LA ESENCIA DE LA LUCHA
HUMANA ES EL CONFLICTO ENTRE QUIÉNES SOMOS Y QUIÉNES QUEREMOS SER. DE HECHO, LA
DUALIDAD ES EL EJE DE LA EXPERIENCIA HUMANA.
LA VIDA Y LA MUERTE, EL BIEN
Y EL MAL, LA ESPERANZA Y LA RESIGNACIÓN COEXISTEN EN TODAS LAS PERSONAS Y
EJERCEN SU INFLUENCIA EN TODAS LAS FACETAS DE NUESTRAS VIDAS.
Si conocemos el valor, es
porque también hemos experimentado el miedo; si reconocemos la sinceridad, es
porque hemos vivido el engaño. Sin embargo, la mayoría negamos o desconocemos
nuestra naturaleza dual.
Si vivimos bajo el supuesto
de que sólo somos de una forma o de otra, dentro de un espectro limitado de
cualidades humanas, entonces deberíamos preguntarnos por qué la mayoría no
estamos totalmente satisfechos con nuestra vida tal como es ahora.
¿POR QUÉ TENEMOS ACCESO A
TANTO CONOCIMIENTO, PERO NOS FALTA LA FORTALEZA Y EL VALOR PARA ACTUAR DE
ACUERDO CON NUESTRAS BUENAS INTENCIONES Y SER CAPACES DE TOMAR DECISIONES
PODEROSAS?
Y LO MÁS IMPORTANTE, ¿POR
QUÉ SEGUIMOS ACTUANDO CONTRA NUESTRO SISTEMA DE VALORES Y CONTRA TODO AQUELLO
QUE DEFENDEMOS?
CON TODA SEGURIDAD SE DEBE A
ESA OTRA CARA DE NOSOTROS MISMOS QUE JUNG LLAMO “LA SOMBRA”
Nuestro yo más oscuro, donde
se oculta nuestro poder no reivindicado. Es en este lugar, absolutamente
insospechado, donde encontramos la llave para abrir la puerta de nuestra
fuerza, felicidad y capacidad para vivir nuestros sueños.
Nos han condicionado a temer
el lado oscuro de la vida y nuestro propio aspecto oscuro. Cuando nos damos
cuenta de que tenemos pensamientos funestos o nos parece que nuestros
sentimientos son inaceptables, corremos a escondernos de nuevo en nuestra
madriguera a rezar con la esperanza de que desaparecerán antes de que volvamos
a asomar la cabeza.
¿POR QUÉ ACTUAMOS DE ESTE
MODO?
PORQUE TENEMOS MIEDO DE QUE,
POR MÁS QUE LO INTENTEMOS, NUNCA PODAMOS HUIR DE ESA PARTE DE NOSOTROS MISMOS.
AUNQUE LO MÁS HABITUAL SEA
REPRIMIR O DESOÍR NUESTRO LADO OSCURO, LO CIERTO ES QUE HUIR DE ESA SOMBRA
INTENSIFICA SU PODER.
Negarla implica más
sufrimiento, dolor, remordimientos y resignación. Si no somos capaces de
responsabilizarnos y extraer la sabiduría que se oculta bajo la superficie de
nuestra mente consciente, la sombra asume el mando, y en lugar de ser nosotros
los que la controlamos, es ella la que acaba dominándonos, desencadenando el
llamado Efecto Sombra. Entonces nuestro lado oscuro empieza a elegir por
nosotros.
Nuestra sombra nos incita a
actuar de formas que jamás hubiéramos podido imaginar y a malgastar nuestra
energía vital en malos hábitos y conductas repetitivas.
Nuestra sombra impide que
nos expresemos plenamente, que seamos sinceros y que vivamos una vida
auténtica.
La única forma de liberarnos
de conductas potencialmente perjudiciales es aceptar esta dualidad. Si no somos
capaces de reconocer todo lo que somos, el Efecto Sombra nos cegará
parcialmente.
El Efecto Sombra está en
todas partes. La prueba de su omnipresencia está en todos los aspectos de
nuestra vida. Lo leemos en Internet. Lo vemos en las telenoticias de la noche,
en nuestros amigos, familiares y desconocidos con los que nos cruzamos en la
calle.
Pero quizá lo más
significativo es que podemos reconocerlo en nuestros pensamientos, verlo en
nuestras conductas y sentirlo en nuestras relaciones con los demás. Nos
preocupa que si esta oscuridad sale a la luz nos sintamos profundamente
avergonzados o, lo que es peor, que se haga realidad nuestra peor pesadilla.
