viernes, 21 de septiembre de 2018

LA RESPONSABILIDAD DE SER ADULTO

LA VIDA ES SENCILLA, BASTA CON HACER LO QUE TIENES QUE HACER, NO ES FÁCIL HACER LA TRANSICIÓN DE SER ADOLESCENTE A SER APRENDIZ DE ADULTO.

LO QUE TIENE DE IMPORTANTE E INTERESANTE DE CONVERTIRSE EN ADULTO NO ES PODER BEBER, DEJAR DE PEDIR PERMISO A TUS PADRES PARA SALIR DE CASA O COMPRARTE UN COCHE. LO VERDADERAMENTE INTERESANTE ES SER CAPACES DE TRANSFORMARNOS EN LOS DUEÑOS DE NUESTRAS VIDAS, EN LOS RESPONSABLES DE NUESTRAS DECISIONES Y DE NUESTRAS ACCIONES. 

De alguna forma, ser adulto no es otra cosa que escuchar el despertador, ignorar el deseo de seguir durmiendo y ponerse en pie de un salto para empezar a hacer las cosas que hay que hacer. Sin excusas.  
¿Y CUÁLES SON LAS COSAS QUE HAY QUE HACER? LAS QUE TE HACEN FELIZ, LAS QUE CREAN AMOR Y LAS QUE MEJORAN EL MUNDO.

Para muchas personas estas tres tareas no tienen conexión, y nadie tiene la certeza absoluta para decirte la felicidad o el amor por el que debes esforzarte. PERO SER FELIZ —al igual que amar— es mucho más que una decisión personal, es un acto de responsabilidad social.

Y tiene sentido. Porque cuando no somos felices es cuando aflora lo peor de nosotros. Cuando nos volvemos egoístas, despiadados e insensibles. Y esto sucede porque no desplegamos las alas de nuestra capacidad de amar e incluso nos olvidamos de preguntar a quien siempre estuvo a nuestro lado «Oye, ¿y tú cómo estás?»

Nada hay desconectado. Ni el humor, ni la amabilidad ni el respeto a que otros sean quienes son o dibujen su camino.

Recuerdo que hace muchos años, reflexionaba el porque me decían lo que me decían: «¿Qué problema tienen algunos en que persiga mis sueños? ¿Por qué razón, y por loco que parezca, no se dedican a celebrar el milagro de ver a un joven construyendo su destino?»

La respuesta tardo en llegar y vino en forma de mensaje intuitivo, que decía: viniste a un mundo en el que hubo quien no se preocupó lo suficiente por ensanchar su corazón. En el que, señalando a su pasado, a un contexto o a un suceso desafortunado no reunieron las fuerzas para —sin aspirar aún a la cima— dar el pasito que sí podían.

Un mundo que muchas veces no supo entender que no solo se trataba de ellos, sino de los demás, y que la felicidad de uno, por pequeña que sea, siempre contribuye a la riqueza de todos.

POR DESGRACIA HOY EN PLENO SIGLO XXI, SIGUE OCURRIENDO LO MISMO, SE SIGUE CRITICANDO AL QUE ES CAPAZ DE SALIR DE LO ESTABLECIDO PARA PERDERSE EN LO DESCONOCIDO Y ENCONTRAR SU CAMINO, SE SIGUE CRITICANDO POR AQUELLOS QUE SON INCAPACES DE SALIR DEL REBAÑO Y NO LES GUSTA VER QUE ALGUIEN LO HACE, PORQUE LES DEMUESTRA QUE ES POSIBLE Y LES DEJA SIN DISCULPAS. 

NO LO OLVIDES…….. NO SOLO ERES FELIZ PARA TI.


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