viernes, 22 de julio de 2016

CAMBIAMOS AUNQUE NO SEAMOS CONSCIENTES DE ELLO

TODO EN LA VIDA ES UN PROCESO SIN ACABAR, UN APRENDIZAJE CONTINUO. UNO CREE QUE YA ES ÉL Y QUE ES TAL Y CÓMO SE VE, QUE YA NO HAY MÁS CAMBIOS QUE HACER. QUE ESTAMOS BIEN ASÍ O QUE NO LO ESTAMOS PERO QUE HEMOS LLEGADO A LO MÁXIMO DE NOSOTROS MISMOS.

Es un gran error. Realmente nos queda mucho por cambiar, independientemente de los años que tengamos.

Si encuentras a una persona que hace mucho que no te ve, seguro que nota el cambio en ti, que tú nunca notarás.

Cambiamos y mucho en todos los aspectos, socialmente, profesionalmente, emocionalmente e incluso cambiamos a lo largo del tiempo la relación que tenemos con nosotros mismos. 

Cambiamos por convencimiento propio, a veces por presiones externas, en ocasiones por comodidad, lo cierto es que cambiamos y la gran mayoría de veces somos los únicos que no percibimos dichos cambios. 

Lo importante es que no lo hacemos solos, que siempre hay alguien, pocos o muchos a nuestro lado que nos dan su empujoncito en nuestra espalda para que seamos un poco menos iguales que ayer, que nos ayudan a ser cada día un poco mejor que él anterior.

NO SABEMOS POR QUÉ LLEGAN HASTA NOSOTROS AQUELLOS SERES HUMANOS QUE PONEN LA ENERGÍA Y LA SEMILLA DEL CAMBIO, EN NUESTRA ALMA. PERO NO LLEGAN PORQUE SÍ. LLEGAN POR ALGO Y SOBRE TODO, PARA ALGO.

Todo el mundo es válido. Todas las relaciones lo son. Aun las que no podemos decir que son buenas, porque lo cierto es que nos sirven como ejemplo de lo que no hay que hacer.

Si llegan a ser personas importantes en nuestra forma de ver la vida es que algo tienen que enseñarnos o algo nos van a permitir aprender de ese ser interior que hay en nosotros y que se manifiesta distinto según quien encuentre. 

Cada ser humano con el que compartimos saca de nosotros cualidades diferentes, porque ningún ser humano es igual a otro.

Pregúntate si te ves como hace cinco años, diez… en qué has cambiado, de qué forma ya no quieres estar, que es lo que ha dejado de importarte, qué se ha convertido en lo más importante de tu vida.

Mira a las personas que te ha acompañado en este último tramo del camino. Agradéceles que hayan estado ahí, contigo compartiendo, mucho o poco tiempo pero al menos el suficiente para que tu corazón sepa mirar distinto y ver mejor. 

Nada es desechable. Todo ha servido para algo. Por eso ni una sola culpa, ni un reproche, ni un “si hubiese hecho o hubiese dicho”. Porque eso ya no podremos saberlo, simplemente porque no sucedió.

Hicimos lo que debimos hacer. Todo está bien. No hay nada que lamentar, ni ningún pasado que remediar. Pasó lo que tuvo que suceder, lo que necesitábamos en ese momento.

NI UN MINUTO MÁS EN LA VIDA DE OTROS, EN LA OTRA ORILLA, O EN EL OTRO LADO, CÉNTRATE EN TU VIDA QUE ES LA QUE TE PERTENECE Y DE LA QUE ERES RESPONSABLE Y SE FELIZ, YA QUE SER FELIZ TÚ, ES LO QUE TE GARANTIZA QUE HARÁS FELIZ A TODOS LOS SERES QUERIDOS QUE TE RODEAN


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