miércoles, 26 de marzo de 2014

ALGUNA VEZ

 ALGUNA VEZ HAS SENTIDO LA DESILUSIÓN DE DESCUBRIR LA VERDAD?, ¿ESA VERDAD QUE DESCUBRE UN ENGAÑO O UNA MENTIRA?, SEGURAMENTE SI; la incomodidad que provoca el sentirnos defraudados, es una experiencia que nunca deseamos volver a vivir, y a veces, nos impide volver a confiar en las personas, aún sin ser las causantes de nuestra desilusión.

Pero la Sinceridad, como los demás valores, no es algo que debemos esperar de los demás, es un valor que debemos vivir para tener amigos, para ser dignos de confianza.... La Sinceridad es un valor que caracteriza a las personas por la actitud congruente que mantienen en todo momento, basada en la veracidad de sus palabras y acciones. 

Para ser sinceros debemos procurar decir siempre la verdad, esto que parece tan sencillo, a veces es lo que más cuesta trabajo. Utilizamos las "mentiras piadosas" en circunstancias que calificamos como de baja importancia, donde no pasa nada: como el decir que estamos avanzados en el trabajo, cuando aún no hemos comenzado, por la suposición de que es fácil y en cualquier momento podemos estar al corriente. Obviamente, una pequeña mentira, llevará a otra más grande y así sucesivamente... hasta que nos sorprenden.

Al inventar defectos o hacerlos más grandes en una persona, ocultamos el enojo o la envidia que tenemos. Con aires de ser "franco" o "sincero", decimos con facilidad los errores que comenten los demás, mostrando lo ineptos o limitados que son.

No todo esta en la palabra, también se puede ver la Sinceridad en nuestras actitudes. Cuando aparentamos lo que no somos, (normalmente es según el propósito que se persiga: trabajo, amistad, negocios, círculo social...), se tiene la tendencia a mostrar una personalidad ficticia: inteligentes, simpáticos, educados, de buenas costumbres... En este momento viene a nuestra mente el viejo refrán que dice: "dime de que presumes... y te diré de que careces"; gran desilusión causa el descubrir a la persona como era en la realidad, alguna vez hemos dicho o escuchado: "no era como yo pensaba", "creí que era diferente", "si fuese sincero, otra cosa sería"... 

Cabe enfatizar que "decir" la verdad es una parte de la Sinceridad, pero también "actuar" conforme a la verdad, es requisito indispensable.

EL MOSTRARNOS "COMO SOMOS EN LA REALIDAD", NOS HACE CONGRUENTES ENTRE LO QUE DECIMOS, HACEMOS Y PENSAMOS, ESTO SE LOGRA CON EL CONOCIMIENTO Y LA ACEPTACIÓN DE NUESTRAS CUALIDADES Y LIMITACIONES.

En ocasiones faltamos a la Sinceridad por descuido, utilizando las típicas frases "creo que quiso decir esto...", "me pareció que con su actitud lo que realmente pensaba era que ..." ; tal vez y con buena intención, opinamos sobre una persona o un acontecimiento sin conocer los hechos. Ser sincero, exige responsabilidad en lo que decimos, evitando dar rienda suelta a la imaginación o haciendo suposiciones.

Para ser sincero también se requiere "tacto", esto no significa encubrir la verdad o ser vagos al decir las cosas. Cuando debemos decirle a una persona algo que particularmente puede incomodarla (pensemos en cosas como: su modo de vestir, mejorar su lenguaje, el trato con los demás o la manera de hacer y terminar mejor su trabajo), primeramente debemos ser conscientes que el propósito es "ayudar" o lo que es lo mismo, no hacerlo por disgusto, enojo o porque "nos cae mal"; enseguida encontrar el momento y lugar oportunos, esto último garantiza que la persona nos escuchará y descubrirá nuestra buena intención de ayudarle a mejorar.

En algún momento la Sinceridad requiere valor, nunca se justificará el dejar de decir las cosas para no perder una amistad o el buen concepto que se tiene de nuestra persona. Si por ejemplo, es evidente que un amigo trata mal a su esposa o a sus empleados, tenemos la obligación de decírselo, señalando las faltas en las que incurre y el daño que provoca, no solamente a las personas, sino a la buena convivencia que debe haber.

La persona sincera dice la verdad siempre, en todo momento, aunque le cueste, sin temor al qué dirán. Vernos sorprendidos en la mentira es más vergonzoso.

Al ser sinceros aseguramos la amistad, somos honestos con los demás y con nosotros mismos, convirtiéndonos en personas dignas de confianza por la veracidad que hay en nuestra conducta y nuestras palabras. A medida que pasa el tiempo, esta norma se debe convertir en una forma de vida, una manera de ser confiables en todo lugar y circunstancia.

LA SINCERIDAD ES UN VALOR QUE DEBEMOS VIVIR PARA TENER AMIGOS, PARA SER DIGNOS DE CONFIANZA 

 Autor: Desconocido

lunes, 24 de marzo de 2014

PARA EMPEZAR BIEN LA SEMANA

TE PROPONGO

TE PROPONGO EMPEZAR ESTA MAÑANA... ABRIENDO LA PERSIANA AL CORAZÓN, JUNTO CON LOS POSTIGOS DE TU CASA.

SACAR LOS DESECHOS QUE CORROEN EL ESPÍRITU, EN LAS BOLSAS CON LOS RESIDUOS DIARIOS, Y PREPARAR -PARA LA ESCENA DE TU VIDA- EL MEJOR ESCENARIO.

BEBER EL AIRE PURO QUE RENUEVA, ANTES DE LA COMIDA COTIDIANA; Y BUSCAR EL COMPLEMENTO DE LA RISA, PARA NUTRIR DE TRANSPARENCIA EL ALMA.

ENCENDER LAS GANAS DE SER ÚTIL, JUNTO CON EL MOTOR DEL AUTO, Y SINTONIZAR- EN EL DIAL DEL ALMA- EL PROGRAMA QUE ENSEÑA A SER HUMANO, AGRADECIDO Y CAUTO.

BUSCAR PROPIOS CAMINOS INTERIORES, JUNTO A LA SENDA TRANSITADA, DONDE LOS SUEÑOS SE AGOLPAN INSISTENTES Y SALEN A MOSTRARSE EN LA MIRADA.

TE PROPONGO INICIAR CADA JORNADA, LAVANDO DE RESENTIMIENTO EL ALMA, CEPILLANDO -DE ODIOS- TELARAÑAS, Y QUITAR LAS PELUSAS DEL OLVIDO A UN BUEN RECUERDO QUE POR AHÍ YACE ESCONDIDO.

TE PROPONGO DESPERTARTE, Y NO SEGUIR DORMIDO... ERGUIRTE EN LA COLUMNA DE LAS GANAS, Y NO AVANZAR CAÍDO.

TE PROPONGO QUE VIVAS EL MINUTO PRESENTE Y DEJES LOS MIEDOS DIARIOS QUE TE VISTEN DE AUSENTE.

