lunes, 14 de octubre de 2019

EL AGRADECIMIENTO…..FUENTE DE FELICIDAD

FIJÉMONOS EN NOSOTROS MISMOS, HASTA QUE ESTAMOS PREPARADOS EN LA VIDA, HASTA QUE SOMOS CAPACES DE GESTIONAR NUESTRO DÍA A DÍA Y TOMAR LAS RIENDAS DE NUESTRO DESTINO, SON MUCHAS LAS PERSONAS QUE HAN CONTRIBUIDO CON SU TRABAJO, ESFUERZO Y SACRIFICIO, AYUDÁNDONOS A LLEGAR HASTA ESE MOMENTO DE INDEPENDENCIA. 

El secreto está en ser capaces de dar las gracias sin que ocurra ningún hecho extraordinario, de esa forma conseguimos estar más felices y contentos sean cuales sean las circunstancias que rodeen nuestra vida. Ya lo dice el refranero castellano: “DE BIEN NACIDO, ES SER AGRADECIDO” 

SER AGRADECIDOS NOS HACE MÁS FELICES Y MEJORES SERES HUMANOS.

Hay dos clases de gratitud: la condicional y la incondicional. La primera consiste en sentirse bien cuando las cosas salen como uno espera. Como no siempre es así, acaba siendo una emoción esquiva y poco duradera. La segunda consiste en una actitud y un hábito de vida, sentirse bien sin que haya ocurrido nada especial; es decir……………. estar agradecido por todo.

SIENDO LO MÁS IMPORTANTE QUE AL NO ESTAR CONDICIONADA POR NINGÚN OTRO ACONTECIMIENTO, ESTA ACTITUD ES LA PRECURSORA DE LA FELICIDAD Y EL ÉXITO PERSONAL EN LA VIDA.

¿La gran mayoría de veces no somos conscientes de cuántas personas han contribuido a que este día sea posible?

Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos estamos recibiendo las acciones de innumerables personas, la mayoría desconocidas, que hacen de nuestras vidas una experiencia mejor.

Si contásemos cuánta gente nos sirve directa e indirectamente en un solo día de nuestra vida, no podríamos más que sentir puro agradecimiento. 

“CUANTA MÁS GRATITUD SIENTAS, MÁS FELIZ SERÁS Y TU VIDA CAMBIARÁ MÁS RÁPIDO” (RHONDA BYRNE)

Por no mencionar a nuestros padres, nuestros abuelos, nuestros médicos, nuestros maestros, nuestros amigos, nuestros compañeros… todas las personas que han contribuido a que consiguiéramos algo significativo, o simplemente que nos han ayudado a sobrevivir hasta el día de hoy.

ES INNEGABLE QUE DEBEMOS UN INMENSO RECONOCIMIENTO A INFINIDAD DE PERSONAS QUE HACEN POSIBLE QUE SIGAMOS CON VIDA O QUE DISFRUTEMOS DE NUESTRO MOMENTO ACTUAL TAL COMO ES.

Y para poder expresarlo es necesario estar muy presente de manera que seamos conscientes de las cosas buenas y positivas que nos rodean.

Si además miramos hacia atrás en el tiempo y repasamos todos los descubrimientos y avances tecnológicos que hacen nuestra vida más cómoda y segura, sin olvidar los pensadores y sabios que la han enriquecido, entonces este sentimiento debería extenderse casi a los orígenes de la humanidad.

Cuando reflexionamos sobre todo ello, cada día se convierte en una sucesión de oportunidades para acordarnos con una sonrisa de personas que han contribuido con mucho o poco a nuestra vida y para sentir el deseo de devolver el favor a las generaciones futuras.

LOS PSICÓLOGOS EMMONS Y MCCOLLOUGH ESTUDIARON LAS CONSECUENCIAS DE LA GRATITUD Y ACABARON CONCLUYENDO QUE TIENE PROFUNDOS EFECTOS EN EL BIENESTAR FÍSICO Y EMOCIONAL DE LAS PERSONAS.

En su estudio analizaron las muchas formas de expresarla, como, por ejemplo: 

• Con una nota personal.

• Comparándose con gente que tiene problemas graves.

• Dando simplemente las gracias.

