LA VIDA TIENE UN RITMO NATURAL, E INTENTAR DETENERLO O DESVIARLO A VECES ES INÚTIL. EN ESTE PROCESO, SE PIERDE MUCHA ENERGÍA, ENTUSIASMO Y DEDICACIÓN QUE BIEN PODRÍA PONERSE EN OTRAS COSAS.
A veces no hacer nada es lo
mejor que puedes hacer. En tiempos frenéticos donde los procesos se aceleran o
ralentizan al límite, el no esfuerzo es lo más conducente.
LA
PRÁCTICA DE LA NO INTERVENCIÓN en
el curso de las cosas es un desafío para aquellos seres inquietos. La cultura,
las ciudades y el diseño de las experiencias conforman un entramado social que
empuja hacia el movimiento.
Entonces, es posible que se
fuerce la llegada de cierto estado de caos, confusión, desorden de cualquier
tipo, y a tomar decisiones forzadas.
¿QUÉ PASARÍA SI APLICAMOS EL
PRINCIPIO DE NO INTERVENCIÓN, Y DEJAMOS QUE LAS COSAS SE CALMEN?
ACCIÓN/REACCIÓN, Y LA OPCIÓN
DE NO INTERVENCIÓN
El principio de
acción/reacción es conocido por todos: a cualquier hecho, circunstancia,
opinión o estímulo, le oponemos otro, el de la reacción, generado desde las
emociones, que son el gran motor a partir del que nos movilizamos. Desde allí
se quiere obtener un resultado que vaya lo más en concordancia posible con lo
que se anhela o se piensa.
Sin embargo, quizás hayas
tenido la experiencia práctica de la no intervención. Se trata de una elección
consciente de no seguir forzando el curso de las cosas, o el resultado de lo
que te gustaría obtener, para dejar fluir el devenir natural de los
acontecimientos.
Este estado de fluir no
tiene que ver con quedarse estancado, e incluso, poder retomar la marcha; sino
que te coloca en un estado de observación neutral, no forzado, sencillo y de
humilde expectación ante las cosas. La clave es en tranquilizar las emociones y
la mente, para no convertirlas en un motor en piloto automático -como suelen
vivir la mayor parte del tiempo-
Un ejemplo cotidiano: tienes
un pequeño tropiezo en la calle, te tuerces un poco el tobillo; se te hincha, y
el médico indica dos días de reposo, hielo y… esperar. Ya sabes lo que
sucedería si, así y todo, vuelves a la acción cotidiana. Entonces, eliges
seguir aquella recomendación, serenarte y aprovechar ese tiempo para estar
contigo. Descansar, leer, evitar movimientos fuertes. Eso es la no intervención.
5 PREGUNTAS Y RESPUESTAS
PARA CONOCER MÁS LA PRÁCTICA DE LA NO INTERVENCIÓN
1.- ¿NO INTERVENIR SIGNIFICA
DEJAR DE LADO EL TIMÓN DE LA VIDA?
Para nada: la inacción
momentánea es otra forma de actuar. En la acción/reacción cotidiana hay a veces
un gran esfuerzo de tu parte “para hacer que las cosas sucedan”. En este caso,
la propuesta es menos agresiva; te desapegas del afán de querer controlar las
cosas y aprendes sobre la paciencia y la confianza en que lo que es para ti,
llegará a su tiempo.
2.- ¿LA NO INTERVENCIÓN
TIENE QUE VER CON UN PRINCIPIO FILOSÓFICO MAYOR?
Sí. Hay una frase del Tao
que dice: “CUANDO DEJO IR LO QUE SOY, ME CONVIERTO EN LO QUE PUEDO SER.
CUANDO DEJO IR LO QUE TENGO, ATRAIGO LO QUE NECESITO”.
Esta postura ante las cosas
de la vida incluye una gran dosis de sabiduría interior, ya que permite que el
curso de las cosas siga en forma natural, y no forzada.
3.- EN CONCRETO, ¿QUÉ ES LO
QUE ESTOY “HACIENDO” CUANDO “NO ESTOY HACIENDO”?
El estado de no intervención
te coloca en una posición de entendimiento pleno. Tu intervención no es
necesaria en términos de tomar una acción concreta, o influir en el resultado a
través de tu hacer.
Lo único que necesitas es
seguir siendo tu; silenciarte, tranquilizarte, confiar y proyectar el mejor
estado interno que contribuya al proceso en marcha. La depresión y tristeza
-por el pasado de esa situación-, y la ansiedad -por el futuro-, dejarán lugar
a una mayor paz interior.
4.- ¿PUEDE SER QUE ME SIENTA
INCÓMODO AL INCORPORARLO A LA VIDA COTIDIANA?
Sí, es incómodo durante un
tiempo, ya que toda la vida quizás te has pasado resolviendo cosas y queriendo
que salgan a tu manera. Esa manera poco confortable de vivir se traduce en
mayor tensión, obnubila tu pensamiento crítico, no permite que analices las
mejores alternativas y te vuelves un poco hostil contigo y con los demás.
Puedes sentirte raro. Lo
mejor es silenciarte, serenarte y entregarte al proceso, colocando tus
pensamientos y la energía de la no intervención a favor del proceso natural, sea
lo que traiga el resultado de las situaciones.
5.- ¿CÓMO PUEDO ATRAVESAR
MEJOR EL MOMENTO DE NO INTERVENCIÓN?
Relejarte de todas las
formas posibles; meditar; hacer yoga; caminar en la naturaleza; observar las
nubes; quedarte en silencio en varios momentos del día; dejar que tus
pensamientos controladores sigan su camino y evitar detenerte en ellos
(“engancharte en el teatro de la mente”), son herramientas esenciales del
proceso. En la práctica continuada, aprenderás a serenarte, a confiar, a tener compasión
hacia ti y hacia todos los involucrados en el curso de las cosas, y a dar la
bienvenida a lo que ocurra con mejor disposición.
EN DEFINITIVA, ES INCORPORAR
LA ACTITUD DE NO INTERVENIR PERMANENTEMENTE EN TODAS Y CADA UNA DE LAS COSAS,
SIN QUE ESTO SIGNIFIQUE ABANDONARTE A TU SUERTE O DEJAR PASAR LAS
OPORTUNIDADES.
MÁS BIEN ES ESTAR MEJOR
PREPARADO INTERIORMENTE Y TENER MAYOR LUCIDEZ PARA ESCOGER AQUELLA EXPERIENCIA
QUE ES PRODUCTO DEL DEVENIR NATURAL DE LA VIDA.
CUANDO ALCANZAS ESTE ESTADO
INTERNO, VERÁS, VIVIRÁS Y SENTIRÁS LA EXPERIENCIA DE QUE TODO FLUYE A SU
TIEMPO; QUE NO SE NOS DA NADA QUE NO PODAMOS MANEJAR, Y QUE TODO OCURRE POR
ALGÚN MOTIVO MAYOR AL QUE PODAMOS ENTENDER CON LA MENTE.
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