TE PROPONGO Y ME PROPONGO QUE AVANCEMOS.

 ¡JUNTOS PODEMOS! 


Practica la humildad, pues la humildad abre las puertas a la paciencia.

Practica la paciencia, pues la paciencia abre las puertas a la tolerancia.

Practica la tolerancia, pues la tolerancia abre las puertas a la compasión.

Practica la compasión y te abrirá de nuevo las puertas a la humildad.

Busca dentro de ti para enriquecer a los demás.

Enriquece a los demás y te enriquecerás a ti mismo.

Practica todos estos aspectos del yo espiritual

y conocerás la integridad. ….LOBO NEGRO

domingo, 23 de marzo de 2014

LAS "CIRCUNSTANCIAS"

El ser humano se ve sometido constantemente a sus propias contradicciones, sus planteamientos sufren frecuentemente grandes cambios, que él mismo no reconoce, las "CIRCUNSTANCIAS" que le rodean le hacen variar a menudo sus planteamientos primitivos para llegar a ser planteamientos, a veces diametralmente opuestos a los primigenios. 

El ser humano pierde con demasiada frecuencia sus propias referencias y acusa a los demás de no saber cuáles son cuando, en realidad, él mismo no las reconoce. El ser humano no sabe porqué hace las cosas, empieza a hacerlas por una idea y termina haciéndolas por otra.

A lo largo del camino de nuestra vida, la sombra de los árboles, la luz del sol, nos hacen ver caminos distintos cuando en realidad sólo hay uno, nos puede parecer que el camino se nos cierra pero siempre hay una nueva etapa que "CUMPLIR". 

Los objetivos que nos marcamos cuando tenemos nuestra mente despejada son objetivos netos, claros, no están mediatizados por las "CIRCUNSTANCIAS" que van a adherirse a ese objetivo a lo largo de nuestro caminar; muchas veces puedes preverlas, pero en la mayoría de las ocasiones son imprevisibles.

Por esto, mantener una estructura mental rígida con respecto a un proyecto u objetivo puede hacernos errar frecuentemente en su consecución, porque los medios para conseguirlos no se mantienen netos, no se desarrollan exactamente igual como los ideamos en un principio, sufren modificaciones y cambios.

Así pues no nos atengamos a conceptos rígidos e inamovibles, la vida, afortunadamente, nos depara todo un exquisito menú de experiencias que nos sirven para poner en funcionamiento todas nuestras potencialidades y todas nuestras posibilidades, renunciar a un viaje como es la vida porque no sigue el plano trazado inicialmente en nuestro pensamiento, es un error; y no comprender que estamos en la vida con el fin de aprender un camino no precisamente de "ROSAS", donde todo lo que nos rodea está en función de que aprendamos ese camino: desde el árbol hasta la nube, desde el río hasta la ultima flor de la ladera. Todo esta ahí para que aprendamos no sólo un camino sino a "CAMINAR".

Un dato a tener muy en cuenta cuando empecemos a caminar son las señales que nos indican los peligros a los que nos podemos ver sometidos. Son generalmente muy claras y muy visibles, sólo el imprudente no las ve, sólo aquel que no considera que hay más seres humanos como nosotros andando por el mismo camino, dejará de ver las señales que le indicaran dónde puede equivocarse y dónde puede fracasar.

Aprendamos de la experiencia de los demás, observemos las señales del camino (no en vano el conocimiento se nutre de la observación), vivamos de acuerdo a una filosofía que pueda ser modicada constantemente, porque el ser humano que se ata a normas rígidas, cuando éstas se modifican, se encuentra absolutamente perdido. Porque la vida, el camino a recorrer, es una constante toma de decisiones y de responsabilidades, la vida es una escuela que tiene su razón de ser en la medida que el ser humano aprende a solucionar los problemas que en ese caminar se nos plantean. 

El ser humano es feliz cuando toma decisiones, cuando se reconoce a sí mismo porque a tenido el valor de enfrentarse a los problemas y ha dado el paso necesario para saber si estaba equivocado o no.

El que está todo el dia parapetado, no aprenderá nada, el que tiene por norma de vida el aprovecharse de los demás, tampoco aprenderá nada, el indeciso, el que busca que los demás tomen las decisiones por el, habrá desperdiciado el camino, el que hace que los demás tomen las decisiones que a él le interesan retrocederá en su caminar, porque no habrá sido capaz, reconociendo la validez de su decisión, de tomarla él mismo, le habrá faltado valor de enfrentarse a la responsabilidad de tomar sus propias decisiones.

EL SABER POR EL SABER NO TIENE SENTIDO, SI ESE SABER NO SE TRADUCE EN DECISIONES, EN RESPONSABILIDADES ADQUIRIDAS.

Nos podremos equivocar una y mil veces, pero siempre será por causa de una decisión tomada y eso es positivo porque nos enseñará, que cuando ponemos en marcha un proyecto no sólamente es ese proyecto el que ponemos en marcha sino que también ponemos en marcha nuestra capacidad para caminar. Hemos nacido para eso, para caminar por la vida para tomar decisiones, decisiones acertadas, pero una decisión equivocada nos enseñara como tomarlas en la próxima ocasión para no repetir errores y sí aciertos, siendo lo más importante el caminar, no debiéndonos importar el caminar despacio y sí el "NO CAMINAR".

Miremos con optimismo el futuro, porque sólo mirándolo con optimismo pondremos nuestra mente y nuestro cuerpo en disposición de conseguir que nuestros objetivos y proyectos se vean cumplidos. El miedo, la cobardía, el pensar que los demás nos van a impedir avanzar es un error, pues todo lo que necesitamos está en nosotros mismos, y sólo nosotros seremos quienes nos limitemos. Las "CIRCUNSTANCIAS" son los problemas a resolver y nunca deben ser miradas como un freno, mirémoslas como elementos que nos tocan vivir para cada dia ser un poco mas sabios en nuestro caminar.

Y así llegará el día que podamos comprender que en todo ser humano hay un elemento sustancial psicodinámico que transciende la materia y las limitaciones del tiempo y del espacio, permaneciendo idéntico a sí mismo, a pesar de sufrir continuas modificaciones y estar sujeto a la ley universal de evolución y perfectibilidad, y que el ser hominal no es un capricho accidental de la naturaleza, ni el resultado azaroso de mutaciones orgánicas o cataclismos telúricos, dado que hay un sentido teleológigo en el vasto plan cósmico, que muestra al espíritu, emergiendo escalón por escalón, de la vida mas primigenia, hasta convertirse en un espíritu superior.

SÓLO EL QUE ENSAYA LO ABSURDO ES CAPAZ DE CONQUISTAR LO IMPOSIBLE, NO HAY MÁS QUE UN MODO SEGURO DE DAR EN EL CLAVO Y ES DAR CIENTO EN LA HERRADURA, NO HAY MÁS QUE UN MODO DE TRIUNFAR DE VERAS Y ES NO TENER MIEDO A FRACASAR. 