• Controlando mentalmente los pensamientos negativos.

Y DESCUBRIERON QUE LAS PERSONAS QUE HACÍAN DE ESTA ACTITUD UN HÁBITO DE VIDA SE SENTÍAN MÁS SALUDABLES, MÁS OPTIMISTAS Y MÁS FELICES CON SUS VIDAS. 

 Otros investigadores llegaron a la conclusión de que este hábito mejora las relaciones con las personas y propicia el altruismo. Además de ayudar a superar el estrés y las actitudes negativas.

PERO UNO DE LOS FRUTOS MÁS IMPORTANTES DE LA GRATITUD ES QUE CONTRIBUYE A GENERAR FELICIDAD.

En otros estudios, con mayores y con niños, se ha profundizado en la relación entre la felicidad, inducida por buenos recuerdos y sentimientos de gratitud, y el éxito general en la vida. Y se ha concluido que las personas que se sienten más contentas consiguen una existencia más longeva, mejores ingresos, mejores relaciones, y también ser más eficaces ante los problemas profesionales y personales.

ES DECIR, AHORA SABEMOS QUE “LA FELICIDAD DA ÉXITO” (Y NO AL REVÉS, COMO SE CREÍA ANTES: “EL ÉXITO DA LA FELICIDAD”, LO CUAL YA INTUÍAMOS QUE NO ERA CIERTO).

Habrá quien piense que para apreciar o poder verbalizar esa sensación de gratitud, primero debe ocurrir algo que lo motive; es decir, que la emoción debe ser la consecuencia de un acontecimiento favorable.

Pero necesariamente no ha de ser así. En realidad, es posible abrigar gratitud sin que haya ocurrido nada especial antes. Ser capaces de dar gracias por algo que aún no ha sucedido. Aunque esta posibilidad pueda ser incomprensible para la mayoría, tiene muchas ventajas.

Las personas más felices sienten gratitud por todo. No necesitan razones concretas. Viven instaladas en reconocer lo bueno que tienen por el simple hecho de estar vivas, al margen de lo que les sucede. No necesitan razones de peso para estar agradecidas porque haber recibido la vida ya les es suficiente.

Incluso hay personas, tan habituadas a vivir en esta actitud, que agradecen cosas tan intangibles como una sonrisa, un amanecer, una inspiración, la brisa suave, la calidez del sol o un instante de paz… O incluso son capaces de agradecer lo que está por llegar, por ejemplo: algo valioso que se aprenderá mañana, el próximo libro que se leerá y que quizá aún no está ni escrito, o incluso la música que sonará en el propio funeral. Es lo que se podría llamar “AGRADECIMIENTO GRATUITO” no se debe a nada tangible, pero conmueve por igual.

UNO DE LOS HÁBITOS COMUNES DE LAS PERSONAS FELICES ES EL DE EMPEZAR EL DÍA DANDO GRACIAS POR PEQUEÑAS COSAS PARA GENERAR UNA ACTITUD LLENA DE ENERGÍA POSITIVA PARA EL RESTO DE LA JORNADA. 

“DEMOS GRACIAS A LAS PERSONAS QUE NOS HACEN FELICES; SON LOS ADORABLES JARDINEROS QUE HACEN FLORECER NUESTRAS ALMAS” (MARCEL PROUST)

La maestría en este arte se alcanza cuando uno es capaz de agradecer incluso las dificultades extremas que a cada uno le toca vivir, porque somos capaces de pensar que detrás de cada lágrima, de cada instante de dolor, hay un aprendizaje, una enseñanza que nos convierte en personas más humanas, más suaves, y más comprensivas con el abatimiento de los demás. Es lo que se llama “ver lo bueno de lo malo” que siempre existe, aunque cueste reconocerlo en una primera mirada. 

SIN LUGAR A DUDAS, HAY UNA PALABRA QUE SIEMPRE ES BIEN RECIBIDA POR TODOS, Y ES “GRACIAS”.

TODAS NUESTRAS COMUNICACIONES CON OTRAS PERSONAS DEBERÍAN TERMINAR CON ELLA.

CON TODA CERTEZA, ESTA ACTITUD HARÁ QUE LAS COSAS EMPIECEN A CAMBIAR.


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