NO HAY NADA QUE HAGA MÁS DAÑO QUE LOS JUICIOS Y LAS CRÍTICAS, QUE HACEMOS A LOS DEMÁS. ES CIERTO QUE SIN QUERER CAEMOS EN ELLAS, PERO TRATEMOS QUE SEA LO MENOS POSIBLE Y CADA VEZ LO HAGAMOS MENOS. PORQUE SIEMPRE QUE LO HAGAMOS ESTAREMOS COMETIENDO UNA TREMENDA INJUSTICIA.
Además no olvidemos que cada vez que criticamos a alguien, nos guste o no estamos criticando, que también nosotros tenemos y que no nos gusta tenerlo.
Nadie sabemos nada de nadie.
Nadie sabe nada de nosotros. Sonreímos, cruzamos miradas, nos rozamos codo con codo, trabajamos juntos y sin embargo, nadie nos conoce, nadie sabe de nuestras penas, nadie sabe si cuando estamos solos reímos o lloramos.
Cada ser humano es distinto a otro, cada ser humano piensa y siente diferente a los demás, cada ser humano tiene un proyecto de vida diferente, por eso es inútil juzgar a nadie.
Cada uno vive como sabe y puede. Casi nunca conocemos las circunstancias del otro, ni lo que vive de puerta hacia dentro, ni el dolor que soporta su corazón.
Todos queremos ser felices y buscando esa felicidad cometemos errores, nos caemos, pasamos por experiencias dolorosas, subimos al cielo o bajamos al infierno, reímos o lloramos.
De todo se aprende o al menos, se logra distinguir lo que nos apasiona de aquello que repelemos. Pero eso es con el tiempo. Nadie lo logra de forma inmediata y en ese camino que hay entre una cosa y otra, hacemos cosas que pueden no gustar a los demás o que no son entendidas, a veces ni por uno mismo.
ESA ES UNA GRAN REFLEXIÓN…PIENSEN LO QUE NOS CUESTA ENTENDERNOS A NOSOTROS MISMOS Y SIENTA LA DIFICULTAD DE ENTENDER LOS MOTIVOS POR LO QUE LOS DEMÁS HACEN LO QUE HACEN.
Tenemos una sensación, cada vez más a flor de piel, de que hay que vivir, de disfrutar el instante, de bebernos las alegrías y de propiciar todo lo bueno que nos pueda llegar.
Cada uno sabe su historia y sólo él la sabe. Los demás podemos opinar, simplemente y siempre de forma parcial porque no tenemos la visión completa de lo que vemos.
OPINAR, NO ES JUZGAR, LA DIFERENCIA ENTRE UNA OPINIÓN Y UN JUICIO ES MUY CLARA, CUANDO OPINO DE ALGO O ALGUIEN EXPRESO LO QUE YO HARÍA SI ESTUVIESE EN SU LUGAR………CUANDO JUZGO DICTO SENTENCIAS.
La vida de cada uno está plagada de sinsabores, de miedos, de angustias, de fracasos o desengaños. La vida de cada uno, es una historia única cuya mayor parte está velada para los demás. De ahí el pensamiento de “ponernos en los zapatos del otro antes de juzgar”…pero solemos ser jueces muy severos con los demás a los que condenamos con mucha rapidez.
Nadie sabe, nadie, el dolor que cada ser humano lleva dentro de sí.
POR ESO, SE ME OCURRE QUE LO ÚNICO VERDADERAMENTE VALIDO QUE PODEMOS HACER, ES OFRECER NUESTRA AYUDA DESDE EL CORAZÓN, ESCUCHAR ATENTAMENTE CUANDO NOS HABLEN Y EJERCER EL MARAVILLOSO ARTE DE LA COMPRENSIÓN, ACEPTACIÓN Y COMPASIÓN.
Y HAGÁMOSLO CREAMOS SABER O NO TODA LA HISTORIA DE LA OTRA PERSONA, PORQUE SEGURO QUE HAY MUCHO MÁS QUE NO CONOCEMOS QUE EXPLICA LO QUE NOS FALTA.
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