E.P.L.

viernes, 21 de marzo de 2014

EL VALOR DE CADA MINUTO..........

Un minuto basta para que sonrías: sonreír para el otro, para ti y para la vida ... 

Un minuto basta para que veas el camino, mirar la flor, sentir su olor, notar la transparencia del agua, sentir la gramilla mojada ... 

Basta un minuto para valorar la inmensidad del infinito, aunque no puedas entenderlo. 

En un minuto apenas, puedes escuchar el trino de los pájaros que no volverán más ... 

Un minuto sirve para que puedas oír el silencio que precede a una canción 

Es en un minuto que puedes dar el SI que modificará toda TU vida ... y basta ! 

Basta un minuto para que tú aprietes la mano de alguien y conquistes un nuevo amigo. 

En un minuto puedes sentir la responsabilidad, y la ansiedad de la espera y la alegría de la victoria ...

 Cuánta victoria se decide en un simple momento, en un simple minuto! 

En un minuto puedes amar, buscar, compartir, perdonar, esperar, creer, vencer y ser ... 

En un simple minuto puedes salvar una vida, inclusive la tuya ... 

 En un pequeño minuto puedes incentivar a alguien o desanimarlo ... 

Basta un minuto para recomenzar la reconstrucción de un hogar, de un proyecto, o de una vida . 

Basta un minuto de atención para hacer feliz a un hijo, un hermano un familiar, un amigo, un colega, un semejante ... 

Basta un minuto para que entiendas que la eternidad está hecha de minutos. De todos los minutos bien o mal aprovechados... 

Mira cuántas cosas es posible hacer en un "simple minuto" !!! 
Presta atención a "tus minutos" y aprovecha, si es posible, todos ellos.

martes, 18 de marzo de 2014

COMO TRABAJAR CON EL MIEDO

QUE ES EL MIEDO
El miedo es una interrupción súbita del proceso de racionalización. Lo primero que nos sucede cuando sentimos miedo es una interrupción súbita del proceso de racionalización, perdemos la capacidad de racionalizar una situación cualquiera. Pero ¿es necesario mantener la racionalización cuando no sabemos lo que está sucediendo? Generalmente, cuando sucede algo, generamos un prejuicio, pensamos, muchas veces sin saber exactamente lo que está sucediendo, y generamos una especie de fantasía mental. Normalmente, esa fantasía trae consecuencias, muy graves. Si estamos en una situación de peligro, sucede algo y no sabemos que es mejor no pensar.

Es normal observar en una situación de peligro como las personas hacen cosas que son justamente las que no deberían hacer. ¿Por que? Porque piensan sin saber lo que está sucediendo. Si alguien va en el coche, entra en una curva con exceso de velocidad y piensa, lo primero que voy a hacer es frenar. Si frena va justamente a causar su desgracia, pues es ahí donde reside el peligro: frenar bruscamente en una curva yendo a alta velocidad 

EL MIEDO, EN PRINCIPIO, tiene la capacidad de evitar que hagamos algo mentalmente. Él crea una situación de bloqueo, para cualquier proceso mental.

El miedo como sensación es una parada súbita de todos los procesos de motivación, o sea, además de interrumpir los procesos de racionalización, el miedo crea una parada súbita de la motivación. Cuando sentimos el impacto del miedo, es como si algo cayese, nos quedamos sin fuelle, sin motivación para hacer cosas. ESE ES EL SEGUNDO FENÓMENO QUE EL MIEDO PRODUCE Y TAMBIÉN, SI OBSERVAMOS, ES UNA INTERRUPCIÓN SÚBITA.

También cuando suceden cosas, la tendencia es crear o una depresión traumática o una euforia. Hay personas que ante situaciones comunes reaccionan con euforia, hay otras que se entregan totalmente; son procesos relacionados con la motivación del individuo y en cualquier situación de riesgo o de peligro, tanto la euforia como la depresión traumática son negativas.

Lo que causa problemas en situaciones de riesgo o de peligro es la temeridad o la entrega. Es curioso observar como, cuando las personas están inconscientes del miedo, quieren huir de él y terminan haciendo exactamente lo contrario de lo que deberían hacer.

Estas actitudes distan completamente del llamado "instinto de supervivencia", y eso no es por el miedo, sino porque las personas quieren huir de él. El deseo que tenemos cuando sucede un fenómeno de este tipo es que alguien nos pegue en la nuca y que no sintamos nada más. En estas situaciones, las personas quieren huir y, por eso, acaban haciendo tonterías. Por contra, las personas que asumen el miedo, pero lo asumen conscientemente, terminan haciendo las cosas acertadas. La mayor causa de accidentes y de muertes es el comportamiento que tenemos ante el miedo, y no el miedo en sí.

EL TERCER PUNTO DE ESA RELACIÓN ES LA DEFINICIÓN DE QUÉ ES EL MIEDO: el miedo-percepción + miedo-sensación son una inibición-bloqueo de todas las funciones fisiológicas, o sea, cuando surge el miedo, para los procesos de racionalización, para los procesos de motivación, los procesos fisiológicos y nos quedamos sin condiciones para hacer nada por un instante, ni pensar, ni sentir, ni actuar.

Ahora yo pregunto: si estamos caminando de noche por un camino y, de repente, el camino termina abruptamente, existe un cortado de 50 metros y, sin saberlo, vamos llegando al precipicio y sentimos miedo, ¿qué hacemos? parar. El miedo paraliza, inhibe. Entonces lo primero que vamos a hacer es detenernos antes de caer al precipicio. Ese es el miedo, ni más ni menos. En principio eso es bueno, esa parada súbita es buena porque en el fondo lo que está sucediendo es una señal de que hay un riesgo y hasta que no sepamos que es eso, es mejor quedarnos quietos.

Desde ese punto de vista, el miedo es una fuerza que tiene como objetivo evitar peligros de cualquier naturaleza y funciona como una señal que interrumpe cualquier acción imprudente. En términos concretos y objetivos, el miedo es eso y no tiene nada que ver con las reacciones sucedidas ante él, que, en nuestro caso, por razones culturales, no son naturales. NUESTRA CULTURA NO SOLO NO NOS PREPARÓ PARA ENFRENTAR EL MIEDO, SINO QUE ADEMÁS NOS ENSEÑÓ A TENER MIEDO DE ÉL Y, POR ESO, REACCIONAMOS MAL. En un proceso cultural diferente, nosotros encararíamos el miedo de una forma diferente y tendríamos reacciones naturales. Esas reacciones naturales trabajan a favor del instinto de supervivencia, tanto del cuerpo como de la mente, como también de la psique humana. Por ejemplo, si yo estoy apoyado en la pared y alguien grita en mi cara, por miedo yo voy a dar con la cabeza contra la pared. ¿Fue el miedo el que generó eso o mi reacción antinatural? Cuando alguien grita y yo hago eso, esa no fue una reacción natural; fue la reacción antinatural, ¿por qué? Hay reacciones instantáneas que llamamos de reflejos condicionados y consideramos que son naturales. Pero fíjense bien que la palabra dice: reflejo condicionado, o sea, se fue condicionado, no es natural.

