LA ORUGUITA TESTARUDA
Era se una vez, una pequeña oruga que quería cruzar un gran rio, no tiene muchas fuerzas pero todo su empeño es cruzar un gran rio con una fuerte corriente.
Alguien le observa desde lejos y le dice, yo te ayudaré a cruzar el rio, soy más fuerte que tú y podré ayudarte. Entonces el animalito dice a ese otro animal algo más grande:
- Yo soy capaz de cruzar el rio solo, pues Dios me dispuso frente a este rio para que cruzase el rio yo solo.
El animal más grande insiste en dar su apoyo pero el animalito pequeño ve el rio grande y no tiene miedo. No le asusta la corriente, sabe que todo tiene una causa y él quiere cruzar el rio consciente de que es capaz de hacerlo solo.
Mete una patita en el agua. El agua está muy fría. Tan fría que empieza a tiritar.
Entonces aparece otro animalito y le dice:
- Yo te ayudaré, puedo volar, te llevaré a la otra parte del río sin que toques ni si quiera el agua, puedo ayudarte a cruzarlo.
Entonces una voz temblorosa del animalito pequeñito que tanto frio había cogido al meter una patita en el agua, dijo:
- Noooo teeeeee preeeeooocuuupes. - Tiritaba entero de frio. Continuo diciendo, - Yoooo soooollooooo puupupupupueeeeddoodododo. Didididididoososos puuupupusoo essssttteteee ririririririooo aaquiquiquiqui papapappra mimiimi, yoyoyoyoy ssososososouyyyy cacacacapapapapz ddddddd crcrcrcrruuuuuzazazazazarlllolololo sosoosososososlo.
A esto le respondió el animal volador:
- Yo se que tú puedes, amado amigito, pero te veo con frio y muy pequeño para hacerlo solo, tal vez requieras un poco de ayuda.
Y el pequeño animal le dijo:
- Sisisisiis Didididididididodososoosos huhuhuhuhubibibibibieeeesesese qquequequequequeririririrido quequeque memememememm ayuyuyuyuyuyuydase alalalalalguien memememememme hubibibibibiesesesese dididididicho allallalalgo oooo mememememme hubibibibibieeeesesese dddddaddddddo uuuuuuuna seseseseñal. Mumumumumumumchas gragragargargargracias pppppor oooofrecerme tututututuu ayuyuuuuda pepepeppepro noooo llllla nenenenecesito.
A esto que el pájaro, al ver al animalito tan testarudo se alejó y le dejó sólo cruzando aquel rio. El animalito temblaba todo él, tenía algo de miedo pero una fe tan grande que no quería que le ayudase nadie y se disponía a entrar en el agua cuando apareció un gran pez y le dijo:
- Qué jugoso se te ve amiguito. ¿Quieres que te introduzca en mi grande boca para que pueda degustarte mejor?
El animalito se llevó tal susto que no podía ni moverse, allá se quedo quieto, completamente quieto frente a ese gran animal esperando una reacción de sus músculos pero esta no llegaba. Estaba inmóvil. Su susto fue tal que casi se queda incluso sin aliento. Al final dijo:
- NOOO, NOOO QUIERO QUE ME COMAS.
Ya no temblaba.
Ya no le molestaba el frio.
Ya ni si quiera recordaba que quería cruzar el rio.
Lo único que sabía es que no quería ser comido.
Pidió ayuda.
El animalito pidió ayuda por fin. Pensó que aquello no entraba en los planes que Dios tenía para él, que Dios no quería que él se aventurase a una muerte rápida y segura y pidió por fin ayuda para que le guiasen hasta el otro lado.
Vino el pajarito, y le llevo al otro lado. No tardó ni unos segundos.
Nuestro amiguito, ¿sabes que animalito era? Una pequeña oruga buscando un lugar seguro para poner su capullito y convertirse en mariposa.
¿Cómo iba Dios a desear que ese animal cruzase un rio sólo? ¿Por qué?
La oruga, no veía que Dios dispuso el rio, el primer animal, una mofeta buena nadadora, un pájaro hermoso, grande y amoroso, y un pez gigante que no tenía intención de comerle, sólo quería degustarlo un poquitito en su propio vientre.
Dios dispuso un rio enorme (LA VIDA Y SUS LECCIONES), con una corriente capaz de liberar cargas (LOS TALENTOS QUE CADA UNO TENEMOS). Dios le dispuso a él y a su libre albedrio para que decidiese cual era su camino correcto. Dios le otorgo la capacidad de decidir su propio destino.
Igual que al principio decidió cruzar sola todo el rio, también pudo haber decidido que le ayudasen. Y así ocurrió.
Sé que es difícil volver atrás y pedir ayuda. Es difícil pedírsela a quien nos la ofreció y nosotros la rechazamos, pero es una gran lección de humildad.
No nos han educado para eso, no nos han preparado para saber que tarde o temprano necesitaremos a los demás, que no somos auto-suficientes.
Es muy difícil en la vida real, pero a veces es necesario.
Lo sabes. Eres fuerte, pero no tanto como para cargar sobre ti lo que de manera natural aun no puedes cargar.
Hermosa palabra “COMPARTIR” es la que de verdad nos hace sentir a los demás como verdaderos “HEMANOS”
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