Cuando te dan una mala noticia, palideces, tiemblas y hasta te puede sobrevenir un síncope cardíaco. La noticia te llegó por conducto mental
Estás comiendo y un amigo te molesta con alguna inconveniencia. Desde ese momento pierdes el apetito aunque minutos antes hayas estado comiendo alegre y feliz. Las palabras del imprudente amigo te afectaron por conducto mental.
Te ves en una repentina emergencia. Tiemblas y te paralizas de miedo. ¿Por qué no tienes fuerzas para moverte? ¿Por qué tiemblas de miedo?
Te domina un arrebato de cólera. Momentos después te quejas de un fuerte dolor de cabeza, o peor aún, mueres victima de un infarto fulminante.
Es bien sabido que un repentino y violento disgusto no tan solo debilita el corazón en pocas horas, sino que ha producido la locura y hasta la muerte
Aún así, nos parece imposible que las ideas y las emociones influyan en el organismo.
Se han comprobado varios casos, como por ejemplo, el de un niño de pecho que murió poco después de haber tenido su madre un gravísimo disgusto mientras lo amamantaba. Las secreciones del organismo, alterado por la emoción, habían envenenado la leche de sus pechos.
En ocasiones parecidas los bebés no murieron pero tuvieron convulsiones y graves desarreglos intestinales.
¿Qué podemos concluir de todo esto?
¡Que las emociones enferman el cuerpo!
Emociones y Enfermedades
Se tiende a pensar que la enfermedad siempre llega de afuera y hay cierta resistencia a considerar la mente como un factor decisivo en la salud.
Investigaciones realizadas demuestran que el estado emocional puede alterar la respuesta inmunitaria, ayudar al desarrollo y también a la curación de muchas enfermedades.
J
anice Kiecolt y Ronald Glacer, de la Universidad de Ohio, descubrieron la relación entre la aflicción de los familiares que cuidan a un enfermo de Alzheimer y el mayor número de resfríos que padecen. El seguimiento de los participantes en el estudio indicó que, aun dos años después de haber cesado los cuidados del enfermo, los sistemas inmunitarios de los parientes no habían terminado de recuperarse.
En la eterna lucha contra las enfermedades, nunca debemos olvidar que lo que comemos es casi con certeza menos importante que lo que "nos está comiendo".
Las emociones positivas previenen enfermedades, o una vez que éstas se han manifestado, pueden contribuir a su curación, y las emociones negativas ayudan a contraer enfermedades.
Cuando tenemos la actitud mental correcta podemos escapar al ataque cardíaco, vencer al cáncer y sobrevivir a los virus. La salud mental es la medicina más poderosa que tenemos y la más olvidada de todas las terapias.
CUANDO EMPEZAMOS A PONERNOS ENFERMOS
1) Cualquier tensión emocional, psicológica o espiritual no resuelta.
Crea una contradicción entre lo que le dicta el interior y lo que la persona está viviendo en la vida.
2) La influencia de las creencias.
Cada uno de nosotros estamos condicionados por una serie de creencias que nos hacen ver y vivir la realidad de modo bien distinto.
3) La incapacidad de dar y/o recibir amor.
Todos tenemos necesidad de tener experiencias gratificantes y compensatorias en el terreno afectivo y, si no es así, se producen bloqueos que desembocan tarde o temprano en la temida enfermedad
4) La falta de humor y la incapacidad de desdramatizar los sucesos de la vida cotidiana.
La risa tiene un poder curativo enorme y el sentido del humor hace eliminar muchas de las tensiones.
5) La imposibilidad de elegir libremente en la vida.
Es que la necesidad de tener el control de nuestra propia vida se ha convertido en una fuente de conflictos permanente.
6) La falta de cuidado de nuestro cuerpo físico.
La alimentación, el ejercicio, la vida saludable, los hábitos sanos, etc., son pilares fundamentales para mantener la salud.
7) La pérdida de ilusión por la vida, la ausencia de metas y objetivos.
Es una de las principales causas de enfermedades, primero psicológicas -depresión, neurosis, etc.- y más tarde físicas.
8) La tendencia a la negación.
Es decir, la incapacidad para enfrentarse a los obstáculos de la vida y de reconocer lo que en ella no funciona.
Como Enfermarse
'No hable de sus sentimientos'
Sentimientos reprimidos acaban en enfermedades como gastritis, úlcera, dolor en la columna, diabetes.
Desahóguese, haga confidencias, comparta su intimidad, sus secretos, sus pecados. El diálogo es un poderoso remedio y excelente terapia.
'No tome decisiones'
La persona indecisa permanece en la duda, en la ansiedad, en la angustia. Las personas indecisas son víctimas de enfermedades nerviosas, gástricas y problemas de la piel.
'Viva de apariencias'
Quien esconde la realidad, finge, quiere dar siempre la impresión de que está bien, quiere mostrarse perfecto, está acumulando toneladas de peso. No hay nada peor para la salud que vivir de apariencias y fachadas.
Su destino es la farmacia, el hospital, el dolor.
'No sea honesto'
El deshonesto necesita mentir para sobrevivir. Personas así viven bajo la amenaza, la trampa, la falsedad. Son candidatos a la enfermedad, porque ya están en la insanía mental y ética.
'No confíe'
Quien no confía, no se comunica, no hace amistades reales. Sin confianza, no hay relaciones. Quien desconfía del psicólogo, nunca se abre y solo puede enfermarse.
'Viva siempre triste'
El buen humor, la alegría, recuperan la salud y proporcionan larga vida. 'El buen humor nos salva de las manos del doctor'.
FELICIDAD Y SALUD
Los seres humanos somos las únicas criaturas en la superficie de la Tierra capaces de transformar nuestra biología mediante lo que pensamos y sentimos.
Nuestras células están constantemente observando nuestros sentimientos y siendo modificadas por ellos.
Un ataque de depresión puede arrasar nuestro sistema inmunológico;
Serenarse, al contrario, puede fortificarlo tremendamente.
La alegría, la tranquilidad y la actividad armoniosa nos mantienen saludables y prolongan la vida.
El recuerdo de una situación negativa o triste, libera las mismas hormonas y sustancias biológicas destructivas que el estrés.
Nuestras células están constantemente procesando todas las experiencias
y metabolizándolas de acuerdo con nuestros puntos de vista personales.
No se puede simplemente captar datos aislados y confirmarlos con un juzgamiento.
Nosotros nos transformamos cuando nuestras alegrias o tristezas se internalizan.
Quien está angustiado y deprimido, proyecta tristeza por todas partes del cuerpo:
* La producción de neurotransmisores a partir del cerebro se altera
* el nivel de hormonas varía
* el ciclo del sueño es interrumpido
* los receptores neuropeptídicos en la superficie externa de las células de la piel se modifican
* las plaquetas sanguíneas se tornan más viscosas y más propensas a formar grumos
* y hasta las lágrimas contienen trazos químicos diferentes al de las lágrimas de alegría.
Pero todo este perfil bioquímico será drásticamente modificado cuando la persona encuentre una nueva situación.
Estos hechos confirman la gran necesidad de usar nuestra conciencia para crear los cuerpos que realmente necesitamos
El proceso de envejecimiento, se acelera con la ansiedad y la tristeza y puede ser neutralizado cada día, viviendo con alegría y tranquilidad
¿Usted quiere saber como está su cuerpo hoy?
Entonces recuerde lo que pensó y sintió ayer.
¿Quiere saber como estará su cuerpo mañana?
¡Observe sus pensamientos y emociones hoy!
¡O usted abre su corazón, viviendo en paz y felicidad o algún cirujano cardiovascular lo hará por usted!
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