Lo natural ante el miedo es tener nuestras reacciones independientemente de nuestros prejuicios, es observar la situación detenidamente para saber lo que está sucediendo, y no querer huir de ella.

En las Artes Marciales, a medida que vamos entrenando a través de los años, acabamos reaccionando de una forma lógica o natural, ante situaciones de ataque. Si alguien grita cuando va a atacarnos, el grito es como una señal de ataque. ¿Por qué ante el grito tendría yo que llevar la cabeza hacia atrás? Quien sabe, quien ha entrenado Artes Marciales, en lugar de ir hacia atrás, primero mira de donde está viniendo el grito, que tipo de grito es, o que se puede prever en relación a esa actitud y, una vez que sabe lo que está sucediendo, actúa. Hacer eso es natural.

Y, normalmente, en Artes Marciales, quien practica desde hace mucho tiempo, cuando llega personal nuevo, utiliza justamente esos elementos para enseñar a esos principiantes lo equivocados que están. Entonces, por ejemplo: el novato se prepara, el veterano ya experimentado hace un movimiento y el novato queda todo asustado. Finalmente conseguimos llevar a la persona a donde queremos, solo por reflejos condicionados, podemos conducirla hasta dejarla sentada en un rincón.

Eso no es natural, mas es una reacción prevista en nuestra cultura. Los reflejos naturales y propios del cuerpo son completamente diferentes, ellos no nos hacen huir ante las situaciones de riesgo, ellos nos llevan a la adaptación. Veamos la diferencia entre el reflejo condicionado y el reflejo descondicionado: el reflejo condicionado es: si A aplica una fuerza X, B tiene que aplicar una fuerza Y. Cuando rompemos ese reflejo, la situación cambia: A pasa a hacer más fuerza que antes, pues B está relajado. Eso es el reflejo natural del cuerpo. Nosotros estamos mal acostumbrados. Fuimos educados en una cultura que no nos enseña a lidiar con el miedo, y sí, en cambio a temerlo, pero eso tiene un objetivo. Por ejemplo, cuando el niño no quiere comer y la madre dice: "si no comes, el "Coco" te va a llevar". Cuando el niño entra en ese condicionamiento, come incluso cualquier cosa, con tal de que el Coco no se le aparezca. Y, ¿qué es eso? Eso es manipulación. Entonces, el miedo es utilizado como elemento de manipulación para subyugar, esclavizar y dominar a las personas. Pero no es porque el miedo sea eso, y sí porque las personas exploran a las personas y vienen utilizado el miedo como mecanismo para eso. 

EL HECHO ES QUE NOSOTROS ACABAMOS TENIENDO "MIEDO DEL MIEDO" Y, ENTONCES, PARA NO SENTIR MIEDO, PAGAMOS CUALQUIER PRECIO. ESE ES EL PUNTO MAS COMPLEJO EN RELACIÓN AL MIEDO. DE ESTA FORMA, EL MIEDO NO ES MALO, MALA ES LA REACCIÓN QUE GENERAMOS ANTE ÉL, PORQUE NO HEMOS SIDO EDUCADOS DE FORMA CORRECTA PARA ENCARARLO.

Es una colaboración de: M.L.A.F.

viernes, 14 de marzo de 2014

REFLEXIONES DESDE EL ALMA

"CADA SENTIMIENTO REPRIMIDO ES UNA OPORTUNIDAD DESPERDICIADA DE APRENDER. RECORDEMOS QUE EL SABIO JAMÁS ESCONDE SUS EMOCIONES PRIMARIAS, LAS AGOTA, LAS GASTA, LAS OBSERVA, ESCUDRIÑA EN ELLAS INTENTANDO CAPTAR SU OCULTO MENSAJE, PORQUE SABE QUE SON UNA FORMA DE SIGNIFICADO. 

La capacidad de sentir es poner a funcionar la vida en la estructura molecular que nos pertenece, es adquirir nuevas configuraciones energéticas para alcanzar las metas fundamentales de la supervivencia. 

Las emociones son fluctuaciones del espíritu, tonalidades del alma, sin las cuales no habríamos existido nunca." WALTER RISO  
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No me interesa saber a que te dedicas:
Quiero saber qué es lo que añoras y si te atreves a soñar o alcanzar lo que tu corazón ansía. No me interesa saber que edad tienes: Quiero saber si te arriesgarás a parecer un loco por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo.

No me interesa saber que planetas están cuadrando tu luna: 
Quiero saber si has tocado el centro de tu propia pena, si has estado abierto a las traiciones de la vida o te has vuelto marchito y cerrado por miedo a más dolor. Quiero saber si te puedes sentar con dolor, tuyo o mío, sin moverte para esconderlo, diluirlo o arreglarlo. Quiero saber si puedes estar con alegría, tuya o mía, y si puedes danzar libremente y dejar que el éxtasis te llene hasta las puntas de los dedos de tus manos y de los pies, sin advertirnos de ser cuidadosos, ser realistas o acordar las limitaciones de ser humano.

No me interesa si la historia que me estás contando es verdad:
Quiero saber si puedes desilusionar a otros por ser sincero contigo mismo, si puedes resistir la acusación de traición y no traicionar a tu propia alma. Quiero saber si puedes ser fiel y por lo tanto confiable. Quiero saber si puedes ver belleza hasta en los días feos y si puedes nutrir tu vida desde la presencia de Dios. Quiero saber si puedes vivir con fallas, tuyas y mías y todavía pararte en la orilla del lago y gritar a la luna llena plateada... ¡Si!

No me interesa saber dónde vives, ni cuánto dinero tienes:
Quiero saber si te puedes parar después de una noche de pena y desesperación, débil y moreteado hasta los huesos, y hacer lo que necesita estar hecho para los niños.

No me interesa saber quien eres, ni porqué estás aquí:
Quiero saber si te puedes parar en el centro del fuego conmigo sin encogerte.

No me interesa dónde, qué, o con quién has estudiado:
Quiero saber si te sostienes desde adentro cuando todo se cae a tu alrededor.
Quiero saber si puedes estar solo contigo mismo y si verdaderamente disfrutas la compañía que mantienes en tus momentos de soledad. KHALIL GIBRÁN (1883-1931)

LO QUE EXIGE EL COMPROMISO CON EL CAMINO ESPIRITUAL... 
"Es inútil e incluso peligroso internarse en el camino espiritual si no hemos comprendido hasta qué punto la naturaleza del hombre es correosa, difícil de domar, y cuánta perseverancia, humildad y abnegación vamos a necesitar para trabajar sobre ella.

Muchas personas se imaginan que, a partir del momento en que han encontrado una enseñanza espiritual, progresarán rápidamente: leerán algunos libros, harán algunos ejercicios de concentración, de meditación, y con esto piensan que pronto aparecerán los resultados. desgraciadamente, no; ¡el dominio de la vida psíquica es mucho más difícil de lo que cree la gente! es cierto que existe en cada ser humano la capacidad de renovación, de regeneración, de divinización, pero se trata de un proceso muy lento, y lo que cada uno puede hacer en esta existencia, depende del trabajo que ya haya emprendido en sus reencarnaciones anteriores.

Aquél que no tenga conciencia de las dificultades con las que inevitablemente se va a encontrar, le resultará imposible progresar. entonces se sentirá decepcionado, sufrirá y hará sufrir también a los demás. comprometerse en el camino espiritual exige paciencia, humildad y lucidez con respecto a uno mismo." Omraam Mikhaël Aïvanhov

miércoles, 12 de marzo de 2014

LA SOLEDAD: ¿APRENDER A VIVIR SOLOS O ANIMARNOS A BUSCAR RELACIONES?


UN MAL DE NUESTRO TIEMPO 

Los psicólogos consideran que alguien está solo cuando no mantiene comunicación con otras personas o cuando percibe que sus relaciones sociales no son satisfactorias.

TRES CARACTERÍSTICAS DEFINEN LA SOLEDAD: ES EL RESULTADO DE RELACIONES SOCIALES DEFICIENTES, CONSTITUYE UNA EXPERIENCIA SUBJETIVA YA QUE UNO PUEDE ESTAR SOLO SIN SENTIRSE SOLO O SENTIRSE SOLO CUANDO SE HALLA EN GRUPO; Y, POR ÚLTIMO, RESULTA DESAGRADABLE Y PUEDE LLEGAR A GENERAR ANGUSTIA.

La soledad, salvo excepciones, es una experiencia indeseada similar a la depresión y la ansiedad. Es distinta del aislamiento social, y refleja una percepción del individuo respecto a su red de relaciones sociales, bien porque esta red es escasa o porque la relación es insatisfactoria o demasiado superficial. Se distingue dos tipos de soledad: la emocional, o ausencia de una relación intensa con otra persona que nos produzca satisfacción y seguridad, y la social, que supone la no pertenencia a un grupo que ayude al individuo a compartir intereses y preocupaciones. Parece, por otro lado, que la soledad está relacionada con la capacidad de las personas para manifestar sus sentimientos y opiniones.

Cuando nuestra habilidad para relacionarnos es deficiente, aumenta la probabilidad de que nos quedemos solos ya que las relaciones que mantenemos son menos entusiastas y empáticas. En general, las personas con problemas de neurosis se muestran convencidas de que no resultan amables ni dignas de ser apreciadas, y rechazan cualquier tipo de amigos potenciales con el objetivo de protegerse a sí mismos del posible rechazo. La soledad esta muy relacionada con la pérdida de relaciones con ese conjunto de personas significativas en la vida del individuo y con las que se interactúa de forma regular. La definición más común de soledad es la de carencia de compañía y que se tiende a vincularla con estados de tristeza, desamor y negatividad, obviando los beneficios que una soledad ocasional y deseada puede reportar.

LA AUSENCIA DE UN SER QUERIDO

Cuando (por separación en la pareja, fallecimiento de un ser querido u otra causa) desaparece de nuestra vida alguien a quien hemos amado o que ocupaba un espacio estelar en nuestra cotidianeidad, nos invade una particular sensación de soledad, un vacío, una nada enmudecida que nos sume en la tristeza y la desesperanza. Hemos de sobrellevar la dolorosa percepción de horfandad, de ausencia de una persona insustituible. Nos vemos perdidos y sin referencias en las que antes nos apoyábamos para afrontar la vida.

Somos seres sociales que necesitamos de los demás para hacernos a nosotros mismos. Y no sólo para cubrir nuestras necesidades de afecto y desarrollo personal, sino también para afianzar y revalidar nuestra autoestima, ya que ésta se genera cada día en la interrelación con las personas que nos rodean.

La pérdida es irreemplazable pero no debe ser irreparable. Ese hueco o, mejor, su silueta, quedará ahí pero si nos permitimos sentir la tristeza y nos proponemos superarla a base de confianza en nosotros mismos, podremos reunir fuerzas para establecer nuevas relaciones que cubran al menos parcialmente ese déficit de amor que la ausencia del ser querido ha causado. Hemos de intentar que la carencia de esa persona no se convierta en una carencia general de relaciones. Esta soledad es dolorosa, pero puede convertirse en positiva si la interpretamos como oportunidad para aprender a vivir el dolor sin quedarnos bloqueados. Y para generar recursos y habilidades para continuar transitando satisfactoriamente por la vida. Debemos interiorizar y controlar el dolor, sabiéndolo parte inherente a la vida, aprendiendo a no temerlo y a no mantenernos al margen del sufrimiento como si de una debilidad o incapacidad se tratara. Quien sabe salir del dolor está preparado para disfrutarla la plenitud en momentos venideros.

LA SOLEDAD SOCIAL

La de quien apenas habla más que con su familia, sus compañeros de trabajo y sus vecinos es una soledad muy común en este mundo nuestro. Nos sentimos incapaces de contactar con un mínimo de confianza con quienes nos rodean, tememos miedo que nos hagan o nos rechacen. Plantamos un muro a nuestro alrededor, nos encerramos en nuestra pequeña célula (en ocasiones, incluso unipersonal) y vivimos el vacío que nosotros mismos creamos y que justificamos con planteamientos como "no me entienden", "la gente sólo quiere hacerte daño", "para lo único que les interesas es para sacarte algo", "cada vez que confías en alguien, te llevas una puñalada". Si la soledad es deseada nada hay que objetar, aunque la situación entraña peligro: el ser humano es social por naturaleza y una red de amigos con la que compartir aficiones, preocupaciones y anhelos es un cimiento difícilmente sustituible para asentar una vida feliz. Es una meta difícil y las estructuras y hábitos sociales de nuestra civilización frenan este empeño de hacer y mantener amistades, pero merece la pena empeñar lo mejor de nosotros en el intento.

Esa soledad no deseada puede convertirse en angustia, si bien algunos se acostumbran a vivir solos. Se revestirá esta actitud de una apariencia de fortaleza, autosuficiencia, agresividad o timidez. Y todo, para esconder la inseguridad y el miedo a que no se nos quiera o no se nos respete.

Hay también otras soledades indeseadas, como esas a las que se ven abocadas personas mayores, amas de casa, o quienes muestran una orientación sexual no convencional, o quienes sufren ciertas enfermedades, incapacidades físicas o psicológicas o imperfecciones estéticas.

UN ESTADO TRANSITORIO, NADA MÁS

La soledad es una situación que hemos de aspirar a convertir en transitoria y que conviene percibir como no forzosamente traumática. Podemos mutarla en momento de reflexión, de conocernos a fondo y de encontrarnos sinceramente con nuestra propia identidad. Hay un tiempo para comunicarnos con los demás y otro (que necesita de la soledad) para establecer contacto con lo más profundo de nosotros mismos. Hemos de "hablar" con nuestros miedos, no podemos ignorarlos ni quedarnos bloqueados por ellos. Es conveniente que, en ocasiones, optemos por la soledad. En suma, equilibremos los momentos en que nos expresamos y atendemos a otros, y los que dedicamos a pensar, en soledad, en nuestras propias cosas. 

