sábado, 19 de marzo de 2016

LA LIMPIEZA DEL ALMA (REFLEXIONES PARA EL FIN DE SEMANA)


ANOCHE CUANDO LLEGUE A MI CASA DESPUÉS DE UN DÍA MUY INTENSO DE COMPROMISOS PERSONALES, LABORALES Y REUNIONES, TENÍA UNAS ENORMES DE GANAS DE PONERME CÓMODO Y DISFRUTAR DE UN MERECIDO DESCANSO.

Mientras hacia todo el proceso habitual y a veces ritual de quitarme todo lo que uno se pone para tener el aspecto y la imagen adecuada, en el ámbito que se mueve, pensé en lo importante que es eliminar los restos de lo que en su momento era necesario y ya no sirve ni necesitamos.

Si es importante un detenido trabajo para preparar y disponer nuestra persona, para resaltar los rasgos que ya poseemos, lo es tanto o más, quitarnos lo que no tiene que seguir en nosotros, una vez cumplido su cometido.

Eso mismo sucede con el alma. Es primordial disponerla de forma que podamos brillar con ella, resplandecer y amar…pero es necesario también limpiar a fondo los restos que se van acumulando, en la labor que desempeñamos cada día y restablecer el orden para recuperar su estado natural.

No podemos sustituir las emociones que se producen y se anexionan en la interacción con nosotros mismos y con los demás de un día para otro, todos dejan su huella, en ese intercambio de sentimientos, energía y emociones. Es un proceso, unas veces lento, inacabado otras, imposible algunas.

Hemos de descubrir cuán amplia es la dimensión de lo que sentimos y en función de su intensidad, calidad y cualidad comenzar el proceso de depuración de la parte tóxica que pudiese haber en cada intercambio que realizamos en nuestro día a día. 

Es algo evidente, que en nuestras relaciones con los demás nos impregnamos de muy diferentes sentimientos, energías y emociones y también es evidente que no todas son buenas para nosotros.

Por eso cada día al regresar a casa, es necesario hacer una limpieza, no solo esa ducha relajante que necesita nuestro cuerpo, es necesario además para disfrutar del merecido descanso, hacer limpieza de nuestra mente y de nuestra alma. Sobre todo de nuestra esencia que es el alma, no debemos dejar que se acumule nada en ella que nos impida brillar y dar a los demás cada día lo mejor de nosotros mismos.

A veces pasa que no es que los seres humanos, sean como no deben ser, simplemente que tienen el alma sin limpiar correctamente y por eso no pueden brillar como todos sabemos hacerlo.

Por eso todos los días antes de acostarnos limpiemos nuestra alma de cualquier sentimiento, emoción y energía acumulada que nos impida por un lado tener un sueño reparador y por otro que no nos deje brilla cada mañana.

Cuando sufrimos una perdida, cuando un ser querido se nos va, una relación termina, cuando un amor se quiebra o un lazo se desata…hay que pasar por un proceso de duelo, ese duelo es necesario para colocar todas nuestras emociones en el lugar que a cada una corresponde, es otra especie de limpieza del alma.

EN LA VIDA NOS VAMOS LLENANDO DE AMORES DE DIFERENTES TIPOS Y HACIA DIFERENTES PERSONAS, CUANDO POR DIFERENTES CIRCUNSTANCIAS UNO DE ELLOS SE VA. ALGO FALTA Y UN INMENSO VACÍO SE INSTALA EN EL ALMA PARA SACUDIRNOS POR DENTRO E INDUCIRNOS A PENSAR QUE NADA PODRÁ LLENAR ESE HUECO PARA VOLVER A SER FELICES. PERO AL IGUAL QUE CUANDO ALGUIEN NOS ABANDONA…LENTAMENTE SE VA DEPOSITANDO EN EL CORAZÓN UNA SERENIDAD QUE CONVIERTE EL DOLOR EN REPOSO FRUCTÍFERO QUE RESCATA LO MEJOR DE LO QUE ELLA NOS DIO. 

Y LENTAMENTE…UNO ES CAPAZ DE VOLVER A SONREÍR SABIENDO QUE ALGÚN DÍA, TAL VEZ, PODRÁ ABRAZAR DE NUEVO EL BRILLO INMENSO DE UN NUEVO ARCO IRIS QUE BRILLARÁ POR NOSOTROS LLENÁNDONOS DE ALEGRÍA.


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