EL DOLOR Y EL
SUFRIMIENTO SON PARTE DE LA VIDA, PERO EN OCASIONES, SUFRIMOS
INNECESARIAMENTE. TÚ PUEDES EVITAR ESTE SUFRIMIENTO INNECESARIO Y APRENDER A
DISMINUIR EL DOLOR QUE ES INEVITABLE.
"EL DOLOR ES INEVITABLE, PERO EL SUFRIMIENTO ES OPCIONAL". Buda
DIFERENCIA ENTRE DOLOR Y SUFRIMIENTO.
El dolor y el sufrimiento
son parte de la vida, pero en ocasiones, sufrimos innecesariamente.
Generalmente utilizamos dolor y sufrimiento como sinónimos. Sin embargo, para
poder manejarlos adecuadamente, es importante entender la diferencia.
EL DOLOR EMOCIONAL, es
el sentimiento negativo que surge ante determinadas situaciones o problemas,
generalmente relacionadas con una pérdida o con un problema que nos afecta de
manera importante. Surge en el instante en que somos heridos física o
emocionalmente.
Es una sola emoción, su
duración es relativamente corta y es proporcional al evento que la produjo.
Puede ser cualquier emoción
que nos afecte: Tristeza por una pérdida, estrés ante la necesitad de enfrentar
un problema, enojo, frustración.
EL SUFRIMIENTO va un
paso más allá. El sufrimiento es la respuesta cognitivo-emocional, que tenemos
ante un dolor físico o ante una situación dolorosa.
Es un conjunto de emociones
y pensamientos que se entrelazan, adquiriendo mucho más intensidad y duración
que el dolor emocional. De hecho, el sufrimiento puede durar indefinidamente,
aunque la situación que lo provocó ya se haya solucionado.
Por ejemplo:
Hablamos de dolor emocional,
cuando nos referimos a una profunda tristeza ante la pérdida de un ser querido.
Hablamos de sufrimiento, cuando dicha tristeza se convierte en una depresión
que dura varios años y que generalmente involucra otros sentimientos (muchas
veces inconscientes) de enojo, inseguridad, desesperanza, etc. y pensamientos
como: "Es injusto", "no se lo merece", etc.
CARACTERÍSTICAS
RELACIONADAS CON EL SUFRIMIENTO.
Cuando una persona sufre,
presenta alguna de las siguientes características:
* Cree que se va a enfrentar
a un daño físico, psicológico o social importante, es decir, se siente
amenazada.
* No acepta el dolor o la
situación relacionada con el sufrimiento y se rebela: "¿Por qué a mí?, no
es justo, no debería ser así", etc.
* Se siente incapaz de
hacerle frente, ya que está convencida de no tener los recursos necesarios para
vencer la amenaza (solucionar el problema o acabar con el dolor) de manera
exitosa, por lo que se siente indefensa.
* Vive un grado importante
de incertidumbre. No sabe cuándo o cómo va a terminar su sufrimiento y en
ocasiones piensa que esa situación va a durar por siempre.
* Cree que no lo va a poder
soportar.
* Predomina un sentimiento
de impotencia y de no tener control sobre lo que sucede e incluso sobre sí
mismo, que se manifiesta en la intensificación de diferentes emociones:
depresión, enojo, auto-compasión, etc.
PODEMOS SUFRIR ANTE:
* Un hecho real, en el
sentido de que está sucediendo en el presente,
* Un recuerdo de algo que
sucedió,
* Un hecho imaginario, como
cuando "vemos" con tal claridad una situación que creemos que se va a
dar en el futuro, que despierta nuestras emociones,
* El sufrimiento de los
demás.
TODOS VIVIMOS
SITUACIONES DOLOROSAS, PERO PODEMOS:
* Vivir el dolor y
trascenderlo
* Podemos generar un gran
sufrimiento (compuesto por una mezcla de emociones negativas intensas), que con
frecuencia está causado o aumentado por nosotros mismos: por nuestra actitud
ante el dolor y/o por el significado que le damos a éste.
Cada persona reacciona de
manera diferente ante una misma situación. Mientras una persona se desmorona
ante el dolor que está viviendo, otra puede encararlo de una manera distinta y
salir fortalecida y más madura. De hecho cada situación la vivimos de diferente
manera. La misma persona que reacciona bien en una ocasión, puede responder muy
mal en otra.
La intensidad y duración del
dolor que sentimos y nuestra manera de reaccionar ante las situaciones
dolorosas, no depende de la importancia de dicha situación. DEPENDE DE:
* Nuestra
personalidad,
* Nuestra fortaleza
afectiva,
* El estado físico y
emocional de ese momento,
* Las experiencias vividas
en el pasado, principalmente durante la niñez,
* Nuestras creencias sobre
nosotros mismos,
* El significado que le
damos al dolor,
* El apoyo social que
tenemos
* Nuestra capacidad para:
reconocer, aceptar y expresar nuestras emociones
PARA ELIMINAR O
DISMINUIR EL SUFRIMIENTO PODEMOS:
1.- Cambiar la situación que
nos provoca dolor,
2.- Modificar nuestra actitud
ante dicha situación,
3.- Combinar los dos
aspectos anteriores.
Una de las grandes
dificultades que tenemos para manejar el dolor se debe a que vivimos en una
cultura que lo niega y evita a toda costa. a pesar de que constantemente lo
vemos a nuestro alrededor, de alguna manera cada uno de nosotros piensa:
"a mí no me va a pasar…, esto sólo les pasa a los demás".
Cuando vivimos una situación
dolorosa, que por inesperada nos es más difícil aceptar, nos sentimos solos e
incomprendidos, sin poder buscar el apoyo social, de un grupo que niega y evita
dicho dolor.
EL PRIMER PASO para
superar el dolor emocional y el sufrimiento es saber que éstos son normales y
partes del ser humano y que todos lo vivimos, independientemente de que lo
reconozcamos y expresemos o no.
El sentirlo no nos hace más
débiles, menos capaces, menos valiosos ni nos da ninguna otra connotación
negativa.
EN SEGUNDO LUGAR, es
importante estar conscientes de que, para dejar de sufrir necesitamos:
* Aceptar que estamos
sufriendo,
* Responsabilizarnos de
nuestro sufrimiento,
* Tomar la decisión de dejar
de sufrir
* Hacer lo necesario para
lograrlo, manteniendo esa decisión el tiempo que sea necesario.
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