EL DESEO DE SUPERACIÓN ES TAN INHERENTE AL SER HUMANO, QUE HASTA SE NOS HACE DIFÍCIL SOPORTAR QUE NO EVOLUCIONEMOS, QUE PERMANEZCAMOS EN EL MISMO SITIO, EN LA MISMA LECCIÓN.
Aunque a veces no sepamos muy bien qué es aquello que deseamos conseguir, nos sentimos impulsados a buscar “ALGO” con cierta urgencia. Es como si la vida nos dijera que de no hacerlo, estamos perdiendo el tiempo. Nuestro ser interno sabe muy bien que somos capaces de ser cada día más felices y siempre nos está haciendo saber eso, de una u otra manera, a través de las lecciones que cada día nos pone la vida.
PODEMOS estar de acuerdo que todos buscamos la felicidad, la armonía y la plenitud, pero cada cual tendrá su propio criterio para conseguirla y no porque sea diferente al nuestro no tiene porque no ser válido.
PODEMOS llegar a la conclusión de que nuestra pareja debe cambiar para que nuestra relación mejore y no nos damos cuenta de que el camino más corto y más eficaz para llegar a esa relación perfecta pasa por aceptar al otro (en general a los demás) tal como es.
PODEMOS llegar a pensar que para sentir la abundancia en nuestra vida tenemos que tener resuelta nuestra situación económica y no nos damos cuenta que el camino más corto y más eficaz pasa por sentirnos capacitados y preparados para resolver nuestros problemas económicos.
Es muy común en el ser humano ver como en una mayoría de casos desea superar y resolver sus asuntos con premisas que no funcionan y eso da como resultado, que muchas veces le lleva a obtener unos resultados opuestos a los que deseaba.
Llegados a este punto es bueno que cada cual se pregunte, por qué existe tal grado de confusión. Es como si estuviéramos tratando de avanzar con las premisas opuestas, a las que realmente necesitamos.
Debido a que este fenómeno es tan común, hemos llegado a creer que hacer un cambio en nuestra vida es un proceso largo y difícil. Sin embargo, esto no es real. Las creencias limitantes, los miedos a lo nuevo y nuestras inseguridades son nuestros principales impedimentos, para realizar dichos cambios.
Tampoco nos ayuda el ver pocos resultados en los demás, por lo cual aceptamos que cambiar nuestras circunstancias es difícil y como consecuencia de esto, se pierde el interés para hacerlo.
Nadie desea iniciar un proceso largo, tedioso y hasta doloroso que ni siquiera nos garantizará el éxito. Son muy pocas las personas que están verdaderamente motivadas a conseguir sus sueños más preciados y la mayoría de las veces lo hacemos porque ya no aguantamos la vida que estamos llevando, que no nos hace felices.
DEBIDO A QUE SOMOS NOSOTROS QUIENES PROYECTAMOS NUESTRA REALIDAD, ESTE TIPO DE CREENCIAS LIMITANTES NOS CIERRAN LAS PUERTAS A LA REALIZACIÓN DE NUESTROS DESEOS, ANHELOS Y SUEÑOS.
Una y otra vez seguimos proyectando lo difícil que es cambiar y lo vamos ratificando una y otra vez. No obstante, si dirigieras tu mirada hacia aquellas pocas personas que han logrado hacer cambios rápidos, verías que es posible, lo aceptarías en tu mente como posible y podrías conseguirlo.
Nuestro mayor desafío es despertar al conocimiento, cuestionar las ideas que compartimos cotidianamente, pasarlas por el filtro de nuestro corazón (no por el de la mente) y no darlas como válidas solo porque las escuchamos por todas partes, o porque todo el mundo lo dice o lo hace.
SI DESARROLLAMOS EL CONOCIMIENTO NECESARIO, NOS AYUDARA A SABER ELEGIR EL CAMINO MÁS CORTO PARA NUESTRO BIENESTAR Y NUESTRA FELICIDAD, QUE TODOS, SIN DISTINCIÓN, VAMOS BUSCANDO A LO LARGO DE NUESTRA VIDA.
LA BUENA NOTICIA ES QUE ESTA PREDISPOSICIÓN DE QUERER “SABER” LA TRAEMOS DE NACIMIENTO, TAN SOLO ES CUESTIÓN DE LLEVARLA A LA PRÁCTICA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario