ALBERT EINSTEIN, DECÍA: INTENTA CONVERTIRTE NO EN UNA PERSONA DE ÉXITO, SINO MÁS BIEN EN UNA PERSONA DE VALOR.
HAY
TRES MOMENTOS CLAVES Y MUY IMPORTANTES EN TODA DECISIÓN: DÓNDE PONES LA “COMA”,
CÓMO USAS EL “ES QUE” Y QUÉ PONES DETRÁS DEL “PERO”.
EJEMPLO:
“LO QUIERO, PERO ES QUE ES DIFÍCIL” O “ES DIFÍCIL, PERO ES QUE LO QUIERO”.
Encontrar
algo que te gusta de verdad es demasiado difícil como para llenarlo de excusas.
o vas o no vas, pero no te andes con rodeos o intentos a medio gas.
UN SUEÑO ES UNA PREGUNTA
DE SÍ O NO, ES ABSURDO DIVAGAR.
Existe
una frase que nunca me ha gustado a pesar de sus buenas y efectivas intenciones: “EL NO YA LO TIENES”.
NO, EL NO, NO LO TIENES, HAY QUE
GANÁRSELO.
No
hacerlo sería no hacer justicia con quien sí que va, llama a la puerta, lo
intenta y le dicen que no. Cautos y valientes están en lados
diferentes de la raya. HASTA EL FRACASO HAY QUE MERECERLO.
Vivimos
en una cultura muy sensible al fracaso, donde la persona se prepara para
el reconocimiento y no para la gloria.
ES
EN EL ESFUERZO Y NO EN EL RESULTADO DONDE RESIDE LA DIGNIDAD. Es más fácil ganar que merecerlo y,
sin embargo, se prefiere ganar (a cualquier precio).
“Solo cuando das el 100% en
lo que haces dejas de pensar en los caminos que no cogiste”.
Con
frecuencia nos creemos que lo importante en la vida es todo aquello que tiene
un gran valor material, pero solo son ideas equivocadas, de quien se mira a
través de los ojos de los demás. Si usamos nuestra propia mirada
descubriremos que lo realmente valioso es cuánto damos de nosotros mismos y con
qué pasión e intensidad nos entregamos, cómo exprimimos cada instante, cómo
disfrutamos, cómo nos damos a los demás y como aprovechamos las lecciones
que cada día tenemos delante.
Nuestras vidas serían mucho
más ricas sin en vez de medirnos en función de nuestros éxitos o nuestras
posesiones nos midiéramos en función de lo que ayudamos a los demás.
RAFAEL
SANTANDREU REPITE UNA Y OTRA VEZ: “LO QUE DA VALOR A UNA PERSONA NO ES SI ES
RICO, ELEGANTE O INTELIGENTE, SINO SU CAPACIDAD DE AMAR”.
Amar
entendido como concepto puro y pleno, no como una acción condicional o como un
verbo reservado para las relaciones de pareja. Amar es una actitud ante lo que nos rodea: es sentir que eres del mundo y
que, de alguna forma, el mundo es tuyo; que no tienes que pedir
permiso para lo que por derecho te pertenece y, ni mucho menos, hacerlo a
quienes hacen de la devaluación un modo de posicionarse.
Olvídate
de esos conceptos de márketin barato sobre el éxito y el fracaso. Apaga la
tele. O, mejor, aprende cuándo cambiar de canal, ‘auto edúcate’.
Por
todos lados te van a decir que si no ganas no eres un ganador, que si pierdes
eres un perdedor, que para ser necesitas tener,
que los guapos valen más y que en
este mundo sirve hacer o decir cualquier cosa fuera de tono para
ser reconocido. Solo es ruido. Tápate los oídos, y apuesta por el
mundo en el que tú de verdad crees, dejando a un lado si lo consigues o no lo
consigues. No pienses en los aplausos, porque cualquiera aplaude hoy
cualquier cosa. Sé tú quien se
aplauda.
“Hay dos tipos de personas:
los que dicen que algo es imposible antes de intentarlo y los que lo dicen
después.”.
Cuando
uno elige darlo todo, el resultado se vuelve algo externo ante lo que poco más
se puede hacer. No existen las garantías cuando nos vemos mezclados
con tantas variables. Sería pretencioso pensar que todo depende de
nosotros.
LA FRASE “SI QUIERES,
PUEDES” ES CUANTO MENOS CUESTIONABLE,
SERÍA MÁS CORRECTO DECIR “SI QUIERES, PUEDE QUE PUEDAS”.
La
verdadera diferencia está en qué haces ante la incertidumbre, si te echas
hacia atrás o si pruebas. Por eso, hay dos tipos de personas: los que
dicen que algo es imposible antes de intentarlo y los que lo dicen después.
No podemos elegir ganar, pero lo que sí que se
puede elegir es qué grado de esfuerzo, pasión y atención ponemos en la tarea.
En el ruedo de la vida no tenemos control sobre el
triunfo, pero lo que sí podemos decidir es con qué traje volvemos a casa, si
con uno brillante e impoluto o con uno lleno de barro y agujeros.
UNO NO PUEDE ASEGURAR UNA VICTORIA, PERO SÍ PUEDE
ELEGIR LA CALIDAD, EL HONOR Y EL DECORO DE –SI HA DE DARSE– LA DERROTA. SI HAS
DE PERDER, QUE SEA MERECIDO. GÁNATE EL NO.
ES
DIFÍCIL APOSTAR CUANDO SABES QUE PUEDE QUE NO LO CONSIGAS. HACE FALTA
MUCHO CORAJE PARA SEGUIR CUANDO SABES QUE LA RECOMPENSA SIEMPRE VIENE CON
RETRASO Y QUE ESTE RETRASO A VECES ES ETERNO, PERO ES PRECISAMENTE AHÍ DONDE
ESTÁ LA DIFERENCIA ENTRE VIVIR LA VIDA DE OTROS O VIVIR LA TUYA PROPIA, ENTRE
UN POR Y UN PARA, ENTRE QUIEN HACE ALGO PARA LOGRARLO
Y QUIEN LO HACE PORQUE LO AMA. VIVIR EN EL AMOR ES EL ÉXITO MÁS
ELEVADO AL QUE PUEDE ASPIRAR UN SER HUMANO.
NO
IMPORTA QUE NO LO CONSIGAS, IMPORTA QUE ESTÉS EN LA PRIMERA LÍNEA DEL CAMPO DE
TU BATALLA Y QUE CONFÍES EN TI, PORQUE CREER EN TI NO ES SABER QUE LO VAS A CONSEGUIR, ES SABER QUE MERECES
HACER LO QUE AMAS.
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