En unos tiempos de gran confusión parece haber un cierto consenso sobre la irremediabilidad de un cambio drástico en la historia humana en el año 2012.
Esto no es nuevo en la historia humana, sabemos que las profecías de cambios en determinados periodos se repiten a lo largo de la historia, sin embargo en esta ocasión los medios de comunicación de masas pueden amplificar y llevar la noticia hasta el último rincón del planeta y como siempre estas predicciones se mueven en la esfera del mito mientras la oficialidad las obvia aparentemente.
El ser humano se forma y conforma en sociedad y por tanto sus creencias son heredadas. A no ser que se sustituyan por unas nuevas cuando las primarias dejan de ser efectivas el cuerpo social pierde un adepto que pasa a ser dueño de sí mismo en tanto encuentre fuerzas en la batalla por su independencia psíquica que nunca será completa pero si liberadora.
Las élites conocedoras del control que ejercen los mitos y costumbres para sacar ventaja entre distintos escalafones de jerarquías humanas encuentran satisfactorio crear o recrear aquellos estados sociales que más se adecuen a sus expectativas y deseos y es aquí donde se manifiesta el devenir humano como una lucha de élites que no de masa social. La masa siempre duerme aun en la acción, pero es el cemento de los cambios sociales producidos por los albañiles de las élites.
¿Por qué se produce una situación tal? ¿No sería más enriquecedora para todos la colaboración que la competencia? ¿No es la competencia una forma de colaboración inconsciente?
Las respuestas que toman como eje central para explicar fenómenos como estos a la avaricia humana obvian que la masa no es avariciosa en tanto que es dormida y por ello inconsciente, pero las élites si saben lo que quieren y los medios que necesitan para conseguirlo, por ello es en las élites donde centraremos nuestra atención a la hora de entender su inclinación por el poder y el control.
La colaboración como sistema es enemiga de las élites en tanto que diluye el poder vertical y compartimentado para hacerlo horizontal y accesible. De ello se deduce que mayores cantidades de masas inconscientes acceden a los frutos destinados a las élites y por ello la tarta disminuye, eso visto desde la perspectiva del controlador, mientras que el nuevo controlador llegado de la masa pasa a engrosar las élites del futuro bajo un nuevo esquema.
Hasta aquí nada nuevo pero la pregunta sería ¿Es posible modificar un proceso tal que conduzca a jerarquías horizontales y por ello no competitivas?
La respuesta es, Sí es posible, pero como todo parto puede ser muy doloroso para las masas dormidas y más aun para las élites que ven declinar su poder justo cuando están en la cima de su éxito. Ello es un proceso natural derivado del hecho que la concentración de poder en muy pocas manos lleva inexorablemente al despertar colectivo que genera un nuevo orden. Quien/es se hagan con la gestión de ese nuevo orden y bajo que esquema es la clave.
Para ello es necesario conducir a las masas lo más dormidas posible hacia los fines dictados por la élite y al mismo tiempo darle la información necesaria para que se muevan en la dirección deseada. Esto solo es posible con dosis crecientes de información mezcladas con desinformación que produzcan un movimiento inconsciente (por la incomprensión del destino trazado por las élites) que lleven a las masas a donde las élites necesitan para su supervivencia.
Esa es la penúltima fase antes de desvelar el plan maestro no como verdadero sino como nuevo mito y costumbre a seguir por las nuevas masas adormecidas.
Así es como ha funcionado la historia humana hasta hoy.
¿De dónde surge la avaricia? ¿A quién sirve?
La avaricia solo puede surgir en un estado de inconsciencia sobre lo Real y por ello se ve como escaso lo que es accesible por siempre. Se trata de una disfunción del cuerpomente separado de su matriz original con La Vida que se incuba y desarrolla sobre las élites pues es ese el caldo de cultivo ideal para un virus social que necesita para su perpetuación una mirada más alta que el común de los mortales y que al mismo tiempo debe consumir o hacer inaccesibles todos los recursos que puedan ser utilizados por las masas para aniquilar la infección.
La avaricia solo sirve a su inoculador consciente o inconsciente como medio a través del cual hacerse con el control de algo que está más allá de su radio de influencia directo.
¿Quien inocula la avaricia en el ser humano?
El agricultor que pretende controlar una plaga usa los medios necesarios para ello sin que los pequeños seres que mueren para propiciar una buena cosecha sean conscientes que eran un estorbo en los planes del agricultor.
Afirmo que la avaricia no es consustancial al ser humano si no que ha sido inoculada para mantenerlo bajo control a lo largo de la historia y el vector de ataque han sido las élites humanas.
El inoculador pretende el control de la especie humana pues trastorna sus planes de avaricia que a su vez ha sido inoculada por otro agente en esferas más altas para control del mismo inoculador.
Dios es ajeno a estos planes en tanto que es dador a todos y solo las jerarquías con un grado de desarrollo tal que puedan tener una comprensión cabal de lo que acontece en niveles inferiores pueden poner cura a un estado como este. El mecanismo para ello son Las Masas que despiertan y el vector las viejas/nuevas élites.
Vemos así que el proceso es autocontenido y lleva la cura en si mismo aun a costa de parecer cruel y sin sentido.
La inculcación de la limitación sirve como método de control de plagas y de creación de orden en sistemas más altos y de caos y desorden temporal en los subsistemas que se ven afectados por esas medidas. Ello solo es posible por entes que se encuentran en un estado evolucionario espiritual inferior pero con un mayor grado de manipulación mental y física. Son los catalizadores inconscientes en el resultado de sus acciones del Nuevo Mundo y son usados por las jerarquías superiores como peones de reequilibrio universal.
Es así que el Mal sirve al Bien y este mueve al Mundo a través del Amor que DIOS da sin distinción alguna.
Así vemos que la competencia es colaboración y que el Mal sirve al Bien y que en definitiva todo es como debe ser y todo es para ser mejor. Lo paradójico se une en un mismo pensamiento en que los opuestos se funden en evolución de la Vida que siempre es, pero que solo puede ser percibida como parcial para aquellos que tienen ego.
Y si no tienes ego ¿Quién pintará un Velázquez? ¿Quién escribirá poemas? ¿Quien hará de la vida una pasión?
Los Dioses nos usan para su recreo y solaz y Los Dioses no son otros que nosotros mismos.
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