Vencer la soledad no deseada: unos pasos útiles

1) DIAGNÓSTICO: qué tipo de soledad es la que estamos sufriendo y a qué circunstancias se debe.

2) CONOCERNOS BIEN. Dejemos a un lado el miedo a mirar dentro de nosotros, y afrontemos la necesidad de saber cómo somos: nuestras ilusiones y ambiciones, limitaciones y miedos, quién quiero ser, cómo me ven, cómo me veo...

3) FUERA LA TIMIDEZ. Tomemos la iniciativa para conseguir nuevas relaciones. Establezcamos qué personas nos interesan, y elaboremos una estrategia para contactar con ellas.

4) NO HAY NADA QUE PERDER. El miedo al rechazo es un freno para entablar nuevas amistades o amores. El objetivo es importante, no nos andemos con remilgos.

5) SIN VICTIMISMOS. El mundo resulta en ocasiones cruel, vulgar y materialista, de acuerdo. Pero seguro que hay otras personas que pueden estar deseando conocer a alguien como nosotros.

6) ENCERRARNOS EN NOSOTROS MISMOS es reconocer la derrota. A la mayorìa la soledad nos hace daño, y nos sienta mejor tener con quién hablar, intimar y a quién querer.

7) NO SOMOS TAN RAROS COMO A VECES PENSAMOS. No hay más que hablar en profundidad y confianza con cualquier persona para comprobarlo. Podemos "llenar" a más gente de la que creemos y nos pueden resultar atractivas muchas personas que tenemos muy cerca

martes, 11 de marzo de 2014

LA BÚSQUEDA DEL CAMINO ESPIRITUAL

Empezare citando un verso del Bhagavad Gita que contiene, en muy pocas palabras, un resumen conciso de los requisitos y metas de todo proceso de autorrealización espiritual:

“SÉ INTRÉPIDO Y PURO; NUNCA VACILES EN TU DETERMINACIÓN HACIA LA VIDA ESPIRITUAL. DA LIBREMENTE. DOMÍNATE A TI MISMO, SÉ SINCERO, VERDADERO, AMOROSO Y LLENO DEL DESEO DE SERVIR. CUMPLE LA VERDAD DE LAS ESCRITURAS; APRENDE A SER DESAPEGADO Y A SER FELIZ EN LA RENUNCIA. NO CAIGAS EN LA IRRITACIÓN NI HAGAS DAÑO A NINGUNA CRIATURA VIVIENTE, SÉ COMPASIVO Y AMABLE; MUESTRA BUENA VOLUNTAD A TODOS. CULTIVA VIGOR, PACIENCIA, VOLUNTAD, PUREZA; EVITA LA MALICIA Y EL ORGULLO. ENTONCES, ALCANZARÁS TU DESTINO DIVINO”.

Si buscamos la definición de la palabra espiritual en el diccionario, nos encontramos con “perteneciente o relativo al espíritu”. Y, ampliando la búsqueda a espiritualismo, tenemos lo siguiente: “Sistema filosófico que defiende la esencia espiritual y la inmortalidad del alma”.

El término espiritual no debe confundirse con la palabra “religioso”, pero tampoco deberíamos emplearlo para describir exclusivamente al buscador de verdades elevadas. Es, más bien, una palabra cuyo sentido debe adaptarse al grado de evolución de cada persona, porque aunque todos somos iguales (en esencia), la experiencia de cada alma depende de la cantidad de veces que ha encarnado, produciéndose infinitas gradaciones en nuestra escala evolutiva, de manera que para algunos de nosotros, en una etapa específica de nuestra evolución, es tan espiritual el hecho de poder adquirir una vivienda, o conseguir un trabajo estable, como para otras personas –que llevan más tiempo caminando por el sendero de la búsqueda espiritual– el pasar una determinada iniciación.

La diferencia estriba en que estas últimas personas, al asumir conscientemente su desarrollo, tienen un grado de responsabilidad respecto a sus actos mucho mayor que las anteriores.

LA EVOLUCIÓN NATURAL DE LA RAZA HUMANA VA DIRIGIDA A UNA ESPIRITUALIZACIÓN PROGRESIVA Y AUNQUE DECIDIÉSEMOS NO ACELERAR NUESTRO PROCESO, ACABARÍAMOS LLEGANDO SIEMPRE AL MISMO DESTINO, SI BIEN EL LAPSO DE TIEMPO SERÍA INMENSAMENTE MAYOR.

Pero el hecho es que, a partir de un momento dado, después de atravesar un prolongado período de desilusión e insatisfacción con los objetivos y valores habituales a nuestro entorno material, el individuo intuye que existen otras realidades, otros caminos, que evocan una auténtica resonancia en su interior. Y a partir de entonces, se abre ante él la posibilidad de asumir la responsabilidad de su proceso evolutivo, participando conscientemente en él e intensificándolo, de manera que el tiempo invertido en recorrerlo sea decisivamente menor que abandonándolo a su desarrollo natural. Y ES AQUÍ, EN ESTE PUNTO, DONDE SE INICIA LA AUTORREALIZACIÓN ESPIRITUAL CONSCIENTE DE UNA PERSONA.

El punto evolutivo al que acabo de referirme, ese momento en alguna vida en que el individuo deja de identificarse con los valores materiales por los que nos regimos habitualmente, y se enfrenta a la búsqueda de un desarrollo espiritual desconocido, pero que intuye como lo único verdaderamente esencial para él, está descrito en las antiguas enseñanzas como un punto crítico en la evolución del ser humano: es el momento en que lo que se conoce como el “sendero descendente” toca fondo, y ante el individuo se abre, por primera vez, el “sendero de retorno”, EL CAMINO DE REGRESO AL HOGAR.

Cuando decidimos emprender conscientemente este sendero de retorno, estamos dando nuestros primeros pasos en un proceso de autorrealización espiritual. Y estamos empleando una expresión sumamente precisa, porque a lo largo de todo este proceso que se extiende ante nosotros, no se produce un solo milímetro de avance que no haya sido emprendido y resuelto por nosotros mismos. Tal como dice una conocida expresión, “EL DISCÍPULO ES AUTODIDACTA”. ES UNA REFERENCIA MÁS A QUE, EN ESTE SENDERO DE RETORNO, NO VALEN MÁS CONOCIMIENTOS NI APRENDIZAJES QUE LOS QUE UNO MISMO EXPERIMENTA, ACEPTANDO LA RESPONSABILIDAD DE SU PROPIO PROGRESO.

En ese sentido, conviene tener presente que las distintas escuelas de pensamiento en las que nos apoyamos inicialmente, nos facilitan unas pautas que nos ayudan a prepararnos en nuestro caminar. Pero la responsabilidad es nuestra, y estamos solos desde el primer paso que damos. Y ESTA SOLEDAD ES UNA DE LAS CARACTERÍSTICAS INHERENTES AL SENDERO DE RETORNO.

