LA FALTA DE CONFIANZA EN
NOSOTROS MISMOS ES COMO UNA ESPINA QUE, UNA VEZ SE CLAVA, CUESTA MUCHO
RETIRARLA.
LA MANERA EN QUE NOS
SENTIMOS CON NOSOTROS MISMOS DEFINE TODO LO QUE NOS RODEA, INCLUIDAS LAS METAS
QUE ALCANZAMOS. SIN ELLA, SIN LA MAGIA DE LA AUTOCONFIANZA, CADA SUEÑO SE NOS
ESCAPA DE LAS MANOS Y EL MUNDO ENTERO TIEMBLA BAJO NUESTROS PIES. DUDAMOS DE NUESTRAS
DECISIONES, NUESTRAS RELACIONES Y HASTA DE NUESTRA CAPACIDAD PARA ENFRENTAR LAS
DIFICULTADES.
SI SABEMOS QUE ES IMPORTANTE
CUIDAR Y SALVAGUARDAR CADA DÍA LA AUTOESTIMA, NO PODEMOS OLVIDARNOS DE LA
AUTOCONFIANZA. Esta competencia no define nuestra
capacidad para tener éxito en todos los ámbitos de la vida. Hace referencia a
la seguridad de que, ante cualquier reto, desafío o circunstancias, daremos lo
mejor de nosotros mismos.
Sin embargo, ¿qué pasa
cuando esa valía extraordinaria no está o se debilita?
La confianza en nosotros
mismos es la que nos permite escalar cualquier dificultad.
CUANDO DEJAS DE CONFIAR EN
TI MISMO, TODO SE VIENE ABAJO
En cada uno de nosotros hay
un potencial innato para la autorrealización. Sin embargo, no todos lo
alcanzamos. Es decir, a pesar de saber que disponemos de valores y
competencias, no nos atrevemos a ponerlas en prácticas por inseguridad o miedo
al fracaso.
Debemos tener en cuenta otro
factor que determina esa realidad en la que uno deja de confiar en sí mismo. A
veces, el entorno actúa cortando nuestras alas, lastrando nuestra autoestima y
autoconfianza. La crianza, la educación e incluso ciertas relaciones de pareja
pueden hacer que dudemos lo indecible de nosotros mismos.
A ello se le añade otro
hecho. Hay épocas en las que todo se tuerce, los fracasos se concatenan y al
final, las decepciones son tan profundas que se esfuma la autoconfianza. Si
bien es cierto que todos podemos lidiar en algún momento con esta experiencia,
hay que tener cuidado. Porque quien lucha cada día por confiar en sí mismo
sufre mayores cuotas de ansiedad y sufrimiento psicológico.
SENTIMIENTOS QUE
SURGEN CON LA AUTO-DESCONFIANZA
La primera sensación que
emerge cuando dejas de confiar en ti mismo es la indignidad. Dejas de sentirte
válido en casi cualquier área de tu existencia: la laboral, la emocional y
hasta la social. Es más, es común que quien no confía en su propia
persona, tampoco lo hace en los demás.
- Dudas de ti en cada cosa que haces,
intentas o piensas.
- Te sientes en inferioridad. Es
frecuente compararse con todos los que nos rodean y sentirnos siempre en
desventaja.
- Aparecen la apatía, el desánimo y
la incapacidad de disfrutar. También se apagan las ganas por
marcarnos nuevos propósitos.
- Pierdes esa imagen positiva que se tiene
del propio yo, esa que te empuja hacia el logro de metas y objetivos.
Cuando esto falla, dejas de sentirte completo y pleno, conectado con lo
que te rodea.
La exigencia excesiva y el
miedo al fracaso pueden hacer también que perdamos la confianza en nosotros
mismos.
COMO RECUPERAR LA AUTOCONFIANZA
1. SANA LO QUE TE HA HECHO
DEJAR DE CONFIAR EN TI MISMO
¿Qué ha hecho que pierdas la
confianza en ti? Dimensiones como el acoso laboral, el desempleo de larga
duración, la autoexigencia, las relaciones dañinas o una concatenación de
fracasos, suelen estar detrás de esta realidad. A veces, hacer
un acto de introspección y detectar qué ha opacado nuestras valías y confianzas nos
permitirá actuar ante esa realidad.
Clarifica a su vez qué
necesitas para sentirte mejor contigo mismo. Tener apoyo social, hacer un
cambio en tu vida o marcarte metas más sencillas y realistas, pueden ser de
ayuda.
2. DESAFÍA A TU CRÍTICO
INTERNO
Haz un registro, sé
consciente de esa voz interna que pone en duda lo que vales y que te alimenta
de desconfianzas. No le des validez, racionaliza lo que te dices a ti mismo y
desafía toda devaluación dándole la vuelta:
3. ACEPTA QUE LA VIDA TAMBIÉN VA DE SABER FRACASAR
Deja a un lado la necesidad
de ser perfecto, de hacerlo todo bien, de ser el mejor en cada área de tu
vida. La vida también exige que asumamos nuestros errores y fracasos, y esto no
tiene por qué poner en jaque nuestra autoconfianza. Tenemos
valías para aprender de los errores y superarnos en cada aprendizaje obtenido.
4. QUE EL ARREPENTIMIENTO NO TE IMPIDA VIVIR
Si has fracasado en algo, no
dejes que el arrepentimiento ponga cadenas a tus ganas de vivir. Si
te has equivocado, si tus planes se han venido abajo, no te estanques en el
desánimo. Avanza y recupera la confianza en ti para seguir conquistando sueños.
No dejes que la culpa o la
vergüenza por haber errado apaguen tus esperanzas. Te queda mucho por conquistar
y tienes un gran potencial para lograr buena parte de lo que deseas.
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