jueves, 8 de octubre de 2015

EN EL AMOR NO HAY LUGAR PARA EL DOLOR

ME HE ENCONTRADO EN UN ARTÍCULO QUE ESTABA LEYENDO, CON ESTA REFLEXIÓN QUE DE NUEVO ME HACE SITUARME EN UN PUNTO DE REFLEXIÓN ANTE LO QUE NO DEBE SER.

Estamos acostumbrados a suponer, porque así nos lo han enseñado, que en el amor debe haber mucho goce pero que el dolor es inevitable.

Sin embargo, me doy cuenta de que todo lo que tiene que ver con el dolor está relacionado con nuestra dimensión humana: el egoísmo, el orgullo, la prepotencia, las expectativas que ponemos en los demás, la mentira, etc… y sin embargo, el amor pertenece a otra dimensión que nada tiene que ver con la parte material y cuantitativa de las personas, sino con el sentimiento en estado puro.

Sentimos dolor porque cuando lo hacemos, en realidad no estamos instalados en el amor. El amor es otra cosa. En sí mismo no deja paso al dolor y nunca lo provoca. 

NO PUEDES HACER DAÑO A QUIEN AMAS. ES IMPOSIBLE. INCLUSO EL AMOR QUE ENVUELVE TAMBIÉN A LA OTRA PERSONA SE PROTEGE A SÍ MISMO ANTE CUALQUIER INTENTO DE ATAQUE, DESESTABILIZACIÓN, MANIPULACIÓN O MALTRATO PSICOLÓGICO.

Si sientes dolor, no estás en el amor. Estás en la periferia, fuera de él y a sus espaldas. Hay que observar muy bien donde estamos. No sea que a base de nombrarle nos confundamos de lugar.

“AMARSE A UNA MISMO ANTES QUE A LOS DEMÁS ES UNA FORMA DE CORTAR CON ESA ENERGÍA CON LA QUE SE RETROALIMENTA EL DOLOR, LA TRISTEZA, LA DESOLACIÓN Y EL FRACASO. RECUERDA DONDE HAY AMOR NO HAY LUGAR PARA EL DOLOR.

Toda relación que trae dolor y desamor a nuestra vida, no es amor es cualquier cosa, menos amor. Es una relación basada en los miedos, siendo innumerables las formas en que salen a la luz esos sentimientos basados en la escasez y el desamor. 

“Enamorados”, quiere decir, “en amor a dos” y significa que en el amor como ideal de pareja tienen que existir dos personas, con una sola amando, no basta.

Por lo que esa relación tan particular donde estamos sintiendo dolor, no es amorosa, es miedo a la soledad, miedo a que no te quieran, miedo a ser diferente, miedo al fracaso, miedo a perder lo invertido en otra persona, miedo a decir basta se acabó y así innumerables formas de solapar el desamor propio o falta de autoestima personal.

La relación que conforma una pareja es una oportunidad inmejorable para crecer y despertar, pero también si quedas atrapado en ella es una cárcel emocional, que no te llevara a ninguna parte.

SI RECONOCES ESTE SIMPLE PENSAMIENTO, RECONOCES TODO UN MUNDO DE POSIBILIDADES PARA SER LIBRE AÚN EN PAREJA, PORQUE EN DEFINITIVA, NADIE PUEDE DAÑARTE SI TÚ NO LO PERMITES. ELIGE SIEMPRE SER FELIZ EN CUALQUIERA DE LAS FORMAS EN QUE ESTÉS AHORA.

Recuerda la frase de la película “LOVE STORY”: “AMAR ES NO TENER QUE DECIR NUNCA LO SIENTO” 

Les dejo una reflexión del famoso escritor JORGE BUKAY sobre el amor:



CUANDO HABLO DE AMOR...

No hablo de estar enamorado cuando hablo de amor, 
no hablo de sexo cuando hablo de amor, 
no hablo de emociones que solo existen en los libros, 
no hablo de placeres reservados para los exquisitos. 
No hablo de grandes cosas. 

Hablo de una emoción capaz de ser vivida por cualquiera,
hablo de sentimientos simples y verdaderos,
hablo de vivencias transcendentes pero no sobrehumanas, 
hablo del amor tan solo como querer mucho a alguien. 

