“Las personas son como los libros, unas te engañan por la portada y otras te sorprenden por el contenido”(pensamientos en voz alta)
ES MUY CURIOSA LA APRECIACIÓN DEL TIEMPO DENTRO DE NOSOTROS. HAY UN TIEMPO QUE SE VA SIN DARNOS CUENTA, HORAS QUE SON SEGUNDOS Y DÍAS QUE NI SIQUIERA NOTAMOS QUE PASAN. OTROS, SIN EMBARGO SE DILATAN, SE ESTIRAN, SE HACEN INTERMINABLES.
Pareciese que las manecillas del reloj tuviesen algo que las frena, algo que las impidiese andar, un pesado motivo para dejar de moverse.
Y es que el tiempo no existe. Hemos dividido en trocitos la vida para creer que la podemos controlar. Y hemos inventado el pasado y el futuro que nos atrapan mientras vivimos un presente continuo siempre.
LA VIDA ES LINEAL Y SUCEDE SIEMPRE HACIA DELANTE. LOS ACONTECIMIENTOS MARCAN EL RITMO DE LO QUE LLAMAMOS TIEMPO. Más rápido si lo apreciamos como feliz, muy lento si lo vivimos lleno de penas.
Sin embargo muchas personas, mantienen otra teoría, dicen que el tiempo no existe. Que estamos en el mismo lugar y en el mismo instante que las hordas de medievales o los grupos prehistóricos que poblaron cada territorio.
Se nos hace difícil aceptar esto porque de alguna forma con la sucesión del tiempo, su paso y esa división artificial de lo que pasó y lo que vendrá tenemos la sensación de progreso, de avance, DE QUE SOMOS EL FINAL MEJORADO DE NUESTRA ESPECIE, LO MEJOR A LO QUE HA LLEGADO EL SER HUMANO (DE MOMENTO). Que tampoco es real.
Posiblemente, el tiempo tenga capas superpuestas, dimensiones diferentes que no apreciamos y en ellas sucede la vida de cada uno, que por otra parte nunca es aislada.
Estamos enlazados por eslabones invisibles que transmiten la misma corriente que la de los demás. Piezas de un puzle que encajamos en los bordes recortados de otros sin los cuales no ocuparíamos nuestro lugar ni ellos el suyo.
SOMOS EL PRINCIPIO Y EL FIN DE ALGO QUE AÚN NO SABEMOS MUY BIEN LO QUE ES, ASÍ QUE MIENTRAS LO DESCUBRIMOS VIVAMOS FELICES Y HAGAMOS FELICES A QUIENES NOS RODEAN, QUE NORMALMENTE SON NUESTROS ERES QUERIDOS.
La sensación de la dimensión temporal es algo aprendido a pesar de que el cambio en lo que vemos y en nosotros mismos nos hablen del ayer y del mañana. Son sucesos concatenados cuya valoración nace y muere en nosotros y con nosotros.
DE AHÍ LA IMPORTANCIA DE VIVIR CON INTENSIDAD PERO CON SOSIEGO, LO QUE LLAMAMOS PRESENTE PORQUE EN REALIDAD ES LO ÚNICO Y LO MÁS MÁGICO DONDE PODEMOS EXPERIMENTAR Y EXPRESAR LO QUE VERDADERAMENTE SOMOS.
Como en otras ocasiones les dejo con un nuevo vídeo de mi buen amigo LICE MORENO
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