solo
interviene en lo concerniente al dinero, no es la causa sino más bien el
efecto, o más bien la manifestación de la caída de una vieja forma de ver y
vivir la vida.
LO QUE EN REALIDAD SUCEDE EN
ESTE SIGLO XXI ES MÁS HONDO, ES MÁS HONDO PORQUE AFECTA AL DESPRENDIMIENTO DE
NUESTRA VIEJA IDENTIDAD.
Una identidad asociada al
patriarcado, al predominio del pensamiento y del control, a la búsqueda de una
seguridad efímera en la razón y el dinero, al apego al placer y la huida del
dolor como rumbo existencial, y al culto de la imagen superficial como
sucedáneo de la esencia.
La crisis se asemeja a esos
segundos claves que atraviesa un trapecista cuando tras soltar el trapecio,
recorre el espacio en atención total, hasta llegar a prenderse del nuevo.
Un hecho que recuerda el
“soltar lo viejo sin que lo nuevo haya llegado aún” Y sucede que, al rendir
culto a las superficies inherentes a este modelo puramente mercantil, y no
mirar más dentro, es decir al corazón, las soluciones de esta crisis se limitan
tan solo al área económica. En realidad, la visión parcial de la economía tan
solo gira en torno a recortar gastos, ajustar presupuestos, promover fusiones,
modificar relaciones laborales, proteger la Bolsa… SIN EMBARGO, POCO ESPACIO LE
CONCEDEMOS AL PENSAMIENTO PROFUNDO QUE NOS LLEVA A SABER QUE ESTÁ PASANDO.
¿Qué está pasando en
realidad?, ¿Acaso la ansiosa amenaza de pérdida, no es otra cosa que el reflejo
de un suceso mayor?
¿Asistimos a una expansión
de consciencia que deconstruye lo viejo para hacer sitio a lo Nuevo?
¿Y QUÉ SIGNIFICA LA
MENCIONADA EXPANSIÓN DE CONSCIENCIA?
Significa un incremento
imparable del “darse cuenta”, un desarrollo del testigo observador, una
naciente capacidad de atestiguar en cada instante hasta los propios
pensamientos. Significa un actuar desde el sentir, un sentir que brota tras
reconocer e integrar las propias sensaciones, emociones y pensamientos.
Todo ello desde una
consciencia que se parece más al espíritu, es decir, a un “algo” inefable que
habita muy dentro de uno mismo, tan espiritual y trascendente que deja atrás la
moral, que suspende los juicios y que a su vez barre las viejas culpas sin
eludir responsabilidad ni aprendizaje.
Significa asimismo un
trascender la mente pensante y reconocerse en una identidad transpersonal como
infinitud y océano de consciencia, reconocerse como una sutil personalidad que
tiene un cuerpo y una mente, pero que no es ese cuerpo ni esa mente.
Significa soltar
identificaciones con todo lo que cambia, a excepción del observador de lo que
cambia. Significa vivirse en el ahora confiando sin grietas en la benevolencia
universal, significa reconocer la Inteligencia Una que mueve átomos y
galaxias, incluidas todas las partículas que movilizan
nuestros pensamientos. SIGNIFICA, POR ÚLTIMO, RECONOCERSE EN EL SILENCIO DE LO
PROFUNDO COMO AMOR Y PAZ SIN OBJETO NI CAUSA.
¿QUÉ ESTÁ SUCEDIENDO
DETRÁS DE LA ESCENA?
SUCEDE QUE EL SER HUMANO
ESTÁ DESPERTANDO. Y QUE UNA NUEVA ARISTOCRACIA ESTÁ INSPIRANDO AL MUNDO, UNA
ARISTOCRACIA QUE YA NO ESTÁ CONFORMADA POR LOS LLAMADOS “NOBLES” NI POR LOS
BURGUESES DE PODER ECONÓMICO, EN REALIDAD LA CONFORMAN LOS QUE ESTÁN TOMANDO
CONSCIENCIA, HOMBRES Y MUJERES QUE SE HAN DADO CUENTA Y YA NO JUEGAN A
LO MISMO, HOMBRES Y MUJERES ANÓNIMOS QUE ESTÁN ATRAVESANDO CRISIS TRAS CRISIS,
TRATANDO DE INTUIR EN LA OSCURIDAD LA LLEGADA DE ESE AIRE NUEVO QUE, INEQUÍVOCO
Y PRECISO, SE ACERCA VELOZ EN LA APARENTE OSCURIDAD DEL MOMENTO PRESENTE.
PENSAMIENTO FINAL:
EL MIEDO CUANDO DEJAMOS QUE
SE APODERE DE NOSOTROS, BLOQUEA NUESTRO PENSAMIENTO RACIONAL, NOS IMPIDE PENSAR
Y RAZONAR, DEJÁNDONOS A MERCED DE LOS DEMÁS.
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