NOS DA MIEDO LO QUE PODEMOS
ENCONTRAR SI MIRAMOS EN NUESTRO INTERIOR, ASÍ QUE ESCONDEMOS LA CABEZA BAJO EL
ALA Y NOS NEGAMOS A ENFRENTARNOS A NUESTRO LADO OSCURO.
Si permanece oculta, la
sombra es una caja de Pandora cargada de secretos que podrían destruir todo lo
que amamos y nos preocupa. Pero si abrimos la caja, descubriremos que lo que
encierra tiene el poder de cambiar radicalmente nuestras vidas de una forma
positiva. Desaparecerá la ilusión de que la oscuridad nos dominará y veremos el
mundo con nuevos ojos.
La comprensión que
descubriremos hacia nosotros mismos despertará nuestra seguridad y valor y
abrirá nuestro corazón a los que nos rodean.
El poder que habremos
desenterrado nos ayudará a hacer frente al miedo que nos ha estado paralizando
y nos instará a avanzar con decisión para desarrollar todo nuestro potencial.
Pues si no contrarrestamos
su fuerza e integramos su sabiduría, nuestra sombra tiene el potencial de
seguir causando estragos en nuestras vidas y en nuestro mundo. Cuando no somos
capaces de admitir nuestras vulnerabilidades y reconocer nuestras malas
conductas, cada vez que estemos a punto de dar un paso importante en el ámbito
emocional, personal o profesional, nosotros mismos nos estaremos limitando.
Entonces gana la sombra.
Cuando hablamos a nuestros hijos con una ira desproporcionada, gana la sombra.
Cuando engañamos a nuestros seres queridos, gana la sombra. Cuando nos negamos
a aceptar nuestra verdadera naturaleza, gana la sombra. Si no iluminamos la
oscuridad de nuestros impulsos humanos con la luz de nuestro conocimiento, gana
la sombra. Hasta que no aceptemos todo lo que somos, el Efecto Sombra tendrá el
poder de impedir nuestra felicidad.
Si no la reconocemos, la
sombra evitará nuestra realización personal, impedirá que logremos nuestros
planes más detallados y viviremos a medias.
EL TRABAJO CON LA SOMBRA, ES
MÁS QUE UN PROCESO PSICOLÓGICO.
Es una herramienta
magnifica, para los problemas no resueltos. Es un viaje transformador que
trasciende cualquier teoría psicológica, porque aborda el lado oscuro como un
asunto humano y espiritual que todos hemos de resolver en esta vida, si
queremos vivir una vida que refleje plenamente nuestra expresión personal. Al
final comprenderemos que no somos ni mejores ni peores que nadie por nuestro
color, procedencia, orientación sexual, constitución genética o pasado.
Nadie en este mundo se libra
de su sombra, y cuando nos la tomamos en serio y la comprendemos, puede dar pie
a una nueva realidad que cambiará nuestros sentimientos respecto a nosotros
mismos, a nuestra forma de educar a nuestros hijos, cómo tratamos a nuestras
parejas, cómo nos relacionamos con los otros miembros de la comunidad y con
otras naciones.
Creo que la sombra es uno de
nuestros grandes dones. Carl G. Jung la denominó la «antagonista»; es nuestro
rival interior que nos revela nuestras debilidades y aguza nuestros puntos
fuertes.
Es el maestro, el entrenador
y el guía que nos apoya en el descubrimiento de nuestra verdadera grandeza.
LA SOMBRA NO ES UN PROBLEMA
QUE DEBAMOS RESOLVER, NI UN ENEMIGO AL QUE DEBAMOS CONQUISTAR, SINO UN CAMPO
FÉRTIL POR CULTIVAR. CUANDO HUNDAMOS NUESTRAS MANOS EN SU RICO SUELO,
ENCONTRAREMOS LAS POTENTES SEMILLAS DE LA PERSONA QUE REALMENTE DESEAMOS SER.
NADA ESTÁ POR CASUALIDAD
TODO LO QUE EXISTE TIENE UN ¿POR QUÉ? Y LA SOMBRA ESTA PARA ENSEÑARNOS UNA
PARTE DE NOSOTROS QUE SI NO FUESE POR ELLA NO PODRÍAMOS SABERLA, COMPRENDERLA E
INTEGRARLA.
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