 Pero, ¿qué estamos diciendo cuando decimos 'Te quiero...'? 
Yo creo que decimos: 'Me importa tu bienestar.' 
Nada más, ni nada menos. 
Cuando quiero a alguien, 
me doy cuenta de la importancia que tiene para mí lo que hace, 
lo que le gusta y lo que le duele... 

 'Te quiero' significa, pues, me importa de ti; 
y 'te amo' significa me importa muchísimo. 
Y tanto me importa que, cuando te amo, 
a veces priorizo tu bienestar por encima de otras cosas que también son importantes para mí.

Esta definición conducirá a la plena conciencia de dos hechos: 
no es verdad que te quieran mucho aquellos a quienes no les importa demasiado tu vida, 
y no es verdad que no te quieran los que viven pendientes de lo que te pasa. 

Repito: si de verdad me quieres: ¡te importa de mí! 
Y por lo tanto, aunque sea doloroso aceptarlo, 
si no te importa de mí, será porque no me quieres. 
Esto no tiene nada de malo, 
no habla mal de quien que no me quiera, solamente es la realidad, aunque sea una triste realidad.

Hay muchas cosas que yo puedo hacer para demostrar, 
para mostrar, 
para corroborar, 
confirmar o legitimar que te quiero, 
pero hay una sola cosa que yo puedo hacer con mi amor,
y es quererte, 
ocuparme de ti, 
actuar con mis afectos como yo los sienta.
Y como yo lo sienta será mi manera de quererte.
Tú puedes recibirlo o puedes negarlo,
puedes darte cuenta de lo que significa
o puedes ignorarlo supinamente.
Pero esta es mi manera de quererte, no hay ninguna otra disponible.

Querer y mostrarte que te quiero pueden ser dos cosas distintas para mí y para ti. Y en estas, como en todas las cosas, podemos estar en absoluto desacuerdo sin que necesariamente alguno de los dos esté equivocado.

Cuando alguien te quiere, 
lo que hace es ocupar una parte de su vida, 
de su tiempo y de su atención en ti. 
Cuando alguien te quiere, 
sus acciones dejan ver claramente cuánto le importas. 

Yo no creo que el amor sea un espacio de sacrificio.
Yo no creo que sacrificarse por el otro garantice ningún amor, 
y mucho menos creo que esta sea la pauta que reafirma mi amor por el otro. 
el amor es un sentimiento que avala la capacidad para disfrutar juntos de las cosas y no una medida de cuánto estoy dispuesto a sufrir por ti, o cuánto soy capaz de renunciar a mí. 

A medida que recorro el camino del encuentro, 
aprendo a aceptar que quizás no me quieras. 
El afecto es una de las pocas cosas 
cotidianas que no depende solo de lo que hagamos nosotros, 
ni exclusivamente de nuestra decisión, 
sino de que, de hecho, suceda. 
Sucede o no sucede, y si no sucede, 
no hay manera de hacer que suceda, ni en mí ni en ti.

Si me sacrifico, me mutilo, y cancelo mi vida por ti,
podré conseguir tu lástima, 
tu desprecio, 
tu conmiseración, 
quizás hasta gratitud, 
pero no conseguiré que me quieras, 
porque eso no depende de lo que yo pueda hacer.

No solo no podemos hacer nada para que nos quieran, 
sino que tampoco podemos hacer nada para dejar de querer.

Jorge Bucay



2 comentarios:

  1. Bellísima reflexión Esteban y excelente elección de Bucay. Nos dejó pensando mucho lo que dices y nos ayuda a replantear dónde estamos parados y cómo vivimos el amor o lo que creemos que es el amor.

    Nosotr@s somos terapeutas de pareja y nos nutre lo que sinceramente dices. Si puedes visitanos en:

    http://www.terapiadepareja-df.com.mx/

    Saludos¡

    ResponderEliminar
  2. También quisieramos complementar que en terapia, justamente hacemos lo que tu propones en tu artículo que es revisar nuestra idea de amor y qué queremos decir cuando le decimos a alguien te amo y qué entienden las otras personas que nos dicen que nos aman ;)

    ResponderEliminar