HOY EN DÍA QUIEN MÁS QUIEN MENOS, SABE LA IMPORTANCIA QUE LAS EMOCIONES TIENEN EN NUESTRA VIDA, LO IMPORTANTE QUE SON PARA UNA SALUD EQUILIBRADA Y LO IMPORTANTE QUE ES SABER GESTIONARLAS CORRECTAMENTE PARA SER FELICES.
Hoy más que nunca sabemos lo importante que es una buena educación emocional, para caminar por la vida sin sobresaltos, ojala sea una asignatura que se imparta desde niño en los colegios.
Al carecer de dicha educación emocional muchos de nosotros hemos aprendido a dirigir las emociones que sentimos desde una posición equivocada que nos ha llevado a mal interpretar tanto lo que nos causa dolor como lo que nos causa bienestar, en muchas ocasiones.
Nos han enseñado mal o simplemente no nos han enseñado, hemos observado y hemos repetido esquemas emocionales que están muy lejos de ser los que resuelven lo que nos altera y descontrola y muy lejos también, de ser los que aporten a nuestra vida la alegría, la esperanza y la confianza en nosotros mismos necesarias.
Cuando el dolor va de la mano de cualquier sentimiento, nos han inculcado que le aporta valor. Sin sufrimiento no hay amor, nos han dicho. Si te quieren te dirán verdades que duelan, nos repitieron. Se sufre pero se aprende…oíamos una y otra vez.
NOS HAN GRABADO QUE SIN LA HUELLA AMARGA DEL DOLOR NO PUDIESE NADIE ENTENDER QUE EN UN SENTIMIENTO HAY CONOCIMIENTO Y FELICIDAD.
No asociamos la felicidad ganada a la espontaneidad de la alegría interior. No somos capaces de ligar el entusiasmo con la dicha sin buscar más razonamientos. No podemos advertir el júbilo si viene solo e incluso, si tenemos que reconocer que es así, estaremos buscando detrás la sombra del dolor que asociamos a ello.
Cuando la felicidad inunda un periodo de nuestra vida siempre tememos que muy pronto llegue otra etapa en la que ésta se cobre el premio que nos está dando.
Nos equivocamos al esperar que el valor de los sentimientos y las emociones que nos hacen sentir bien, esté en el dolor que son capaces de producir. Nos equivocamos, igualmente, cuando creemos que solamente hemos venido a sufrir…y nos volvemos a equivocar cuando definitivamente esperamos que tras la dicha llegue la desgracia como si el juez que reparte la satisfacción de ser felices nos cobrase un impagable tributo que se dilata en el tiempo y siempre queda por cobrar.
Hasta creamos un refrán que lo define perfectamente: “no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista”.
DEBEMOS DESAPRENDER QUE EL DOLOR LEGITIMA CUALQUIER EMOCIÓN Y LA ENGRANDECE.
Debemos aprender que la alegría y la felicidad es el estado natural desde que nacemos. Los niños lo saben muy bien mientras son niños pero lo pierden cuando alguien, para su educación les dice por primera vez “quien te quiere te hará llorar”, “la vida es sufrimiento” o “lo que cuesta y tiene valor siempre duele”.
NUNCA ES TARDE PARA DESAPRENDER, TODAS ESAS FRASES LLENAS DE CONDENA Y SOMETIMIENTO PARA EL ALMA, QUE NOS INCULCARON.
SIEMPRE ES BUEN MOMENTO PARA EDUCARNOS EMOCIONALMENTE, PARA SABER GESTIONAR CORRECTAMENTE NUESTRAS EMOCIONES, DESDE AQUÍ ESTE SU BLOG, LES ANIMO A ELLO, SI LO HACEMOS NO DUDEN QUE CONSEGUIREMOS RECORRER EL CAMINO QUE AÚN NOS QUEDE INMENSAMENTE LIBRES Y ETERNAMENTE FELICES.
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