DE TODAS LAS BARRERAS QUE EL SER HUMANO PUEDA LEVANTAR PARA IMPEDIR SU CORRECTA EVOLUCIÓN, POSIBLEMENTE LAS MÁS SÓLIDAS E INDESTRUCTIBLES SEAN LAS BARRERAS MENTALES.
Uno a lo largo de la vida actúa en numerosas ocasiones, tras el miedo, los prejuicios, las creencias heredadas y la deformación de las ideas que se instalan en nuestra mente. Esas barreras se han levantado poco a poco, casi sin darnos cuenta. Y tras ellas nos hemos quedado escondidos al abrigo de cualquier peligro y la sombra más absoluta.
Han hecho su estructura sin nuestro permiso y han diseñado muros sinuosos donde nos hemos ido recostando cuando los problemas aparecen. Tras ellos, nos escondemos con la vergüenza, la timidez, la baja autoestima, el temor al qué dirán o la ansiedad de ser el centro de las miradas cuando quisiéramos estar en el anonimato.
Han crecido muchas veces porque así lo hemos permitido por influencia de otros y comodidad nuestra. Nos las han ido colocando, piedra a piedra, con el cemento de lo correcto y lo incorrecto, del bien y del mal por iniciativa de lo que entendían los que ayudaron a que dichas barreras creciesen. Y así de esta manera sin apenas darnos cuenta, las arrastramos pesadamente, cargadas a nuestra espalda.
NO HAY NADA MÁS PELIGROSO QUE LAS BARRERAS QUE NOS IMPIDEN SER NOSOTROS MISMOS Y EVOLUCIONAR EN LIBERTAD.
Nada más poderoso que la imagen que se refleja en nuestro interior de cómo debemos actuar en la vida y que no encaja en el modelo impuesto por la sociedad actual, donde nos muestran una realidad, que no se parece en nada a la que cada uno siente como su realidad.
Y si en algún momento, nos hemos armado de valor y hemos hecho intención de saltar nuestras barreras…hemos sentido pánico al imaginarnos en el otro lado, en la orilla que no vemos, a ese otro mundo que queda fuera de nuestros límites.
Pero lo peor llega cuando de verdad nos las hemos saltado, en alguna ocasión, porque a pesar de habernos sentido bien al ser nosotros mismos, los demás nos hacen sentir culpables, de no haber hecho “lo socialmente correcto”, nos hacen o mejor dicho nosotros dejamos que nos hagan sentir culpables por hacer lo que nos dicta el corazón, en vez de ser sumisos con lo que se nos manda, por habernos atrevido a salir del rebaño.
Romper las barreras de la mente cuesta mucho porque uno se imagina perdido, sin referencias claras, sin apoyos, sin tener una referencia clara que nos indique que es lo correcto.
NOS CUESTA TOMAR CONCIENCIA QUE EL BIEN Y EL MAL SÓLO PUEDEN DIFERENCIARSE DESDE EL CORAZÓN Y NO DESDE LOS MODELOS ESTABLECIDOS POR ALGO TAN INDEFINIDO COMO LO QUE LLAMAMOS “SOCIEDAD”, EN LA QUE NOS HA TOCADO VIVIR.
Ni tampoco pueden ajustarse dichos conceptos a la mentalidad de quienes nos educaron, con su mejor intención, pero a veces con nefastos resultados. Todos sabemos cuando estamos haciéndolo bien y cuando dañamos a alguien, o a nosotros mismos.
HEMOS DE GUIARNOS POR NUESTRA INTUICIÓN Y SEGUIR EL CAMINO QUE NOS INDIQUE NUESTRO INTERIOR EN UN ACTO PURO DE SINCERIDAD CON NOSOTROS MISMOS.
ROMPER BARRERAS SIGNIFICA ENCONTRARNOS AL OTRO LADO CON UN YO DESCONOCIDO QUE NOS DARÁ PASO AL ENTENDIMIENTO Y LA COMPRENSIÓN DE LA SENCILLEZ DE VIVIR.
MERECE LA PENA INTENTARLO. ROTUNDAMENTE SÍ, NO LO DUDEN.
DEFINITIVAMENTE he amado tu blog esteban, no muchos abarcan temas tan profundos como los que aqui se publican, realmente soy una fan de todo este mundo espiritista pues creo que no estamos solos en este mundo; he llegado de casualidad aqui viendo un topic de los chicos de la Gran Hermandad Blanca y creo que visitare mas seguido tu blog. besos y buena semana! ♥
ResponderEliminar