A CAMBIO DEL PROFUNDO GOCE DE SENTIRSE ÚTIL A LOS DEMÁS.
A CAMBIO DE SEGUIR EL RASTRO DE UNA ÍNTIMA PROPUESTA DE VIDA “EL AMOR COMO CAMINO”.
Y ¿eso qué significa?, ¿dar “dinero a los pobres” ?, ¿no ejercer el comercio?, ¿ir de inocente por la vida?, ¿ayudar a cruzar la calle a las viejecitas?, ¿no defenderse?, ¿tragar?, ¿callar cuando sentimos la conveniencia de cuestionar?, ¿ir los domingos a plantar árboles?, ¿repartir panfletos apostólicos por las calles?, ¿nunca decir NO?…
TAL VEZ LO QUE SIGNIFICA ES
TAN SOLO FUNCIONAR DESDE EL CORAZÓN ………. algo que puede
traducirse como actuar renunciando a llenar de intenciones permanentemente los
frutos de la acción.
Significa hacer sin hacer,
significa ofrecer y entregar a alguien, sin que esa persona pueda algún día
devolverlo, significa hacer algo por otros sin espíritu de recompensa,
significa apoyar lo que precisa de apoyo, sin calcular las ventajas personales
que vamos a obtener con ello.
¿Quién dijo que el amor no
era otra cosa que un baile de hormonas?, ¿acaso cree todavía el racionalismo biológico
que el amor se puede medir en laboratorio?, ¿o es que, con estas afirmaciones,
lo que estamos es utilizando la herramienta limitada de la mente racional para
algo que va mucho más allá de la pura racionalidad?
Ya no basta sentir el amor
como una relación basada en la supervivencia, es decir un mandato biológico por
el que, si no logramos unirnos no sobreviviremos. Ni siquiera justificar al
amor como un el gran fenómeno de la pulsión reproductora de la vida,
reduciéndolo a ese sucedáneo llamado enamoramiento y a sus proyecciones
derivadas por sublimes y efímeras que estas sean. En realidad, ni siquiera el
amor que se intuye desde el insondable corazón humano llega a ser un
sentimiento, recordemos que los sentimientos, por hondos y próximos que se
encuentren de nuestra sensación de identidad, no dejan también de ser
cambiantes. Y EL AMOR “ESENCIAL” NO CAMBIA, SIMPLEMENTE ES.
Entonces, tras descartar
reflejos y sucedáneos, ¿qué ámbito queda para el amor?, EN REALIDAD EL AMOR CON
TODAS SUS LETRAS BROTA Y SE MANIFIESTA DESDE EL ÁMBITO DEL ESPÍRITU, y si de
alguna forma disfrutamos de la evolución suficiente como para haber degustado
una vivencia de totalidad, sabremos con íntima certeza que el espíritu en el
ser humano es una realidad Transpersonal que trasciende los limitados sentidos,
sabremos sin necesidad de información que lo justifique, que somos amor en
esencia, y que desde nuestra encapsulada personalidad ordinaria de corte
emocional y racional, no se puede acceder a él.
Ante este planteamiento del
amor de apariencia idealista, tal vez más de uno se pregunte, ¿COMO SE
MANIFIESTA ESE AMOR ESENCIAL O “ESPIRITUAL” EN LA VIDA COTIDIANA DE CUALQUIER
SER HUMANO?
A lo que merecerá la pena
señalar que ese amor, donde primero se nota es en la compasión, compasión a
veces mal entendida, tan mal entendida que al ser vivida parece colocarnos en
una situación de superioridad frente al “pobrecito” que padece desde nuestra
inmune atalaya. En realidad, la compasión es empatía profunda con el
sentimiento de dolor del otro, sin que ello nos inunde y nos arrastre. En
realidad, la empatía con el sentimiento de dolor en el otro conlleva el genuino
y activo deseo de que éste se alivie, el anhelo de bien que impulsa a proteger,
cuidar y dotar al ser que atraviesa el padecimiento, por sutil que éste sea.
El amor también se manifiesta cuando ofrecemos nuestra energía allí donde entendamos que ésta se precisa para mejorar las condiciones existentes, el amor se manifiesta eligiendo pensar desde la nobleza, el respeto y la suspensión del juicio, el amor se manifiesta cuando nos alegramos genuinamente de un éxito ajeno, y sigue manifestándose cuando honramos valores y principios que determinan la opción más libre y generosa del ser humano, y para culminar, brota cuando sentimos amor universal irradiando hacia todo lo existente, sin necesidad de que las cualidades del “objeto amado” nos estimulen a admirar o ensalzar, es decir amor incondicional.
EL MAHABARATA, LIBRO DE
FILOSOFÍA HINDÚ, ESCRITO HACE MÁS DE 5.000 AÑOS, SEÑALA CUATRO NIVELES EN LA
EVOLUCIÓN DE LOS SERES HUMANOS.
PRIMERO LOS QUE BUSCAN
RECIBIR.
SEGUNDO LOS QUE BUSCAN DAR Y
RECIBIR.
TERCERO LOS QUE VIVEN PARA
DAR, PERO GOZAN DE QUE DAN.
CUARTO LOS QUE IRRADIAN SU
AUTENTICIDAD Y LUCIDEZ TAL Y COMO LO HACE EL SOL, ALLÍ DONDE LLEGUEN SUS RAYOS
DE FORMA UNIVERSAL Y ANÓNIMA.
UNA BUENA PREGUNTA PARA HACERSE UNO, PODRÍA SER....¿EN CUAL DE LOS CUATRO ME ENCUENTRO YO?
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