EL SABIO (cuentos para meditar en fin de semana)

Se cuenta que un turista llegó a la ciudad de El Cairo (Egipto) con la finalidad de visitar a un famoso sabio.

El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros.

Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.

¿Dónde están sus muebles? preguntó el turista.

Y el sabio, rápidamente, también preguntó:

¿Y dónde están los suyos...?

¿Los míos?, se sorprendió el turista.

¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!

Yo también... concluyó el sabio, yo también.

"La vida en la tierra es solamente temporal..., sin embargo, algunos viven como si fueran a quedarse aquí eternamente y se olvidan de ser felices".

"El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que las sentimos.

Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables."

Cuando cada uno de nosotros deje este mundo material y lleguemos al mundo espiritual, y tengamos que responder ante nosotros mismos, de lo que hicimos con los dones y cualidades que tuvimos para trabajar.

• No te preguntaran qué modelo de coche usabas; te preguntaran a cuánta gente llevaste.

• No te preguntaran los metros cuadrados de tu casa; te preguntaran a cuánta gente recibiste en ella.

• No te preguntaran la marca de la ropa en tu armario; te preguntaran a cuántos ayudaste a vestirse.

• No te preguntaran lo grande que era tu sueldo; te preguntaran si vendiste tu conciencia para obtenerlo.

• No te preguntaran cuál era tu título; te preguntaran si hiciste tú trabajo dando lo mejor de tu capacidad.

• No te preguntaran cuántos amigos tenías; te preguntaran cuánta gente te consideraba su amigo.

• No te preguntaran en qué urbanización vivías; te preguntaran cómo tratabas a tus vecinos.

• No te preguntaran el color de tu piel; te preguntaran por la pureza de tu interior.

• No te preguntaran por qué tardaste tanto en buscar tu camino; te volverán a enseñar con amor, cual es el sentido de la vida y te volverán a mostrar de nuevo el camino.

Y lo más importante no te preguntaran quien fuiste, te preguntaran “SI FUISTE TU MISMO”