jueves, 28 de junio de 2018

LO QUE CREEMOS INÚTIL ES A VECES LO MÁS ÚTIL

NOS EMPEÑAMOS EN QUE TODO EN NUESTRA VIDA TIENE QUE TENER UNA UTILIDAD, DETERMINADA, SEA LA QUE SEA, NO SOLAMENTE LAS COSAS QUE COMPONEN EL HÁBITAT DONDE NOS MOVEMOS, SINO TAMBIÉN, Y SOBRE TODO, EL TIEMPO AL QUE QUEREMOS DAR CONTINUAMENTE UN ALTO VALOR, YA QUE NOS HAN ENSEÑADO QUE “EL TIEMPO ES ORO”.

A veces, nos parece inútil, todo aquello que apenas se nota, que no aporta, que no se traduce en resultados, entonces decidimos que no sirve. Es como si nos hubiésemos concienciado de que todo, absolutamente todo nos tiene que reportar algo que sume y rechazamos lo que creemos que no suma.

Nos hemos educado en la competencia, en ser los mejores, en estar lo mejor dentro de las posibilidades de cada uno.

NOS HAN EDUCADO EN SER COMPETITIVOS ….. NO COMPETENTES.

Las personas tímidas, las que no hacen ruido, nos parecen tristes y de alguna forma, estamos convencidos de que no llegarán lejos porque nuestra sociedad solo tiene espacio para el ruido, el movimiento, las etiquetas y lo que se ve y se oye.

AQUÍ ES CONVENIENTE RECORDAR ESA SABIA FRASE DE SABIDURÍA QUE DICE: “LA CARRETA VACÍA ES LA QUE HACE MÁS RUIDO”.

Tal vez no hemos pensado en los beneficios de aquello que nos parece inútil. Posiblemente, creer que algo no sirve y despreciarlo por ello, es un error.

POR ALGO MUY EVIDENTE “LO QUE ESTÁ EN TU VIDA, SEA LO QUE SEA, ES PARA TI”.

MUCHAS VECES, PASAR DESAPERCIBIDO ES EL PREMIO. LAS BONDADES DE SER “INVISIBLE” SOLAMENTE LAS CONOCEN AQUELLOS QUE LAS HEMOS EXPERIMENTADO.

NO SERVIR ES NO SER MOLESTADO. DEJAR ESTAR. PERMANECER EN UNO MISMO SIN ATRACCIONES NI RECHAZOS. ESO TIENE SU PREMIO.

Lao Tse, en un breve cuento lo explica de maravilla:

“Cuando venía por el camino, he visto un árbol enorme, de los que llaman árboles inservibles. Su tronco está tan retorcido y tan lleno de nudos, que nadie podría sacar una tabla recta de su madera y sus ramas no se pueden cortar en forma alguna que sirvan para algo. Ni un solo carpintero se dignaría a mirarlo. ¿Te has fijado en él?”

Chuang Tzu respondió: “Si, lo conozco y lo he visto, está a un lado del camino”

El interlocutor prosiguió: “Pues tus enseñanzas son como este árbol, grandes e inútiles.”

A lo que Chuang Tzu respondió sin darse por aludido: “¿Alguna vez has observado a un gato salvaje? Permanece agazapado, vigilando a su presa, salta en una u otra dirección, hacia arriba y abajo y finalmente obtiene su presa.

¿Y has observado a un yak? Es enorme como una nube de tormenta y permanece firme en su poderío. Desde luego que es grande, pero ¡no puede cazar ratones!.

Pues lo mismo ocurre con ese árbol, permanece en solitario en tierras áridas y siempre que quieras puedes pasear apaciblemente por debajo de él y tumbarte a descansar bajo su sombra, porque no peligra su vida, nadie lo cortará nunca, porque a ningún carpintero le sirve. 

 ¿Aún te parece un árbol inútil?, si es así tú deberías de preocuparte por tu vida”.

Otro nuevo vídeo de mi amigo Lice que sin duda os hara meditar.


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