EL ESFUERZO ES LO QUE VALE
"En todo lo que emprendemos, sea cual sea el dominio, material o espiritual, lo que cuenta son nuestros esfuerzos. El Cielo nunca considera el éxito, sino solamente los esfuerzos. Sólo él decide sobre los éxitos, porque todo lo que hacemos se inscribe
en un conjunto y debe servir, por tanto, a los planes del Creador,estar de acuerdo con ellos; y quizá no esté previsto en absoluto que los proyectos en los que estamos trabajando se realicen tal como nosotros deseamos. Únicamente los esfuerzos nos pertenecen, no el éxito.
Dejad pues que los seres de arriba decidan sobre el momento en el que vuestros esfuerzos se vean coronados por el éxito. Y si todavía no es el caso, decíos: «De momento, es verdad, mi trabajo todavía no ha producido nada aparentemente, pero en realidad sé que desde hoy mismo ya produce frutos.» Sí, porque los resultados aparecen primero en vuestro corazón y vuestra alma, ¿acaso no lo sentís? Nada de lo que hacemos se queda inerte o estancado."
"Las palabras «renuncia», «sacrificio» son ciertamente de las que menos agradan a los humanos, porque las comprenden como sinónimos de privación y dicen que si se privan, van a morir. Y es cierto que van a morir: si no han comprendido que la renuncia sirve únicamente para acceder a unas regiones más elevadas para obtener algo mejor, morirán.
En la práctica espiritual, renunciar, es transponer una necesidad, una tendencia, un placer a un plano superior. Seguimos alimentándonos, amando, teniendo diferentes actividades, pero con unos elementos más puros, con un objetivo más desinteresado. La renuncia no es pues sinónimo de muerte, por el contrario es sinónimo de vida. Aquél que no lo ha comprendido, se estanca. Y es precisamente este estancamiento el que le conduce hacia la muerte. Mientras que si acepta ciertas privaciones, transforma una energía bruta en una energía más sutil, y no sólo no muere, sino que se enriquece."
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