miércoles, 17 de agosto de 2011

EL PODER SANADOR DE LA LECTURA

REFLEXIÓN DEL GRAN MAESTRO DE LAS LETRAS JORGE LUIS BORGES: “DE LOS DIVERSOS INSTRUMENTOS INVENTADOS POR EL HOMBRE, EL MÁS ASOMBROSO ES EL LIBRO; TODOS LOS DEMÁS SON EXTENSIONES DE SU CUERPO… SÓLO EL LIBRO ES UNA EXTENSIÓN DE LA IMAGINACIÓN Y LA MEMORIA”.

Por ello cuando pensamos en la lectura, lo primero que, por regla general, asociamos con ella es el estudio, la reflexión o la consideración del sentido de las palabras.

PERO LEER ES MUCHO MÁS.

AL LEER, NOS SUMERGIMOS EN OTRO MUNDO, CUANDO LEEMOS UN TEXTO, PARTICIPAMOS DE SU VISIÓN DEL MUNDO, DE SU AMBIENTE, DE SU FUERZA.

AL LEER UN TEXTO HASTA AHORA DESCONOCIDO, ENTRAMOS EN CONTACTO CON FACETAS DE NUESTRA PERSONALIDAD QUE, DE OTRA FORMA NO PERCIBIRÍAMOS, ESTAMOS EN LAS PÁGINAS REPRESENTADOS MUCHAS VECES COMO ACTORES.

Muchas personas experimentan la inmersión en otro mundo como saludable y sienten que la lectura les hace bien. Aunque no puedan realizar todo lo que leen, consideran positivo abandonarse a otros pensamientos.

Este mundo de ideas relativiza el mundo en el que viven y les liberan de la presión a la que a menudo se ven sometidos en el mundo real. En el mundo de la lectura, las personas se experimentan a sí mismas de manera distinta y no es raro que se sientan protegidas, acogidas, interpeladas, conmovidas, valiosas y únicas.

Ya en el antiguo Egipto se conocía la fuerza curativa de los libros: Los faraones escribían sobre la puerta de entrada a su biblioteca: “Psyches latreion, (sanatorio del alma)”.

Esta inscripción puede encontrarse también en muchas bibliotecas conventuales, donde uno de los primeros pioneros de la biblio-terapia fue el monje Benjamín Rush, quien en 1802 comenzó a reformar los hospitales estadounidenses por medio de la creación de bibliotecas. A sus ojos, la lectura era una importante ayuda para la psicoterapia. Ya que en muchos libros veía una farmacia que contenía una importante medicina para cada enfermo anímico. Actualmente los más renombrados psicoterapeuta eligen el texto más adecuado para cada paciente y luego comenta con éste las experiencias a las que da lugar dicho texto.

LEER PUEDE FOMENTAR LAS FUERZAS DE AUTO-AYUDA DE LA PERSONA Y REACTIVAR PROCESOS DE MADURACIÓN INTERRUMPIDOS. TAMBIÉN SE PUEDE UTILIZAR LOS LIBROS CON FINES TERAPÉUTICOS:

EL LIBRO OPORTUNO EN EL MOMENTO OPORTUNO HA SALVADO A MUCHAS PERSONAS DE LA DEPRESIÓN, LA ANGUSTIA Y HASTA DEL SUICIDIO. EN ESTE SENTIDO, EL LIBRO PRESTA UNA AUTÉNTICA AYUDA PARA LA VIDA Y PARA LA MUERTE.

La lectura persigue mucho más que ahondar en el conocimiento. El lector debe descubrir el corazón de la palabra. En la palabra puede encontrarse a sí mismo. Hemos perdido la práctica de comprender la índole imaginativa de las palabras y ver como cada palabra tiene una referencia, un misterio de nuestra propia vida y las relaciones con otras y así las palabras se interpretan mutuamente.

TAMBIÉN A TRAVÉS DE LA LECTURA MEDITAMOS, DEJAMOS CAER LAS PALABRAS DE LA CABEZA AL CORAZÓN. ALLÍ TODOS LOS SENTIDOS ESTÁN INVOLUCRADOS Y LAS PALABRAS EXPERIMENTAN RESONANCIA EMOCIONAL QUE NOS HACE DEGUSTAR SU SABOR AGRADABLE, DULCE.

En la meditación las palabras adheridas a nuestro corazón penetran cada vez más dentro de nuestro ser y percibimos la realidad de ¿cómo nos sentimos? ¿Quién soy yo en tal o cual caso? ¿Cómo experimento los conflictos que se producen a mi alrededor? Es importante entender las palabras ya que experimentamos la huella que el escritor ha impreso en nuestro corazón como lección a la vida.

El leer es una contemplación en el más puro silencio, donde lo leído se traduce en meditación, en que las palabras nos conducen al misterio silente, para descubrir el fondo oculto de las cosas y sentirnos unidos a todo lo existente, ya que la luz de la visión se abre en el fondo del corazón, dilatándose y elevándose por encima del universo. Y así podemos describir las imágenes que nos produzca el deleite que se convierta en divino, ya que posee poderes, fuerzas, energías, leyes o verdades que son universales y que trascienden las capacidades humanas.

Queridos lectores me gustaría invitarte a probar una vez este método, aun cuando sea un tanto insólito. No te dejes disuadir por el hecho de que, al leer, normalmente empezamos de inmediato a reflexionar y a hacer intervenir a la razón.

Escoge un libro. Toma asiento con calma e imagínate que el personaje central de la trama de la obra está sentado junto a ti, se dirige a ti de una manera personal, te conectas con sus palabras y se disparará automáticamente tu razón crítica, preguntando si estas palabras proceden de la realidad o si han sido compuestas por la imaginación del escritor. Ahora, en este instante, me limito a escoger las palabras tal como son. Hago como si fueran ciertas.

SIGUE CON LA LECTURA Y CUANDO UNA FRASE O UNA PALABRA TE LLAME LA ATENCIÓN, DETENTE Y DEJA QUE TE LLEGUE AL CORAZÓN.

Repítela serenamente, intenta sentir y gustar su misterio, pregúntate que significará esa palabra o frase. Permítelo que esa palabra o frase entre a tu corazón hasta que la atención te relaje. Sigue leyendo con parsimonia, dejando que las palabras te lleguen al corazón. Confía en el ritmo de tu corazón. No tienes porque avanzar mucho en el texto. Proponte tan sólo confrontarte con él veinte minutos.

Luego, puedes poner a un lado el libro y limitarte a escuchar a tu interior. Ya no necesitas repetir las palabras. Permanece quieto sencillamente en presencia del contenido del texto. Quizá vislumbres algo de lo que supone la contemplación.

Leer te ha serenado. Las palabras te han abierto la puerta al misterio silente, ahora estás contigo mismo, sin palabras, sin imágenes, sin ideas.

Estás ahí sin más, totalmente contigo mismo, lleno de ti mismo. Te has identificado con el potencial de las palabras que llevas dentro de ti. Es suficiente. Eso te transforma a ti y transforma tu tú forma de ser y actuar.

Por eso estoy de acuerdo con lo que dice André Maurois: “LA LECTURA DE UN BUEN LIBRO ES UN DIÁLOGO INCESANTE EN QUE EL LIBRO HABLA Y EL ALMA CONTESTA”.

APROVECHEN EL VERANO Y LAS VACACIONES PARA PROBARLO, NO TIENEN NADA QUE PERDER Y SÍ MUCHO QUE GANAR.

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