HAY PERSONAS ADICTAS A LA MENTIRA. SERES HUMANOS CUYA PERCEPCIÓN DE LA REALIDAD DEPENDE DE LO QUE SE CUENTEN A SÍ MISMOS Y AUNQUE SE ALEJE DE ELLA; SIEMPRE VIVEN DE LO QUE QUIEREN CREERSE AUNQUE TENGA O NO RELACIÓN DIRECTA CON LA VERDAD, DE LO QUE ESTÁ SUCEDIENDO EN SUS VIDAS.
Ese huir de la realidad, no es más que una forma de ser, para no enfrentar, aquello que ocurre en sus vidas y no les gusta. Es muy humano ya que resulta mucho más fácil y cómodo mentirse que enfrentarse a uno mismo.
Estas personas viven en una burbuja, tan delicada de explotar como fina y resplandeciente. Aplican brillo a todo lo que cuentan, se presentan con el matiz del victimismo, elucubran, componen y se lo creen en primera persona. Después te lo cuentan.
Lo peor es que a base de creerse sus propias mentiras y fantasías, inventan un mundo que no existe pero que tiene conciencia real en su mente. Y se enfadan cuando no les creen, o les descubren aquello sobre lo que fantasean porque en realidad, dentro de sí, lo han parido de tal forma que tiene existencia efectiva.
YA LO DICE EL REFRANERO CASTELLANO “NO HAY PEOR CIEGO QUE EL QUE NO QUIERE VER”
Cuando se está acostumbrado a pincelar el mundo con los colores que te gustan o te convienen o te dulcifican o te presentan de mejor forma, es difícil cambiar. Y lo es porque este procedimiento de conversión mágica de la realidad, que opera en la mente, cobra una dimensión tan grande que lo invade todo y pasado un tiempo de actuar así, ya es muy difícil, para aquellos que lo hacen distinguir entre su verdadero yo y el que se inventan, para sobrevivir.
Un problema añadido es que hay que ser muy inteligente, para ser un mentiroso compulsivo, tener una gran memoria para acordarse de todas las mentiras, porque a fuerza de mentirse una y otra vez, llega un momento que ni ellos mismos son capaces de distinguir lo que hay de verdad o mentira en su vida.
No pueden dar marcha atrás cuando de su boca ha salido algo que sin ser verdad crece como la hierba después de la lluvia en el campo, y tras lo enunciado viene la componenda, la artimaña para acomodar lo dicho, la coherencia incoherente con la que pretenden convencernos. Ni siquiera la demostración de la falsedad es evidente para ellos y pretenden enredarnos entre los hilos que tejen sobre la historia, trascendente o trivial, que nos cuentan.
LO PEOR ES QUE LOS QUE ESTÁN ACOSTUMBRADOS A ESTE JUEGO SON DEVORADOS POR ÉL. TARDE O TEMPRANO TODO SE SABE, SE INTUYE Y SE COMPRUEBA.
Tarde o temprano, también, se deja de confiar en ellos y el vínculo que nos une a ellos sea el que sea, se va diluyendo como la sal en el agua…y más tarde ya nadie puede beberse el líquido resultante porque no hay quien lo trague.
UNO DE LOS CAMINOS HACIA LA FELICIDAD Y EL ANTÍDOTO CONTRA LA MENTIRA, ES LA SINCERIDAD CON UNO MISMO Y QUIZÁ EL MÁS DIFÍCIL, PORQUE NUNCA NOS HAN ENSEÑADO COMO HACERLO, PERO NUNCA ES TARDE PARA EMPEZAR, BASTA CON QUERER HACERLO, SIENDO EL RESULTADO DE LLEVARLO A LA PRÁCTICA UNA BUENA HIGIENE EMOCIONAL.
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