En estos tiempos muchos seres humanos siente en su interior la necesidad de hacer grandes cambios en sus vidas, sobre todo, con una especial necesidad de transformar el comportamiento que han tenido durante toda su vida, sienten en la mayoría de ocasiones que no han vivido la vida que ellos deseaban vivir, sino la que otros les han hecho vivir.
Y todos ellos se preguntan ¿QUÉ NOS ESTÁ PASANDO?
Esta sensación de espera, de necesitar que “ALGO CAMBIE” en el ser humano, cada día se hace más fuerte, y este mismo impulso está creando un cambio real. Sin embargo, muchas personas aún esperan que la transformación se produzca fuera, en la sociedad, sin darse cuenta de que ellos son parte de esa sociedad y que como parte de esa sociedad si uno cambia ya está cambiando “SU PARTE DE SOCIEDAD” debemos ser conscientes de que cualquier cambio que deseemos, empieza por cambiar mosotros mismos los primeros.
“SI UNO CAMBIA, TODO CAMBIA”.
Y la clave es entender que el cambio siempre empieza en nuestro interior, solo podemos cambiar cuando en nuestro interior sentimos como nuestro espíritu nos impele a la búsqueda de nuevas formas de sentir pensar y actuar.
Quien decide iniciar el “CAMINO DEL INTERIOR” comienza con la observación de sí mismo, elegir transformarse, es un camino estrecho, pues uno parece andar a tientas entre la oscuridad que al principio acontece, hasta que poco a poco con el conocimiento de mostros mismos que vamos adquiriendo, vamos viendo nuestra propia luz interior.
Es posible que os sintáis más asustados, o que hayan renacido antiguos miedos en vosotros. Sin embargo, no se trata de que haya aumentado el temor, sino de que estamos navegando en aguas más profundas (emociones, sentimientos, pensamientos profundos), y ahora vemos con más claridad los temores que antes nos dirigían de forma inconsciente. Al buscar en su interior, uno encuentra lo que le ha venido dominando toda la vida, sin darse cuenta de ello.
La actitud más positiva frente a estos miedos, es simplemente observarlos, dejarles salir. Si os fijáis, pareciera que haya una especie de “miedo al miedo”. Tenemos como una resistencia a sentir miedo. Bien, es ese miedo primario, es esa resistencia la que podemos aprender a relajar para dejar que el temor salga de la cajita de pandora en la que lleva habitando toda su existencia. A medida que dejamos que el temor salga, va disminuyendo su intensidad, el miedo no es otra cosa que “El temor a lo desconocido”.
POR ESO EL MEJOR ANTIDOTO PARA EVITAR TEMORES Y MIEDOS ES EL ….CONOCIMIENTO Y EN ESPECIAL… EL AUTO CONOCIMIENTO…DEL CUAL PARTE TODO.
Otro de los síntomas que tienen los seres humanos que están trabajando en ese “VIAJE INTERIOR”, es la sensación de que muchas cosas del mundo están dejando de importarles, lo que no significa que se tenga menos sensibilidad frente a los problemas de la humanidad, sino que, lo que antes les absorbía gran parte de su tiempo, ahora parece no llamar siquiera su atención. De esta forma, se suelen apartar de personas con las que antes se tenía una gran relación, fundamentalmente porque no les interesa compartir su tiempo en las actividades antiguas.
Uno de los conflictos más comunes es, por tanto, que se generan situaciones de discusiones y enfados. Lo más importante en este caso es observar nuestras emociones, si existen culpas, enojos... y, al igual que con el miedo, respirar profundamente, tomar un tiempo para observarlas, dejarlas salir y esperar a que se calmen.
Poco a poco nos vamos dando cuenta de que todas estas emociones vienen de los juicios que hacemos sobre los demás, y sobre nosotros mismos, y cada vez les prestaremos menos atención.
Simplemente lo que nos está ocurriendo es que a través del conocimiento de nosotros mismos, está cambiando ….”NUESTRA ESCALA DE VALORES”…y empezamos a dar valor a otras cosas que antes no dábamos.
Otros síntomas que podemos tener durante esa viaje a nuestro interior son: cansancio, la desazón, el dolor de cabeza y de espalda, articulaciones... En cualquier caso, con cualquiera de los síntomas que tengamos, podemos hacer un sencillo ejercicio que nos propone el libro “LA ENFERMEDAD COMO CAMINO”, y es preguntarnos:
¿A QUÉ ME OBLIGA ESTO QUE ME ESTÁ PASANDO?
¿QUÉ ME IMPIDE?
Con estas preguntas uno puede encontrar mucho sentido a la situación que está viviendo.
En cualquier caso, para todos estos cambios tan profundos, lo más recomendable es tranquilidad, firmeza interior, observación, y no dejar de contemplar siempre el camino que a uno le hace estar tranquilo, lleno de armonía y sereno.
TRABAJO, ESFUERZO, CONFIANZA EN UNO MISMO Y FUERZA DE VOLUNTAD, SERÁN LAS CLAVES QUE NOS LLEVARAN A CONSEGUIR LO QUE NOS PROPUSIMOS CUANDO INICIAMOS EL “VIAJE A NUESTRO INTERIOR”.
Es una colaboración de: L.S.
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