Así, habiendo llegado al punto crítico en que decidimos “volver”, ¿Cuál debería ser la piedra angular de nuestra autorrealización espiritual? Prácticamente todas las corrientes de pensamiento coinciden EN BASAR EL PROGRESO ESPIRITUAL DEL ESTUDIANTE EN LA PRÁCTICA CONSTANTE DE TRES DISCIPLINAS FUNDAMENTALES: EL ESTUDIO, LA MEDITACIÓN Y EL SERVICIO.

No hace falta decir mucho sobre el estudio. La lectura diaria de textos y enseñanzas espirituales así como el estudio de los antiguos símbolos, amplía nuestra perspectiva y prepara nuestro equipo mental para futuras expansiones de consciencia.

El ejercicio diario de la meditación es esencial para poder cooperar conscientemente en nuestro desarrollo espiritual. ¿Qué entendemos por meditación?

La meditación puede definirse como la ciencia de unión entre el alma y la personalidad, y su objetivo es permitir al hombre ser, en la manifestación externa, lo que es en su realidad interna, y hacer que se identifique con su aspecto alma y no simplemente con sus características materiales. Esta ciencia de unión, que nos permite llegar a una experiencia directa de Dios como Causa Eterna y origen de todo cuanto es, implica disciplinar la vida y produce, finalmente, la iluminación. La clave del éxito en la meditación radica en una práctica constante y correcta.

EN CUANTO AL SERVICIO, PODRÍAMOS DEFINIRLO COMO UN INSTINTO DEL ALMA, Y EL PRIMER EFECTO REAL QUE SE EVIDENCIA EN EL PLANO FÍSICO DE QUE EL ALMA ESTÁ EMPEZANDO A EXPRESARSE EN NOSOTROS. Servir empieza, simplemente, con el cumplimiento perfecto de todas nuestras obligaciones y con el hecho de asumir nuestras responsabilidades familiares y de todo cuanto constituye nuestro entorno inmediato.

Servir no es fácil. Implica un sacrificio de tiempo, de interés y de nuestras ideas personales. Exige un trabajo duro, porque requiere que realicemos un esfuerzo deliberado, con una sabiduría consciente y con capacidad de trabajar con desapego. El tipo de servicio al que podemos dedicarnos surge exclusivamente como resultado de nuestro trabajo de meditación –es el alma la que debe indicarnos nuestro campo de servicio. Pero conviene tener presente que nuestro trabajo abarcará incluso los momentos de relajación, y por ello es fundamental desarrollar una aguda discriminación respecto a qué es esencial y qué no.

Cuando logramos instaurarnos en este ritmo de estudio, meditación y servicio, y además vivimos una vida que constituye un ejemplo para los demás, olvidándonos de los resultados y aprendiendo a trabajar con desapego, empezamos a avanzar, aunque casi imperceptiblemente. En los primeros estadíos, si nuestro trabajo y dedicación son reales, serán las personas que nos rodean quienes notarán los cambios –el estudiante suele estar demasiado frustrado luchando por disciplinar su vida como parar percibir nada de ello! 

La persistencia en esta triple actividad de estudio, meditación y servicio que acabo de comentar, nos conduce, eventualmente, de una expansión de consciencia a otra. Estas expansiones, son puntos de logro y, a la vez, de inicio. Implican que la persona ha conseguido un dominio total sobre un área determinada de su trabajo, por lo que puede enfrentarse a un nuevo ciclo de experiencia, que le requerirá el desarrollo de una actividad de servicio mucho más amplia, y una mayor responsabilidad.

UNA DE LAS COSAS MÁS NOTABLES QUE SUCEDEN A LO LARGO DEL CAMINO ES QUE, A MEDIDA QUE SU CONSCIENCIA SE EXPANDE, EL INDIVIDUO EMPIEZA A PERCIBIR QUE NO ESTÁ SÓLO, SINO QUE FORMA PARTE DE UN GRUPO DE ALMAS QUE LE APOYA Y SUSTENTA, Y EN EL QUE DEBE APRENDER A FUNCIONAR COMO FRACCIÓN INTEGRANTE DE UNA TOTALIDAD MAYOR.

Paso a paso, vida a vida y de expansión en expansión, el ser humano avanza como un peregrino por este sendero de retorno, cada vez más depurado y luminoso, cada vez más una expresión viva del espíritu, viviendo como un punto de tensión espiritual que reparte horizontalmente, en amoroso servicio a la humanidad, toda energía superior que ha contactado verticalmente por medio de su vida como alma. Cada paso dado ensancha nuestra perspectiva y aumenta nuestra responsabilidad. Cada objetivo logrado nos abre las puertas al siguiente.

EL SENDERO QUE SE HA ABIERTO ANTE NOSOTROS CONTINÚA MÁS ALLÁ DE LO QUE NADIE PUEDE IMAGINAR.

EL VIAJE ES DURO DESDE EL PUNTO DE VISTA MATERIAL, PERO YA NO QUEDA NADA ATRÁS QUE PUEDA ATAR AL PEREGRINO. 

Y ANTE ÉL SÓLO SE ABRE EL CAMINO QUE VA HACIENDO, PASO A PASO.

domingo, 9 de marzo de 2014

¿QUÉ ES LA FELICIDAD…?

A principios del siglo XX, un antropólogo del Gobierno colonial belga se topó en el corazón de la selva congoleña con un grupo de pigmeos: Cuentan que aquellos hombres, prácticamente desnudos y desposeídos de casi todo, le parecieron tan risueños que no pudo resistirse a preguntarles si se sentían felices. Para su sorpresa. Los pigmeos no supieron qué contestar. Los términos “feliz” y “felicidad” no estaban en su vocabulario por la sencilla razón de que no los necesitaban. Y es que el uso y la democratización del concepto “felicidad” es relativamente reciente. A mediados y finales del siglo XVIII, con la ilustración la revolución francesa y la americana, es cuando se considera la felicidad un derecho de los ciudadanos. Desde entonces se ha ido modificando hasta convertirse hoy en un codiciado objeto de deseo.

PERO ¿EN QUÉ CONSISTE LA FELICIDAD HOY, EN EL SIGLO XXI?

En un mundo donde los indicadores de riqueza están aparentemente en alza, algo no cuadra cuando, a la vez, las enfermedades psicológicas, la depresión, la angustia o las urgencias psiquiátricas van en aumento. Quizás los pigmeos con los que se topó el antropólogo colonial belga en el siglo pasado no supieran lo que era la felicidad, pero era bien felices, y hoy tenemos aparentemente muchas cosas que nos deberían procurar una felicidad que no es tanta como cabría esperar. ¿Será que la misma obligación de ser felices genera infelicidad? Éste es un enigma que sólo se responde hablando con muchas personas de diferentes países y bajo diferentes prismas. Si el ejercicio se lleva a cabo, nos damos cuenta de que la felicidad se construye no a través de las cosas, si no en otras dimensiones más sutiles. Adentrémonos entonces en el laberinto de la felicidad y veamos las paradas que debemos hacer en el viaje hacia su encuentro.

