lunes, 24 de noviembre de 2014

LA LEY DE CAUSA Y EFECTO (EL ARTE DE ABRIR EL CORAZÓN)

LA LEY DE CAUSA Y EFECTO 
"El universo está regido por la ley de causas y de consecuencias. Cada acto, cada acontecimiento, es una causa que conlleva consecuencias, y cada acto, cada acontecimiento es, en sí mismo, la consecuencia de una causa. Causas y consecuencias están pues indisolublemente ligadas, pero la duración de una vida humana es demasiado limitada para que podamos observar este vasto juego de los encadenamientos. De igual forma que hoy constatamos hechos que son la consecuencia de causas muy anteriores a nuestra existencia actual y que no conocemos, tampoco podemos prever las consecuencias que ocasionarán ciertos hechos que ahora se están produciendo.

Actualmente nos encontramos pues ante situaciones que son, unas el resultado de causas, y otras de consecuencias, y por eso hay tantos acontecimientos cuyo sentido se nos escapa.

En cuanto a la reencarnación, sólo es en realidad un aspecto en particular de esta ley de causas y de consecuencias. Como la vida de los seres no se detiene en el momento en que abandonan la tierra, no sólo las consecuencias de sus actos les siguen al más allá, sino que cuando vuelven a encarnarse, persisten vivas y activas. No podemos pues afirmar que tal persona no merezca las buenas condiciones con las que se beneficia en esta existencia, y que tal otra no merezca la injusticia de la cual es víctima, porque no sabemos nada de sus encarnaciones anteriores. Hasta que no admitamos la reencarnación, no comprenderemos nada de la justicia Universal, esa que está por encima de la justicia del ser humano."

La mejor manera de que todo lo que hagamos en la vida, no nos cree débitos posteriores, es hacer las cosas con el corazón.


EL ABRIR EL CORAZÓN
es un acto de generosidad,
un ejercicio de honestidad
con nuestro ser interior,
deseoso de dar lo mejor de sí.

Abrir el Corazón es apuntar
a lo más sublime de cada ser,
reconociendo en los demás
aquello que también
está en nosotros.

Abrir el Corazón es ser sinceros
por encima de todos los engaños
que nos hacen aparentar
ser fríos e invulnerables.

Abrir el Corazón es amar
incondicionalmente la vida
y a los demás,
por encima de las dificultades.

Abrir el Corazón es sembrar la semilla
selecta que hemos guardado
para el mejor momento: "ahora".

Abrir el Corazón es
no preguntar porque,
y dar sin pedir explicaciones.

Abrir el Corazón es llevar ese río
de néctar para poder saciar la sed
de cuantos seres habitan
este reino de existencia.

Abrir el Corazón es tocar a cada ser
como a las delicadas alas de una mariposa.

Abre tú el Corazón, porque ese
es el mejor maestro,
el que puede hacerte llegar
al conocimiento más profundo. 

Que siga lloviendo en nuestros Corazones,
para que nuestro jardín
se inunde de flores y amor.

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