LAS RELACIONES DE PAREJA SON UNO DE LOS ASPECTOS VITALES QUE MAYOR TRANSFORMACIÓN ESTÁN EXPERIMENTANDO EN EL IMPARABLE DESARROLLO DEL SER HUMANO.
SE DA LA CIRCUNSTANCIA QUE CONFORME ÉSTE AVANZA, Y DA LUGAR A MENTES DESPIERTAS Y CORAZONES ABIERTOS, LAS RELACIONES DE PAREJA SE ALEJAN DE LOS TÓPICOS QUE LAS HAN FUNDAMENTADO DURANTE SIGLOS.
Uno de los primeros síntomas del nuevo paradigma de la pareja es el de la libertad, pero no el de una libertad que pone el acento en un “hago lo que me apetece”, sino aquella que respeta ese “yo quiero” que se genera en un ser despierto. En realidad, se trata de la libertad que brota desde un lugar más allá de la pura carencia o compensación subterránea, un estado de conciencia desde el que saberse completo en lo profundo de sí mismo.
Y ESTE ESTADO TIENDE A MANIFESTARSE EN LA PAREJA COMO SERENA COMPLICIDAD, MÁS QUE COMO DEPENDENCIA, TIENDE A MANIFESTARSE COMO AMISTAD DEL ALMA, MÁS QUE COMO JUEGO DE COMPROMISOS Y OBLIGACIONES.
Desde este estado brota una libertad creativa que no sabe de culpas, sino de respeto, y en todo caso, sabe de confianza en todo aquello que pueda llegar a sentir el llamado “otro”, un otro que no solo demanda espacio para manifestarse en sus procesos, sino que está también movido por la misma INTELIGENCIA DE VIDA que subyace tras todo lo que sucede. Una actitud que conlleva confianza como estado natural, así como complicidad silenciosa con la pareja, y ausencia total de juicio condenatorio, juicio propio de la mente ordinaria, tan aprisionada en el juego del pensamiento y la memoria.
En realidad, el antiguo paradigma de “complementarse” con la pareja, consideraba que la llegada de ésta resolvía la soledad o cualquier carencia sobre la que se asentaba. La relación era un juego de limitaciones que bailaban entre el miedo a estropear la relación y la mentira necesaria para tener la casa en paz.
Situaciones que los que ambos asustados y dependientes se montaban, tratando de perpetuar lo que hicieron papá y mamá, es decir, crear una familia y...
Por de pronto, un ser creativo tendrá relaciones creativas, y desde esta perspectiva sabrá dar cauce a lo que sienta, sobre todo cuando se vea atraído por personas “ajenas” a la relación de pareja, atracción que lejos de nacer para complicar la vida de pareja, nace desde el alma, un alma que anhela recorrer los innumerables caminos del Plan Evolutivo de cada uno.
Y cuando a un ser de pronto le sucede el regalo de sentir a otro, tal vez primero tendrá que dar gracias a la vida por abrir su corazón, más allá de que la causa aparente de su apertura sea el llamado otro. Y, en segundo lugar, proceder a discernir entre lo real y las proyecciones propias del enamoramiento.
Sucederá entonces que aprenderá a abrazar, a comunicar, y a establecer vínculos profundos, vínculos más propios de la autenticidad de un ser consciente que de adolescentes rasgos de apego, incompatibilidad y confusión. Una vivencia de apertura que enriquece no solo la propia alma, sino también a la del cómplice con quien se camina cada día.
Lo que sucede desde el antiguo paradigma es más bien lo contrario. Sucede que muchas personas que todavía no han despertado, ignoran como vivir creativas y libres en el seno de una familia reproductora, una familia amenazada por el mandato de la hipoteca, con el compromiso de la camada a cuestas, y con apretadas vidas funcionales que, a menudo constituye la vieja esclavitud del modelo heredado. Un modelo que, de no ser vivido desde la consciencia, no permitirá percibir algo que vaya más allá de la supervivencia, y menos todavía apostar por retiros de silencio, lecturas para comprender, y aventuras para crecer y despertar.
CADA SER HUMANO TIENE LA RELACIÓN DE PAREJA QUE MERECE SU NIVEL DE CONSCIENCIA. Y desde esta perspectiva, hay todavía muchos modelos de relación que no se han constituido desde la consciencia, modelos que en consecuencia no han sido liberados de la tiranía de una mente ordinaria basada en el miedo, un miedo que se tapa atándose a otra persona, eludiendo el camino sutil por el filo de la navaja, y TRATANDO DE CUMPLIR EL CONTRATO DE ANESTESIARSE DÍA A DÍA, ANTES QUE SUFRIR LA AMENAZA DE LA SOLEDAD Y LA CONSIGUIENTE GESTIÓN ESPIRITUAL DE LA MISMA.
Las relaciones de pareja suponen la gran oportunidad del autodescubrimiento, del reconocimiento de la propia vulnerabilidad, del atravesar los miedos inherentes a las sombras y de elevar el corazón en amoroso beneficio hacia todos los seres que se cruzan en el camino.
LA PAREJA NO ES UNA SENDA FÁCIL, PERO SÍ PUEDE SUPONER UNA GRAN EXPANSIÓN DE CONSCIENCIA, SOBRE TODO CUANDO CADA CUAL NO SE RESPONSABILIZA DE LOS SENTIMIENTOS DEL OTRO, SINO DE LOS SUYOS, Y CUANDO CADA CUAL SE ABRE A LA RELACIÓN DE “LO QUE HAY”.
LA LLEGADA DE LA COMPRENSIÓN CONLLEVA ASIMISMO SOLTAR EL MIEDO QUE CONTROLA Y MANIPULA, Y FINALMENTE, PERMITIR QUE CADA CUAL ENFRENTE SUS DEMONIOS COMO CAMINO HACIA LA LUZ, CAMINO RECORRIDO EN PRESENCIA SILENCIOSA DE UN AMADO CÓMPLICE, UN CÓMPLICE QUE SE FUNDAMENTA EN EL DESCUBRIMIENTO DE LA ESENCIA, META ÚLTIMA DE TODA ASOCIACIÓN HUMANA.
Gracias, un abrazo maestro
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