PRIMERA PARADA: AMOR TERNURA Y AFECTO

“La felicidad es hacer felices a los demás” (François Lelord)

Según la neurobiología y los estudios de opinión, la materia prima esencial de la felicidad es el amor. Nadie es más feliz que el que ama y a su vez se siente correspondido. La ternura, el afecto y las caricias son la primera parada obligada en el camino hacia el centro del laberinto de la felicidad. El amor y la intimidad que de él se deriva constituyen la única manera de aprehender a otro ser humano en lo más profundo de su personalidad. En ese proceso, la persona que ama posibilita al amado a que manifieste sus potencias. Es a través de esa toma de conciencia de lo que podemos llegar a ser gracias al reconocimiento y al apoyo de quien nos ama como se pone en marcha el proceso que permite que nuestro potencial se convierta en realidad. Allí en el proceso de desarrollo personal que nace del amor, se ejercita una experiencia mucho más intensa que el placer: la felicidad. 

SEGUNDA PARADA: CONCIENCIA

“La felicidad consiste en valorar lo que tienes” (Hellen Keller)

Otra característica común de las personas que se declaran felices es su capacidad para valorar y disfrutar de lo que tienen. Y no nos referimos a la posesión de bienes materiales, que, más que felicidad, procuran comodidad, bienestar o placer; Al contrario, la felicidad parece emerger de la toma de conciencia de aquello que es obvio y que, precisamente por ello, obviamos: un buen estado de salud, la compañía de nuestros afectos, el contacto con la naturaleza,, una buena conversación, tener el privilegio de trabajar en algo que nos gusta…Sin duda; los conceptos conciencia amor y felicidad van juntos. Ya lo decía el sabio alquimista medieval Paracelso: “Quien conoce, ama. Y quien ama, es feliz.”

TERCERA PARADA: VOLUNTAD DE SENTIDO

“Quien tiene un por qué vivir, encontrará siempre un cómo” (Víctor Frankl)

Hay otro elemento común entre aquellas personas que se declaran felices: La voluntad de sentido. El ejercicio voluntario y consciente de dar un significado positivo y constructivo a lo vivido, sea cual sea el signo de la experiencia registrada. Luego no es tan importante aquello que nos sucede como el significado que le damos a lo sucedido. Dicho de otro modo: toda la experiencia negativa que hemos padecido el pasado puede ser el elemento alquímico de la felicidad en el futuro.

Los ejemplos son múltiples y abordan todas las dimensiones de la vida: “ si no hubiera conocido a esa pareja que me hizo la vida imposible, no sabría valorar la que tengo ahora”; “ si no hubiese tenido aquel jefe tan lamentable, que me mostro lo que nunca se debe hacer, no sabría valorar el hecho de tener un buen jefe como el que ahora tengo”; “si no hubiera sufrido tal enfermedad, no habría tomado conciencia de cómo desarrollar unos nuevos hábitos de cuidado de mi cuerpo…”

La persona feliz intenta extraer la parte positiva de todo lo vivido. No desde la ingenuidad, ni desde la estupidez, tampoco desde la sumisión, si no desde el coraje, la fuerza interior y la entrega a la propia vida. En este sentido Albert Camus aseguraba: “La propia lucha para alcanzar la cima basta para llegar al corazón de un hombre”. Y concluía: “Sífido debió de ser feliz”.

CUARTA PARADA: EL LUJO DE LO ESENCIAL

“Es más fácil calzarse unas zapatillas que alfombrar toda la tierra” (Anthony de Mello)

Nacemos ingenuos y felices, y la paradoja es que vamos dejando de serlo a medida que buscamos la felicidad en los objetos, en la materia. También en muchos casos, a medida que crecemos y envejecemos, la inteligencia nos lleva al escepticismo. Pero el escepticismo no es una buena base sobre la que edificar la felicidad; más bien es una parada necesaria en el camino de la sabiduría, nunca la estación final. La misma inteligencia que nos llevó a él debe devolvernos a la ingenuidad perdida no como un medio para alcanzar la felicidad, si no como un fin. Y es en esa ingenuidad donde, de repente, emergen la humildad y la gratitud, ingredientes imprescindibles en el viaje hacia el centro del laberinto de la felicidad. Desde ellas valoramos lo esencial, lo simple lo atentico, lo honesto: la amistad, la belleza natural, el arte que emerge de la entrega, el lujo de lo esencial.

QUINTA PARADA: SERVIR

“Si queremos un mundo de paz y justicia, debemos poner la inteligencia al servicio del amor” ( Antoine de Saint-Exupéry)

Llegados a este punto, aparece la pregunta inevitable: ¿cómo podemos ser felices si vivimos en un mundo donde la justicia, la solidaridad, la paz y los derechos humanos son aún una utopía en muchas partes de nuestro planeta? Quizá en esa tristeza inevitable que nace al leer el periódico cada día esté el acicate hacia la creación de la felicidad, pero no la propia, si no la del ser humano que sufre. Si no hay tristeza, no puede haber ni compasión ni rebelión, y si no hay compasión ni rebelión, no puede haber verdadero impulso hacia la transformación.

La compasión, la entrega al otro, el servir a una causa mayor que uno mismo son fuente de felicidad, aunque sólo sea desde el egoísmo inteligente que hace que, al entregarnos al otro, consigamos olvidarnos de nuestros propios problemas. Por difícil que sea su situación, las personas que construyen su felicidad en el servicio al otro no ven la existencia como un coto cerrado, sino como un universo de posibilidades en el que todo está por hacer.

SEXTA PARADA: LA ALEGRÍA

“Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la felicidad” (Pearl S. BUck)

Finalmente si todo lo anterior nos resulta demasiado complejo, siempre podemos llegar a la felicidad de la mano de la alegría. Como los pigmeos que citábamos al principio de este artículo, mucho tenemos que aprender de los humanos que desde su desnudez nunca tuvieron necesidad de romperse la cabeza intentando conceptuar qué es la felicidad, ya que ellos, simplemente experimentan la alegría. Ésta es más directa, más simple más fácil, más inocente y más tangible que la felicidad. La alegría nos espera en las pequeñas cosas de la vida para susurrarnos al oído que, a través de ella, podemos ser felices. Y es que es realmente difícil ser felices si buscamos incesante y angustiadamente en qué consiste la felicidad. Porque ésta no es un lugar al que llegar; es más bien una manera de andar.

Y mientras hay quienes se dedican a perseguir la felicidad, otros la crean amando, sirviendo, desarrollando su conciencia, procurando cuidar lo esencial o brindando pellizcos de alegría a quienes les rodean.

EN EL FONDO LOS PIGMEOS TENÍAN RAZÓN; NO ES TAN COMPLICADO SER FELIZ.