¿TE HAS DADO CUENTA DE QUE A
VECES, POR MUCHO QUE TE ESFUERCES, ¿RESULTA IMPOSIBLE CONSEGUIR LO QUE QUIERES?
LO CIERTO ES QUE, POR FORTUNA O DESGRACIA, NUESTROS RESULTADOS NO SIEMPRE
DEPENDEN DEL ESFUERZO QUE INVIRTAMOS PARA CONSEGUIRLOS...
«¡Esfuérzate!, debes
darlo todo; no te rindas, ¡piensa que puedes conseguir lo que quieras si das el
máximo de ti mismo!». ¿Cuántas veces hemos
escuchado estas mismas expresiones? Sin duda, infinitas veces. Es más, no solo
los hemos escuchado, sino que lo leemos a diario en redes sociales y hasta
desayunamos en tazas con mensajes similares.
Para alcanzar ciertas metas,
hay que invertir recursos. El logro requiere competencia, dedicación,
entusiasmo y hasta ciertas gotas de “suerte”.
Asimismo, en las últimas
décadas, el inconsciente social de la población está muy condicionado por la
conocida «ley de la atracción». Es decir, bastaría con desear mucho un objetivo
concreto para que el destino o el devenir nos lo ofrezca. Este es
otro modelo que, junto a la idea de que basta con esforzarse para conquistar un
propósito, pueden constituir la base de muchas de nuestras decepciones.
Lo cierto es que el alcanzar
un sueño depende de muchos factores. Es más, en ciertos casos, el hecho de
no hacer nada o dar un paso atrás, puede alzarse como la estrategia más idónea… Sorprendente,
pero cierto.
Vivimos en una sociedad
competitiva que nos hace creer que, cuanto más hagamos, más lograremos.
Tristemente, esta regla de tres no siempre se cumple.
EN OCASIONES, DAR UN PASO
ATRÁS PUEDE CONDUCIRNOS AL LOGRO QUE DESEÁBAMOS.
LA LEY DEL ESFUERZO INVERSO:
¿EN QUÉ CONSISTE?
Estamos inmersos en una
sociedad articulada alrededor de la idea de la competitividad. Debemos
demostrar cuánto valemos, esforzándonos al máximo, y lo hacemos hasta el punto
de que, en ocasiones, el simple hecho de descansar hace que nos sintamos
culpables.
La cultura del esfuerzo nos
ha convertido, casi sin darnos cuenta, en seres frustrados e infelices. Esto lo
siente quien se ha pasado muchos años formándose sin lograr un puesto laboral
acorde a sus estudios. Lo sabe quién, sabiéndose competente en un área y
esforzándose al máximo, no logra reconocimiento.
Nos pasamos buena parte de
nuestra existencia intentando hacer méritos sin poder llegar a ningún lado.
Somos una población cansada y, a menudo, desencantada.
TAL VEZ, DEBERÍAMOS INTEGRAR
TAMBIÉN UN MODELO QUE NOS LEGÓ EL FILÓSOFO BRITÁNICO ALAN WATTS. LA LEY DEL
ESFUERZO INVERSO NOS DICE QUE, EN OCASIONES, CUANTO MÁS NOS OBSESIONEMOS
POR LOGRAR ALGO, MÁS NOS ALEJAREMOS DE NOSOTROS MISMOS.
«Si no sabes nadar y
te caes al agua, intentas mantenerte a flote desesperadamente y lleno de
angustia. Cuanto más pelees y más te sacudas, más te hundirás. La teoría del
esfuerzo invertido consiste, sencillamente, en relajarte, en pensar que, si
estás tranquilo y llenas los pulmones de aire, esto te hará flotar y no te
ahogarás».
-ALAN WATTS, LA
SABIDURÍA DE LA INSEGURIDAD-
CUANTO MÁS INTENTAS ALGO,
MÁS SE ALEJA ESA META
Resulta irónico que nos
hayan enseñado el inestimable valor del esfuerzo, pero no el valor de aplicar,
en ocasiones, una actitud más serena y calmada. Watts nos quiso transmitir con
la teoría del esfuerzo que, si bien es necesario en ciertos momentos dar el
máximo de nosotros mismos, EN DETERMINADAS OCASIONES ES
MEJOR PONER DISTANCIA O NO ACTUAR PARA QUE ALGO SUCEDA.
Desacelerar, mirar las cosas
de manera más meditada y sin necesidad de invertir grandes energías también
puede traer resultados. El paradójico arte de no hacer nada da forma a esa
acción sin esfuerzo capaz de acercarnos a una meta.
HAY MOMENTOS EN LOS QUE
APORTAR TODAS NUESTRAS INVERSIONES MENTALES Y EMOCIONALES POR UN OBJETIVO NOS
ALEJA DE ÉL.
Asimismo, esta
perspectiva nos recuerda mucho a la mentalidad wu wei que
aparece en el Tao Te Ching de LAO TSE Recordemos, según
esta filosofía, es recomendable aprender que la fuerza no siempre nos trae los
resultados esperados. La no acción o, más aún, responder sin esfuerzo a los
eventos de la vida nos puede traer buenos resultados.
«EL MISTERIO DE LA
VIDA NO ES UN PROBLEMA A RESOLVER, SINO UNA REALIDAD A EXPERIMENTAR». -ALAN
WATTS-
ES NECESARIO SABER EN QUÉ MOMENTOS ES MEJOR NO ACTUAR. ¿CUÁNDO APLICAR ESTE ENFOQUE?
La ley del enfoque inverso,
o desistir de la inversión de esfuerzos en pro de un objetivo, no es un recurso
apto para toda circunstancia. Lo ideal es que desarrollemos esa visión más
reflexiva y lúcida con la que saber en qué contextos es necesario dar el máximo
de nosotros mismos, y cuando es mejor no actuar o más aún… Dar un paso atrás.
POR OTRO LADO, DEBEMOS
ENTENDER QUE RETROCEDER O NO AUNAR RECURSOS NO IMPLICA RENDICIÓN O DEMOSTRAR
INCOMPETENCIA. ES NECESARIO SANEAR ESE SESGO QUE NOS HACE CREER QUE LA VALÍA DE
UNO SE DEMUESTRA CUANDO DAMOS NUESTRA VIDA Y NUESTRA ALMA POR UNA META. NUESTRA
VALÍA EMANA, TAMBIÉN, DE LA PROPIA INTELIGENCIA A LA HORA DE SABER QUÉ
DIMENSIONES VALEN LA INVERSIÓN DE NUESTRA ENERGÍA Y CUÁLES NO.
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