viernes, 4 de octubre de 2019

LAS DOS FORMAS DE APRENDER……..POR COMPRENSIÓN O POR DOLOR (REFLEXIONES PARA EL FIN DE SEMANA)

LOS SABIOS DE TODOS LOS TIEMPOS, NOS HAN DICHO QUE EL SER HUMANO TIENE DOS CAMINOS BIEN PARA APRENDER: EL PRIMERO ES EL DE LA COMPRENSIÓN Y EL SEGUNDO EL DEL DOLOR.

Y LA GRAN PREGUNTA QUE NOS HACEMOS ES: ¿QUÉ NOS HACE ELEGIR UNO U OTRO?

Si nos preguntarán todos elegiríamos el camino de la comprensión, aquel que nos permitiera afrontar los aprendizajes y las vicisitudes de la vida con entendimiento y aceptación, integrando las experiencias y transformándolas después en conocimiento.

Sin embargo, la mayoría no somos capaces de reconocer ese camino y casi siempre optamos por el segundo, el del dolor; ese que nos lleva a perdernos entre múltiples bifurcaciones, a que nos arrollen los acontecimientos, a perder nuestra seguridad y a colocarnos a merced de las circunstancias externas… Y en este proceso tiene una gran importancia nuestro mundo emocional.

Las emociones pueden disminuir el entendimiento y oscurecer la razón impidiéndonos valorar adecuadamente los pocos parámetros que manejamos a la hora de tomar decisiones. El remedio perfecto ya nos lo apuntan todas las tradiciones y filosofías desde tiempos remotos: 

ESCUCHAR AL CORAZÓN, PRESTARLE ATENCIÓN COMO GENERADOR DE NUESTROS SENTIMIENTOS.

La clave está en que cuando recibimos un estímulo, una percepción física a través de nuestros sentidos, o bien, tenemos un proceso mental interno a través de un recuerdo.

En ese momento se desencadenan toda una serie de procesos físicos y nerviosos que se producen en el área del hipotálamo. La información recibida se traduce y canaliza a través de dos vías: la energía nerviosa y la energía mental.   

El subconsciente funciona como un gran banco de datos de fácil acceso. Por un lado tenemos la MEMORIA PERPETUA donde están almacenados recuerdos inconscientes de experiencias asimiladas a lo largo de sucesivas encarnaciones y también la MEMORIA TEMPORAL, correspondiente a los datos de esta vida.

Una vez contrastada la información que hemos recibido con la voz de la experiencia (proveniente de estas dos memorias) es cuando se genera una respuesta para el individuo, un impulso de energía mental que sigue el mismo recorrido. Se detiene un instante en el hipotálamo y, finalmente, llega al córtex para ser expresada.

Pues bien, es en ese momento en el que se contrasta la información nueva con la ya almacenada cuando se producen las dificultades. Porque nuestra memoria, un mecanismo prodigioso, no sólo se limita a almacenar hechos, sino que tiene la virtud de que el recuerdo de ellos provoca en el organismo todo un torrente de emociones similar al que se produjo en el momento en que vivimos esa experiencia.

Y ESE FLUJO EMOCIONAL TIENE UN GRAN PESO ESPECÍFICO EN LAS DECISIONES QUE VAMOS A TOMAR O EN LA RESPUESTA QUE VAMOS A DAR.

Vemos la importancia que en nosotros tiene la influencia de la memoria, hasta tal punto que vamos a dar más peso y valor a lo que nos llega internamente que a lo que acabamos de vivir del exterior.

¿Y qué significa esto? Pues que corremos el riesgo de dar una respuesta inadecuada ya que en muchas ocasiones en ella están incluidos los recuerdos del pasado con toda su carga de necesidades no cubiertas, carencias, expectativas, deseos insatisfechos, etc.
Lo cierto es que es difícil ser conscientes de la presión emocional que soportamos y sólo podremos lograrlo si proyectáramos el recuerdo fuera de nosotros, en una improvisada pantalla y nos colocamos como el espectador de una película, lo que nos permitirá alejarnos un poco de la situación para observarla con mayor amplitud y así tener más capacidad para dar una respuesta coherente.

Ese proceso emocional, tanto si tratamos con emociones negativas como positivas, siempre trastoca y descoloca a la persona en su proceso mental.

Llegados a ese punto es importante saber que no se trata de ignorar las emociones sino de observarlas con atención, identificarlas y no dejarse arrastrar por ellas. Hay que colocarlas en el contexto adecuado para poder ver con mayor claridad y hacer una mejor valoración del proceso. 

Lo realmente importante para nosotros es que podamos descubrir el porqué del momento que estamos atravesando y que nuestra intuición nos diga cuál es la lección a aprender de lo que estamos viviendo.

Para ello en primer lugar hay que observar los pensamientos, después ser conscientes de las emociones que nos provocan y como tercer paso no dejarse arrastrar por ellas sino actuar como testigo de una situación externa a nosotros.

Es un proceso de desidentificación que nos hará ver claramente que uno no “es” sus pensamientos, ni sus emociones, como tampoco sus energías o su cuerpo físico; sino que Uno, el Ser, utiliza todos esos planos para manifestarse.

TENIENDO SIEMPRE PRESENTE QUE UNO TIENE LA FACULTAD DE CONVERTIRSE EN OBSERVADOR CON CONCIENCIA PLENA Y ELEGIR CONSCIENTEMENTE SU TRAYECTORIA EVOLUTIVA. 

¿CÓMO? PUES ESCUCHANDO EL IMPULSO INTERIOR QUE NOS LLEVE A SABER EL PROPÓSITO FUNDAMENTAL POR EL QUE HEMOS NACIDO, ALGO QUE ESTÁ DENTRO DE CADA UNO DE NOSOTROS Y, POR TANTO, SÓLO NOSOTROS PODEMOS DESCUBRIR.


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